Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 21 de febrero de 2020

UN CAMINO DIFÍCIL QUE SÓLO PUEDO RECORRER CONTIGO, SEÑOR

Resultado de imagen de Mc 8,34-9,1
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

No puedo esconder que negarse a las seducciones y apetencias propias de nuestra naturaleza, herida por el pecado, es harto difícil, por no decir imposible. Estamos sometidos por el pecado y no podemos escapar a las tentaciones que nuestros propios egoísmos nos someten. Reconocemos y confesamos que somos pecadores.

Desde esa realidad confesamos nuestra pobreza e imposibilidad de seguirte, Señor, sin tu presencia y auxilio. Reconocemos la necesidad imprescindible del Espíritu Santo, recibido en nuestro bautismo para, injertado en él, encontrar la fortaleza de espíritu para resistir y vencer a todas esas tentaciones que nos amenazan con alejarnos del seguimiento a nuestro Señor Jesús. Por eso, conscientes de nuestras debilidades te suplicamos, Señor, que nos llenes de tu Gracia y Fortaleza para resistir las amenazas y tentaciones del pecado con el que nuestra naturaleza está herida.

Límpianos, Señor de esos deseos impuros y ajenos que banalizan nuestra existencia y nos inducen a perdernos y a alejarnos de Ti. Danos la fortaleza, la sabiduría y la paz para sostenernos en este mundo de pecado, de tentaciones de amenazas y peligro que tratan de desviarnos de tu camino. Amén.

jueves, 20 de febrero de 2020

SÓLO EN EL AMOR EXPERIMENTAS AMOR Y FELICIDAD DURADERA

Resultado de imagen de Mc 8,27-33
Cuando hablamos de amor no nos referimos a gozo y apetencias materiales o espirituales que de alguna manera están relacionadas con los sentimientos y, de la misma forma que aparecen también desaparecen. Cuando hablamos del amor nos referimos a ese compromiso de hacer el bien hasta el extremo de renunciar a ti mismo en bien del otro. Hablamos de ese darnos a pesar de tener que desprendernos y renunciar a nuestro bien para aliviar al otro. Hablamos de aceptar y soportar sufrir y pasar por la cruz para salvar al que sufre y padece.

Si miras para tus adentro descubres y te das cuenta que, sólo cuando eres capaz de amar experimentas gozo y verdadera felicidad. Y amas cuando sientes que te olvidas de ti mismo para ofrecerte y darte al bien y la felicidad del otro. Algo parecido a lo que experimentaron Pedro, Santiago y Juan cuando vivieron la hermosa experiencia del Monte Tabor - Lc 9, 28-36 -. El amor no se encuentra en el placer ni en la búsqueda de satisfacer tus propias pasiones, sino en todo lo contrario. Es un acto voluntario y exigente consigo mismo, pero que te llena de verdadera felicidad. Por eso, una vez experimentado no puedes vivir sin él.

Pero, simultáneamente, experimentas que ese amor que exige renuncias y sacrificios de tus propios egoísmos es superior a tus propias fuerzas y, sin el auxilio y asistencia del Espíritu Santo te será imposible descubrirlo, saborearlo, gustarlo y vivirlo. Por eso, Señor, consciente de mis debilidades y flaquezas te pido que me des la fortaleza necesaria para encontrar el verdadero amor en mi propia negación y renuncias a las apetencias y pasiones que me esclavizan y me someten. En tus Manos me pongo, Dios mío. Amén.

miércoles, 19 de febrero de 2020

SEÑOR DEL ESPACIO Y DEL TIEMPO, DE LA VIDA Y DE LA MUERTE

Resultado de imagen de Mc 8,22-26
Para el Señor un día pueden ser mil años y mil años un día - 2Pedro 3, 8 - y para nosotros, sometidos al tiempo y al espacio, quedamos aprisionados y encorsetados en esas dimensiones que nos limitan y no podemos entender. Lo mejor es ponernos en Manos del Señor y dóciles a su Palabra dejarnos llevar por su acción sobre nosotros. Así lo hizo aquel ciego que se dejó llevar de la mano por Jesús, y, pacientemente, dejó que actuara sobre él.

Quizás sea esa la pregunta, ¿nos dejamos llevar de la Mano de Jesús? ¿Aceptamos su tiempo, su manera de actuar, su paciencia y su Palabra? El ciego necesito su tiempo y la acción del Señor de nuevo para terminar de ver claro. Quizás, nosotros necesitemos también tiempo y espacio donde podamos ir respondiendo a lo que el Señor quiere de nosotros. Necesitas tomar conciencia con Él y abrir tu corazón a su acción. El Espíritu está esperando ese momento donde tú, por las causas que sean has decidido abrirte a su acción. Ahora déjalo entrar y actuar.

Aquel ciego se puso en Manos del Señor, y eso significa y nos descubre que, primero, tenemos que dar ese paso. Fiarnos del Señor y ponernos en sus Manos y, abiertos a su Gracia, dejar que ese Espíritu Santo recibido en el bautismo nos libere y nos llene de su Gracia para ir viendo la Luz que nos salva y nos redime de nuestros pecados. 

Pidamos al Señor que seamos capaces de apartarnos del mundo, de nuestros ambientes esclavizantes, ruidosos y llenos de tentaciones y seducciones que nos distraen y nos hacen olvidarnos del Señor. Pidamos al Señor que, cogidos de su Mano salvadora, nos dejemos conducir e ir con Él a un lugar donde podamos, por la acción de su Gracia, ver la Luz de esa Buena Noticia que su Palabra nos anuncia. Amén.

martes, 18 de febrero de 2020

TODO GUARDADO EN MI CORAZÓN HASTA QUE TÚ DECIDAS, SEÑOR

Sé que es mi mayor tesoro, pues todo lo que puedo obtener y conseguir de este mundo son tesoros perecederos y que no satisfacen el ardiente deseo de mi corazón. Sólo tu Palabra, Señor, lo llena plenamente y le da ese deseo inmenso de Vida Eterna. Por eso, aunque mi capacidad de entendimiento no alcanza a entenderte, quiero, como tu Madre - Lc 2, 19-51 -  guardarlo dentro de mi corazón y esperar, por Inmensa Bondad y Misericordia, entenderlo cuando Tú, mi Señor, dispongas.

Resultado de imagen de Mc 8,14-21Gracias, Señor, por darme la sabiduría de esperar con verdadera esperanza, valga la redundancia, las bondades de tu Inmenso Corazón. Porque, todo lo que Tú me das, Señor, es lo mejor que me pueda pasar y lo que más conviene a mi pobre e imperfecto corazón. Por eso, en este camino incierto e inseguro, te pido, Señor, que la cuerda a la que me asiste sea la que Tú me propones y la que viene de Ti.

Porque, el mundo me propone muchas soluciones que, al final, te dejan vacío y te engaña. Yo sólo quiero fiarme de Ti, Dios mío, y seguir tus mandatos y tu Palabra. Seguir tus enseñanzas y, a pesar de los riesgos que mi vida tenga que asumir y sufrir en este mundo, confiar en que, al final, tu Palabra me llevará a esa Vida Eterna, plena y gozosa en plenitud. Gracias, Señor.

lunes, 17 de febrero de 2020

LUNES, VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

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H I M N O

Hoy que sé que mi vida es un desierto,
en el que nunca nacerá una flor,
vengo a pedirte, Cristo jardinero,
por el desierto de mi corazón.

Para que nunca la amargura sea
en mi vida más fuerte que el amor,
pon, Señor, una fuente de alegría
en el desierto de mi corazón.

Para que nunca ahoguen los fracasos
mis ansias de seguir siempre tu voz,
pon, Señor, una fuente de esperanza
en el desierto de mi corazón.

Para que nunca busque recompensa
al dar mi mano o al pedir perdón,
pon, Señor, una fuente de amor puro
en el desierto de mi corazón.

Para que no me busque a mí cuando te busco
y no sea egoísta mi oración,
pon tu cuerpo, Señor, y tu palabra
en el desierto de mi corazón. Amén.

Lunes, VI semana del Tiempo Ordinario

domingo, 16 de febrero de 2020

PONGO, SEÑOR, MI CORAZÓN EN TUS MANOS

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Experimento, Señor, que hay muchas intenciones en mi corazón que no deseo y que brotan del mismo contra mi voluntad. Reconozco que a mi naturaleza humana le apetece, pero mi conciencia se resiste a aceptarla y mi voluntad a ejecutarla. Son las frecuentes tentaciones que me vienen sin poder hacer nada para impedirlo, pero desde mi voluntad y mi corazón yo las rechazos.

Por eso, Señor, pongo mi corazón en tus Manos para que Tú lo purifiques y lo fortalezca a fin de que todas sus impurezas sean limpias y sus malos pensamientos destruidos. Quiero, Señor, tener un corazón puro, bien intencionado para ver a los demás como los ves Tú, Señor, y poder apreciar la bondad de todos ellos. Sé, también, que, siendo un pecador, no puedo librarme de mis pecados sin tu Gracia, y, por eso, Dios mío, recurro a Ti.

Porque, la cuestión no se concreta en simplemente respetar la ley impresa en un papel, sino la ley sellada en lo más profundo de nuestros corazones. No se trata de respetar la vida y no matar, sino también erradicar el odio y la venganza que anida y se instala en nuestros corazones. No se trata de respetar simplemente a la mujer de tu prójimo, sino también el no desearla y apartarla de tus pensamientos. Como podemos observar, la interpretación de la ley es mucho más profunda y va más allá de lo simple escrito. 

Vive en el corazón del hombre y de él salen los verdaderos pecados que pueden manchar e incumplir la ley. Pidamos al Señor que seamos realmente limpios y que nos dé un corazón puro capaz de erradicar todo aquello que nos contamina y nos hace pecar. Amén.

sábado, 15 de febrero de 2020

UN CORAZÓN COMPASIVO

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Descubrir que eres amado te ayuda, no sólo a dejarte amar, sino a amar tú también. Corresponder al amor recibido es responder a ese deseo fuerte de felicidad que todos tenemos guardado en lo más profundo de nuestros corazones.

Porque, amar es la única fuente de felicidad que el hombre puede encontrar. No te satisface plenamente el pan, sin que, más allá del alimento exista un deseo espiritual que clama desde lo más profundo del corazón del hombre.

Amar es el alimento más pleno que inunda de gozo y alegría tu corazón. Es el alimento que sólo encontrarás en la Eucaristía, verdadera acción de Gracia por amor, y que se te da gratuitamente en la Persona de Xto. Jesús bajo las especies de pan y vino como alimento espíritual que fortalece tu vida, le da pleno sentido y le inunda de amor y paz.

Danos, Señor, ese alimento espiritual de tu Cuerpo y tu Sangre para que fortalecidos en Él podamos vivir en la esperanza de alcanzar tu Misericordia y tu Amor por los siglos de los siglos. Amén.