Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 11 de febrero de 2012

¿ESTOY GRAVEMENTE ENFERMO? ¡OH!… NO…NO… NO LO HAGAS NO ES DE DIOS…

En estos días he escuchado  gritos y llantos de un corazón  desconsolado ante la noticia de la enfermedad… esa invitada que llega a nuestras vidas sin nadie llamarla. Que llega casi siempre cuando la vida nos sonríe esplendorosamente… con planes, ilusiones, meta a largo y corto plazo para desarrollar.
La enfermedad llega con todas sus consecuencias… porque nunca viene sola. Rompe no solo con nuestro ritmo de vida sino también con la de nuestras familias… Todo se trastoca. Llega la incertidumbre, la angustia, el miedo y en muchos el pánico. La soledad…porque hay momentos en que estamos rodeados de seres queridos pero nuestra alma experimenta una fría y creciente soledad. Llega la incomprensión… ¡oh, sí!… el lenguaje se hace difícil de expresar y de entender. La tristeza, la depresión, al ver pasar los días… todo se va complicando… y el milagro de la sanación no hay señales visibles…
La enfermedad es la cruz, pequeña o grande, más indeseada., incomprendida. Para unos… motivo y camino de santidad…para otros motivo de perdición, de volverse  agriados e insoportables con la familia…con ellos mismos.
Conozco algunos casos que ante la desesperación optaron por acabar drásticamente con sus vidas sumergiendo a la familia en el dolor más profundo y angustioso al temer por la salvación de su alma.
No…no… jamás desviar la mirada de la voluntad divina. ¡BENDITA ENFERMEDAD!! ¡Amada enfermedad que nos lleva a alcanzar la gracia de preparar nuestra alma para el regreso a casa… si ese fuera el caso. Bendita enfermedad que nos hace apóstoles, misioneros, intercesores desde nuestra pequeña cruz por la salvación de los pobres pecadores empezando por los nuestros…por nosotros mismos.
¿No te das cuenta?… Abrazados a esta nuestra cruz podemos convertir la enfermedad en un continuo, siempre en creciente, oración de reparación… nuestro dolor reparando la ingratitud humana hacia el Dador de Vida, hacia el Amor gratuito de nuestro Padre Celestial. Podemos reparar el cansancio de un misionero, la débil voluntad del joven ante la tentación, el ultraje a la dignidad humana en tantos niños, jóvenes y mujeres… derogar leyes injustas como el aborto, la eutanasia, y otras… ¡Hay tanto que hacer!
Somos pequeños mártires… ¡Oh, sí! Mártires del Amor y por Amor a Dios y a los hermanos… Aceptamos nuestra pequeña cruz de la enfermedad como la novia que va con santa alegría al altar…culminando en el lecho matrimonial… Así vamos al altar  del martirio y en este altar  nos vamos a ofrecer con santa alegría en exquisita oración…, desposándonos con el Varón de Dolores, nuestro Amado Jesucristo…uniendo nuestra pequeña pasión a la Pasión de Cristo… lo ofrecemos todo… TODO… por la salvación de las almas…porque Dios y la Mater reinen a gusto en los corazones de toda la humanidad….
Nos convertimos en colaboradores de esa redención actualizada con nuestro amado Redentor Jesucristo.
Enfermo… eres rico… vive apasionadamente tu misión de mártir mientras dure la enfermedad. No te dejes cegar por el egoísmo, por los argumentos del enemigo de las almas.  Si Dios te pide ese dolor de muela convertido en oración de amor… haz lo. Si Dios te pide ese dolor de artritis con santa alegría, ofreciendo todos los más pequeños dolores físicos y morales… haz lo… Si Dios te pide los dolores de la enfermedad terminal… esa que te hace temblar de pies a cabeza, que te arranca lágrimas y sentimientos encontrados… haz lo… piensa en el bien que haces a los tuyos… a los pobres pecadores… Date al gusto de Dios y a la forma divina.
Recuerda que en ningún momento he dicho que no sigas buscando la sanación… tienes derecho a buscarla… pero sin dejar de perder la oportunidad de convertir el momento precioso, en uno rico, para vivir hasta las últimas consecuencias, porque, TODO ES GRACIA Y SIRVE PARA LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS.

viernes, 10 de febrero de 2012

PURIFICA MI CORAZÓN, SEÑOR


Soy consciente de mis debilidades, DIOS mío; consciente de mis apegos y mi fragilidad. Sé que mi mayor peligro se esconde dentro de mí. Lo noto porque siento deseos que no vienen de mi mente, sino que se cuelan y se confunden con mis propios pensamientos y me incitan a hacer lo que no quiero.

Gracias, DIOS mío, en el ESPÍRITU SANTO, porque siento su presencia en mis reacciones que se producen de forma espontáneas e instintivas e inician una lucha contra ese mal que amenaza someterme e inclinarme al egoísmo, a la maldad, a la envidia, a la soberbia, a la prepotencia, al prestigio, a la suficiencia...etc.

Experimento que la lucha es constante, a cada momento, a cada segundo, pero también percibo que TÚ, ESPÍRITU SANTO, estás presente en mí, alentándome, protegiéndome, dándome luz, asistencia, consejos, sabiduría, fortaleza, entendimiento, misericordia, paz...

Por eso, todos los días, cuando empiezo una tarea, cuando inicio una catequesis... en la hora de escribir, ¡siempre!, trataré de invocarte y llamarte:

Ven ESPÍRITU SANTO, llena los corazones de tus fieles,
enciende en ellos la llama de tu Amor, envía,
SEÑOR tu ESPÍRITU y nuestros corazones
serán creados de nuevo. Y se
renovará la faz de la tierra.

Oh DIOS, que has creados los corazones de tu hijos con
la luz del ESPÍRITU SANTO, haznos dóciles a tu
ESPÍRITU, para gustar siempre el bien y 
gozar de tu consuelo. Por nuestro 
SEÑOR JESUCRISTO, Tu HIJO, 
que Vive y Reina contigo
en la unidad del ESPÍRITU SANTO. Amén.

jueves, 9 de febrero de 2012

DIÁLOGO CON EL ESPÍRITU SANTO

Hay una simple oración que propago mucho… especialmente cuando estaba trabajando en retiros, en charlas o simplemente en encuentros tanto de adultos como de jóvenes. Es tan fácil de hacer y da tantos buenos resultados. Vas a ver lo fácil que es.
Simplemente te sientas cómodamente, en un lugar que no hayan ruidos, que nadie te distraiga, si es posible ante el Santísimo, sino en el silencio del hogar, en la noche cuando todos descansan.  Antes invocan a la Santísima Virgen María para que ella este a tu lado. Cierra tus ojos… sin miedo alguno… Y comienza a invocar al Espíritu Santo. Lo vas a llamar dulcemente, tiernamente.  “Ven Espiritu Santo” Vuelves a repetirlo. “Ven Espiritu Santo”, lo dices 2, tres o 4 veces asi como lo sientas. 
Ven Espíritu Santo, toma mi mente… ven Maestro Paráclito, te necesito. Entra en mi mente. Toma mis potencias mentales. Llénalas con tu presencia.  Haz que mis potencias mentales sirvan para glorificarte Dios mio.
Ven Espíritu Santo, toma mi conciencia, llénala de ti. Que mi conciencia sea recta, sea mi mayor beneficio en aras de la santidad.
Ven Espíritu Santo, toma mi memoria. Llénala de Ti. Borra de mi memoria todo lo que me provoca daño, no me deja crecer en santidad. Haz que mi memoria sirva para glorificarte Dios mío en todo momento.
Ven Espíritu Santo, toma mi capacidad de razonar, mi inteligencia, llénala de Ti.  Aumenta mi inteligencia solo para conocer y dar a conocer, solo para amar y dar amar a Tu Santa Palabra, Tu Voluntad Eterna sobre mí, sobre todos.
Ven Espíritu Santo, toma mis ojos… llénalos con tu presencia. Mira con mis ojos. Hazme contemplarte y encontrarte en tus criaturas, en tu creación… en esos detalles pequeños y grandes que llevan el sello de tu bondad, Padre Santo, plasmados en tu Creación…. Que mis ojos, Espíritu Santo vean siempre a Dios en todo y en todos…
Ven Espíritu Santo, toma mi lengua… llénala con tu presencia… conviértela en tu lengua… que siempre, siempre mis palabras lleven la ternura de Dios, la pureza del amor expresada exquisitamente en el momento preciso y necesario. Que mis palabras sean la alegría del Padre Dios. Que mi lengua proclame las maravillas de tu Santa Palabra…
Ven Espíritu Santo, toma mis oídos… llénalos con la capacidad de escuchar los latidos del Corazon de Dios… la voz de Dios en los hermanos más necesitados. Enséname a escuchar con pureza… mi capacidad de escuchar  te glorifique Dios mío en todo momento. ¡Oh Espíritu Santo!!... aleja de mi el escuchar el ruido que lleva al pecado…
Ven Espíritu Santo, apodérate de mi corazón… llénalo con tu presencia, límpialo de toda suciedad, de toda tiniebla. Convierte mi corazón en el cielo de la Santísima Trinidad. Mi corazon cobije la Sagrada Palabra de Dios… se alimente de ella… ¡Oh Espíritu Santo!!... que mi corazon sea un derroche de amor vertido en todo y en todos…
Y así vamos añadiendo según la inspiración llegue. Puede suceder que solo nos quedemos en la primera parte porque el alma se siente invadida por el Espíritu Santo y solo desea silencio… permanecer en silencio y dejarse hacer… dejarse llenar…dejarse llevar por el Espíritu Santo al gusto divino…
No tener miedo… si te gusta la oración hazla con confianza, con la Mater a tu lado… Se puede hacer con la familia… con los niños… La experiencia que he tenido en los diferentes momentos en que hemos presentado esta “dinámica espiritual” de oración ha sido increíble.  Todos han quedado entusiasmados con ella.  A tal punto que me la han solicitado escrita muchas veces. El problema es que no es para llevar rígidamente sino al vuelo de la inspiración. Las palabras pueden cambiar, podemos hacerla mil veces y siempre va a hacer diferente.
Solo les dejo una idea para que aquellos que guste la desarrollen según el soplo del Espíritu Santo.

¡Bendito Sea  Dios!!!