Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 27 de abril de 2012

COMULGAR CON JESÚS


Entendemos por comulgar el sentirnos identificados con una persona y pensar y actuar como ella. En este caso, comulgar, es decir, comer el Cuerpo y la Sangre de Jesús, es sentirnos totalmente identificados con Él, y tratar de vivir y actuar según su estilo de vida.

Es una contradicción comulgar y vivir nuestra vida, no su vida. Es una mentira estar de acuerdo con Jesús y luego vivir y actuar según mi propio acuerdo. A nadie se le esconde esa mentira, pero sabemos que la llevamos dentro, porque nuestra carne es débil y pecadora.

Y esa es la primera comunión que debemos tener presente. Jesús sabe de nuestra condición débil y frágil. Y, sabiendo eso, confía en nosotros y muere por nosotros. Por lo tanto, solo nos pide nuestra confianza, nuestro tesón y perseverancia, nuestra fe y entrega. Lo demás lo irá poniendo Él si lo cree conveniente y necesario.

A nosotros solo nos toca seguirle, no sin el esfuerzo y la lucha diaria, pero siempre entregados a Él, sin ninguna condición. Esforzándonos en serles fieles, en vivir su mismo estilo de vida, y sabiendo que Él solo nos pide que pongamos en sus Manos nuestra debilidad y fracasos. Ya sabrá Él que hacer con ellos.

Pidámosle esa gracia, de no apartarnos de Él, de seguirle a pesar de nuestros errores, debilidades, fracasos, tropiezos, caídas... Él no las rechazará, porque murió por ellas, por nuestros pecados. Solo las transformará en buenas obras, por amor, y nos elevará a la eternidad. Amén.

jueves, 26 de abril de 2012

FUENTE: UN NUEVO COMIENZO AUTOR: RON ROLHEISER, OMI


La resurrección nos da también la posibilidad de acceder a una vida nueva por el hecho de que podemos perdonar y ser perdonados.

 
EL PERDON ES EL MENSAJE
La resurrección de Jesús tiene muchas dimensiones. Por un lado, se trataba de un evento físico. El cuerpo muerto de Jesús fue resucitado. El universo cósmico en su nivel más profundo de improviso tiene un nuevo conjunto de leyes y hasta los mismos átomos del universo fueron reorganizados. Algo radicalmente nuevo, físicamente nuevo, tan radical y nuevo como la Creación original, apareció en la historia. Este aspecto no debe ser subestimado. 
Sin embargo, la Resurrección fue también un acontecimiento espiritual y eso también es importante. En la Resurrección de Jesús se nos da solo un cuerpo y un cosmos resucitado, se nos da también la posibilidad de perdonar y ser perdonados. Esta nueva posibilidad y su radical novedad nunca deberán ser subestimadas. Desde el principio de los tiempos hasta la resurrección de Jesús, los cadáveres fueron cadáveres, cuerpos sin vida. Los corazones de Adán y Eva permanecieron muertos hasta la resurrección. Todo eso ha cambiado ahora. Hay nuevas posibilidades. 
Lo que es nuevo en la Resurrección no es solo la increíble posibilidad de resucitar físicamente. La Resurrección nos da también la posibilidad ---igualmente increíble--- de perdonar y ser perdonados. Ese es el modo en que se nos pide apropiarnos de la Resurrección en nuestra vida cotidiana: perdonando y dejándonos perdonar. 

Desde la Soledad del Sagrario

miércoles, 25 de abril de 2012

FUENTE: UN NUEVO COMIENZO AUTOR: RON ROLHEISER, OMI



EL PODER DE
 LA RESURRECCION



La resurrección no es solo algo que sucedió con Jesús hace 2000 años y que nos sucederá a cada uno de nosotros alguna vez en el futuro, después de nuestra muerte, cuando nuestros cuerpos sean resucitados a una vida nueva. Es mucho más.

La Resurrección es algo que nos anima en cada momento de la vida y en cada aspecto de la realidad. Dios está siempre generando nueva vida. Envuelve esa vida con una bondad, gracia, misericordia y amor que, al final, cura todas las heridas, perdona todos los pecados y lleva la muerte en todas sus facetas a una vida nueva.

Sentimos este poder de la Resurrección en los momentos más ordinarios de nuestra vida. La Resurrección, entendida en su sentido más profundo, se manifiesta inconscientemente en nuestra vitalidad, en lo que llamamos “salud”. Es la sensación, si bien vaga, de que es bueno estar vivo. La misma estructura atómica del cosmos siente y percibe este poder de la Resurrección. Por ello, este poder – como nos sucede a nosotros cuando estamos sanos—nos impulsa constantemente hacia adelante, sostenido por una esperanza originaria que se encuentra en la estructura fundamental de todas las cosas.

Cierta vez un amigo me envió una tarjeta de Pascua que concluía con el siguiente reto: “¡Ojala dejes atrás una larga cadena de tumbas vacías!”. Ese es mi deseo de Pascua y mi reto para todos nosotros, que nuestras voces heridas y antes apagadas, comiencen a cantar nuevamente: ¡Cristo ha resucitado! ¡La vida es muy, muy buena! ¡Felices Pascuas!

Desde la Soledad del Sagrario