Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 26 de octubre de 2013

DIOS MÍO, LLENA MIS MANOS



Sí, Padre, me preocupa que me sorprendas con las manos vacías. No sé como llenarlas, o se me caen todos los frutos de las manos. Estoy preocupado porque experimento que no tengo nada que ofrecerte. ¿Y si vienes ahora Señor y no tengo nada?

Te doy las gracias por despertar en mí esa preocupación. Me parece ya algo, porque observo que a mi derredor la gente camina y corre en busca de otras cosas. No se ven preocupadas por lo que me ocurre a mí. Ellos, muchos, la mayoría se preocupan por sus cosas, sus bienes, su dinero, su tiempo para divertirse, sus placeres y sobre todo, por pasarlo bien. Eso de las manos vacías les trae sin cuidado.

Señor, yo quiero llenarlas, pero me doy cuenta que no todo vale para eso. Los frutos que Tú quieres exigen una semilla (amor) especial  para que la cosecha pueda darse. Sin ella será imposible, a pesar de cuidados y cuidados, que de frutos. Y sin frutos, ¿cómo llenar mis manos cuando Tú vengas? Seré arrojado a las tinieblas y de tu presencia. Seré cortado de raíz.

Dame Señor la semilla de tu Amor para que mis manos puedan llenarse de muchos frutos. Esos frutos que Tú me has regalados por Amor y que esperas que yo te los devuelva duplicado también por amor.

viernes, 25 de octubre de 2013

DAME SABIDURÍA PARA DESCUBRIR EL CAMINO



Alardeamos de conocer el tiempo y de barruntar que va a llover o hacer viento. Presagiamos cuando la tormenta va a hacer acto de presencia, pero no somos capaces de interpretar los tiempos en que vivimos. Quizás no ponemos el empeño necesario para tratar de corregirlos o modificarlos.

No movemos un dedo en esforzarnos y preocuparnos por buscar salidas o encontrar soluciones que ayuden a resolver el problema importante y verdadero, tal es la meta de la vida. Porque poco importa que llueva o el viento sople mientras andamos por el camino. Lo verdaderamente importante es que al final del camino, en el atardecer de nuestra vida, lo que reluzca y brille sea el amor.

Ese es el tiempo que hoy nos debe de preocupar. ¿Dónde lo gastamos? ¿Y cómo lo gastamos? Esa debe de se nuestra prioridad.

Pidamos al Padre que nos de la sabiduría de interpretar el tiempo de nuestra vida. Hoy, cuando caminamos hacia ella, que sepamos discernir y buscar cómo conservarla para siempre.

jueves, 24 de octubre de 2013

CUANDO ME HIERVE LA SANGRE



Hay muchos momentos que tu sangre es un volcán en fuego. La sangre fluye hirviendo por tus venas y tu corazón late a toda velocidad. Estás envenenado de furia y rabia. En esos instantes puedes cometer una locura y necesitas mucha paciencia y toda la ayuda posible del Ángel de la guarda. ¡Dios mío!, te sientes impotente y desorientado.

Hay, en esos instantes, una lucha entre el bien y el mal. Lo que, en verdad y justicia, debes hacer, y lo que tú deseas hacer. Sin lugar a duda que deseamos tomarnos la justicia por nuestra cuenta y rápido. Pero actuar en justicia y verdad requiere paciencia, serenidad y proceder justamente, pero con caridad y amor.

No es nada fácil, y ese fuego ardiendo debemos controlarlo para hacer justicia por amor. Nuestro Padre Dios nos lo da cada día, y por su Misericordia somos perdonados a cada instante. ¿Cómo no vamos nosotros a esforzarnos en perdonar? Sí, nos sabemos impotentes, pobres y necesitados de las fuerzas necesarias para hacerlo, pero tenemos al Espíritu Santo que nos fortalece y nos asiste.

Pidamos, pues, la Gracia del Espíritu para encontrar la forma de ser pacientes y apagar esa llama incandescente de soberbia y venganza, y alimentar el verdadero fuego del amor que Jesús ha venido a prender en nuestros corazones. 

Recemos todos juntos un Padre nuestro... y parémosno unos segundo cuando pronunciamos... "así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden"...