Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 24 de octubre de 2013

CUANDO ME HIERVE LA SANGRE



Hay muchos momentos que tu sangre es un volcán en fuego. La sangre fluye hirviendo por tus venas y tu corazón late a toda velocidad. Estás envenenado de furia y rabia. En esos instantes puedes cometer una locura y necesitas mucha paciencia y toda la ayuda posible del Ángel de la guarda. ¡Dios mío!, te sientes impotente y desorientado.

Hay, en esos instantes, una lucha entre el bien y el mal. Lo que, en verdad y justicia, debes hacer, y lo que tú deseas hacer. Sin lugar a duda que deseamos tomarnos la justicia por nuestra cuenta y rápido. Pero actuar en justicia y verdad requiere paciencia, serenidad y proceder justamente, pero con caridad y amor.

No es nada fácil, y ese fuego ardiendo debemos controlarlo para hacer justicia por amor. Nuestro Padre Dios nos lo da cada día, y por su Misericordia somos perdonados a cada instante. ¿Cómo no vamos nosotros a esforzarnos en perdonar? Sí, nos sabemos impotentes, pobres y necesitados de las fuerzas necesarias para hacerlo, pero tenemos al Espíritu Santo que nos fortalece y nos asiste.

Pidamos, pues, la Gracia del Espíritu para encontrar la forma de ser pacientes y apagar esa llama incandescente de soberbia y venganza, y alimentar el verdadero fuego del amor que Jesús ha venido a prender en nuestros corazones. 

Recemos todos juntos un Padre nuestro... y parémosno unos segundo cuando pronunciamos... "así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden"...

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