Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 3 de febrero de 2015

IMAGINO EL ESTUPOR DE AQUELLOS VECINOS



Usamos nuestra imaginación y nuestro sentido común. La lógica nos descubre que los vecinos de aquella familia debieron quedar asombrados, y, me atrevería decir, por sentido común, que convertidos al Mensaje de Jesús. Pues una resurrección, y más ellos que conocían la muerte de aquella niña, no es cosa de todos los días y para quedarse como antes.

El Evangelio no quiere ni trata de seducirnos, ni tampoco hacer proselitismo. Porque de querer hacerlo, aquí, como en otros pasajes, tiene tema para rato. No se conoce la historia de aquella familia, ni tampoco sus vecinos y amigos. No se cuenta ni se dice nada de sus reacciones ni de como afecto a sus vidas aquella visión del milagro y las Palabras de Jesús.

Porque supongo que Jesús hablaría con ellos y hasta pasaría un rato en su casa. No podemos pensar que tal como entró se fue. Porque supongo que lo habrán invitado; porque supongo que le habrán ofrecido de todo lo que estaba a su alcance; porque supongo que no sabrían como darles las gracias; porque podemos suponer que contar el cambio de vida y testimonio de esa gente sería prueba suficiente para cambiar la vida de muchos...etc.

Nos cuesta creer aquello que nos supone cambiar nuestra manera de pensar y nuestra forma de vivir y nos resistimos a aceptar y creer en lo que nos dice la Palabra de Dios. Necesitamos la Gracia de Dios y el dejarnos llenar de Ella. Danos, Señor, la humildad de reconocernos pecadores y esclavos de las cosas de este mundo y llénanos de tu Espíritu para abrirnos a tu Palabra.

lunes, 2 de febrero de 2015

HIMNO





De una Virgen hermosa
celos tiene el sol,
porque vio en sus brazos
otro Sol mayor.

Cuando del oriente
salió el sol dorado,
y otro Sol helado
miró tan ardiente,
quitó de la frente 
la corona bella,
y a los pies de la Estrella
su lumbre adoró,
porque vio en sus brazos
otro Sol mayor.

"Hermosa María
-dice el sol, vencido-,
de vos ha nacido
el Sol que podía
dar al mundo el día
que ha deseado".
Esto dijo, humillado,
a María el sol,
porque vio en sus brazos
otro Sol mayor.

Al Padre y al Hijo
gloria y bendición,
y al Espíritu Santo
por los siglos honor. Amén.

 
Himno del 2 de febrero de 2015, lunes. La presentación del Señor, fiesta.
Oración de la tarde (vísperas) 

domingo, 1 de febrero de 2015

¡VEN ESPÍRITU SANTO!



Ven Espíritu Santo, llena mi corazón y enciende en mi la llama de tu Amor. Envíame, Señor, tu Espíritu y se renovará la faz de la tierra. ¡Oh Dios que iluminas mi corazón con la Luz del Espíritu Santo, hazme dócil a tu Espíritu, para gustar siempre el bien gozar de tu consuelo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Cura mi alma por encima de mi cuerpo, Señor, porque es el alma inmortal y permanecerá para siempre. Y quiero gozar de tu presencia, Señor, para vivir en el gozo de la verdadera plenitud. Dame la capacidad y la voluntad de renunciar al gozo y satisfacción de esta vida para darme en servicio y entrega de los demás.

Sé, Señor, que a mí me es imposible hacerlo, pero injertado en el Espíritu de Dios puedo lograrlo. Dame, Señor, la sabiduría de enseñar como tu Hijo Jesús, no sólo de palabra sino también con las obras. Porque esa es la enseñanza hecha con autoridad que viene de la fuerza del Espíritu.

Tú, Señor, nos has prometido que haremos muchas cosas como Tú, y nos has dado poder para ello en el Espíritu Santo. Haz, Señor, que, entregados y abandonados a Él, seamos capaces de hacerlas, no para nuestro lucimiento ni provecho, sino para proclamar tu Gloria y Poder, y para el bien y la salvación de los hombres. Amén.


sábado, 31 de enero de 2015

SOSTÉN, SEÑOR, MI FE PARA RESPONDER A TU AMOR



Mi fe está pegada con alfileres si Tú, Señor, no la sostienes con firmeza. Mi fe se desvanece si Tú, Señor, no la alimentas y la haces crecer en mi corazón. Porque por mucho que me afane nada podré lograr sin tu concurso y sin tu Gracia. Tú eres, Señor, la Fuente que alimentas mi vida y mi fe.

Necesito, Señor, que mi fe esté sostenida por Ti. Necesito que inundes mi corazón de luz para que vea tu amor. Necesito, Señor, que mi fe despierte y se apoye en tu Amor, para que pacientemente persevere y no se derrumbe. Necesito, Señor, que abras mi corazón, quizás, endurecido como piedra, y lo conviertas en corazón de carne suave, compasivo y misericordioso, para que se fortalezca en la fe con buenas obras y servicios por amor.

Dame, Señor, la luz y la sabiduría de, confiado y esperanzado, perseverar en tu presencia pacientemente hasta que Tú convengas en aumentar mi fe. Amén.

viernes, 30 de enero de 2015

SOMOS TIERRA SEMBRADA POR BUENA SEMILLA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Dentro de cada hombre hay una semilla de amor plantada. Por algo, en el libro del génesis se dice al principio que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. Si somos semejanza de Dios tenemos muchas cosas de Dios. Por eso sentimos amor y nos llena de gozo hacer el bien; por eso sentimos compasión, y también deseos de misericordia.

Pero también sentimos deseos de hacer justicia, de que haya paz, y de que todos los hombres se sientan hermanos y vivan de forma fraterna. Pero todo esto se estropea cuando el hombre empieza a sentir egoísmo, y quiere ser el mejor, y disfrutar más que los otros y que, los otros, le sirvan y estén bajo sus órdenes. Son los síntomas del pecado, de la soberbia y avaricia.

Necesitamos fumigar nuestra particular tierra para que, limpia y protegida, la semilla crezca fuerte y bien cultivada y dé los frutos esperados. Pero es necesario atenderla, regarla y abonarla con mucho cuidado y atención. Y eso nos exige estar unido al Sembrador, que sabe de nuestras debilidades, de nuestros defectos, enfermedades y pecados y está dispuesto, por amor, a perdonarnos y a ayudarnos a dar frutos.

Cuidemos nuestra huerta con la asidua frecuencia de la Eucaristía y la Penitencia, para que el abono y la lluvia de la Gracia nos empapen hasta tal punto que nuestra tierra quede bien abonada y fértil para dar los frutos que de ella se esperan. Amén.

jueves, 29 de enero de 2015

LA LUZ TAMBIÉN DEPENDE DE MÍ



Puedo encontrarme en el lugar más iluminado del mundo, pero puedo estar también al mismo tiempo en la mayor oscuridad de mi vida. Por supuesto que dependerá de muchas cosas, pero principalmente de dos cosas: a) de que haya buena luz; b) de que tenga los ojos y los oídos bien abiertos.

No sólo la luz es necesaria, sino también que mis oídos oigan, pero sobre todo, que escuchen. Porque sólo viendo y escuchando podemos alcanzar la verdad y vivirla. Y para ver y escuchar hace falta, primero luz y segundo capacidad para oír. Y podemos, aunque veamos y oigamos, estar ciegos y sordos.

Y lo estamos, cuando sólo vemos por nuestra, herida, contaminada y tentada, razón. Una razón que busca sólo las formulas de satisfacer sus propios egoísmos;  una razón que lucha por sobre salir sobre, valga la redundancia, los demás. Una razón egoísta que no escucha, sino propone y hace valer sus ideas infestadas y contagiadas de poder, comodidades, pasiones y sentimientos posesivos, tantos espirituales como materiales.

Pero, ocurre también, que a veces cerramos los ojos y miramos a otro lado. No queremos complicaciones que nos inquietan y nos comprometen. Comprendemos y nos compadecemos, pero nos atrae y nos gusta una vida más cómoda, placentera y despreocupada. Nos gusta colaborar y nos solidarizamos con muchas causas, pero queremos vivir nuestra vida cómoda y placentera. 

Cerramos los ojos y rechazamos el compromiso por amor de trabajar por un mundo mejor. Lo hacemos a media vela, dejando nuestros ojos entre abiertos y en penumbra, porque no queremos ver con claridad. No queremos demasiada luz que aclare nuestra vista, porque precisamente no queremos ver.

Perdona Señor nuestra ceguera voluntaria y llénanos de paz, sabiduría y fortaleza para que, abriendo los ojos, seamos capaces de mirar de frente a los Tuyos y corresponderte con la misma mirada con la que Tú, Señor, nos miras.


miércoles, 28 de enero de 2015

MIS FRUTOS NECESITAN TU BENDICIÓN, SEÑOR



Es posible que mi corazón dé frutos buenos. Si hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, nuestro corazón tendrá cosas buenas, pero, por causa del pecado, tenemos sentimientos y deseos egoístas que sólo miran para nosotros y excluyen a los demás.

El hombre hace cosas buenas, pero al final siempre se guardará lo mejor para sí mismo. Es egoísta y no está dispuesto a compartir con los demás. Dará, como máximo, aquello que le sobra o no necesita. El hombre se vuelve huraño y egoísta, y necesita transformar su corazón y limpiarlo de toda malicia y pecado. Por eso, necesitamos al buen Sembrador, que nos siembre buenas semillas y nos dé buena tierra.

Necesitamos ser regados con el agua del Espíritu Santo, para que nuestra semilla de amor fructifique y dé buenos frutos. Necesitamos el riego de la oración. Mucha oración que nos una constantemente al Señor y nos ponga en Manos del Espíritu, para que nuestra tierra, fertilizada por los sacramentos y cultivada por la Eucaristía sea alimentada y fortalecida para dar buena cosecha.

¡Oh, Señor, danos la capacidad de renuncia a nuestras comodidades, apetencias, vicios y apegos, para que, desprendidos de toda atadura, seamos libres para vivir en tu Palabra y cumplir tu Voluntad!