Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 5 de mayo de 2015

SEÑOR, TOMAMOS TU PALABRA



Todos estamos necesitados de tu Gracia Señor. Unos porque sufren y no pueden permanecer en paz, y otros porque necesitan muchas cosas materiales y también espirituales. Hay familias tocadas por la desgracia de sufrir accidentes mortales en algunos de sus miembros, y otras que sufren tragedias naturales, como el terremoto de Nepal o persecuciones a su fe.

Lo están pasando mal, pero muy mal, y sufren y mueren. No sabemos que les conviene. Desde nuestra pobre humanidad te pedimos que terminen sus sufrimientos y salves su situación, pero, ¿es realmente eso lo mejor? Sólo Tú lo sabes, Señor. 

Tú entiendes el sufrimiento porque Tú lo sufriste, y de forma voluntaria y por amor a nosotros, para salvarnos. Quizás el sufrimiento sea parte de nuestro aprendizaje para experimentar la necesidad de tu Gracia. Tú, Señor, eres quien sabes realmente los que nos conviene y lo que necesitamos. Por eso, nos callamos y nos ponemos a tus pies para que Tú decidas por todos nosotros.

Simplemente te nombramos lo que sufrimos, lo que muchos de nuestros hermanos padecen. Hay una familia que ha perdido a su hijo de catorce meses ahogado en la comida; otra hermana me pide oraciones en este blog porque se encuentra muy mal; conozco a algunos enfermos graves y que sufren; otros muchos cristianos perseguidos; los que padecen y sufren el terremoto de Nepal, y así muchos más sediento y padeciendo hambre.

Señor nos ponemos en tu presencia y, confiados en tu promesa permanecemos en Ti, al menos ese es nuestro deseo, para que tus Palabras permanezcan en nosotros, y te pedimos lo que más arriba hemos dicho en la confianza de que sea lo que mejor conviene y todo se hará según Tú nos ha prometido. Amén.

lunes, 4 de mayo de 2015

AVIVA MI CORAZÓN SEÑOR Y DARLE LA FUERZA DE TU ESPÍRITU



El ajetreo de la vida diaria, y las exigencias que la misma vida te impone van minando tus fuerzas. Hay momentos que se te hace muy pesada y te cuesta arrancar o te exige un impulso fuerte para dar el paso y seguir adelante. 

Otras veces es el desánimo que, consecuencia del peso, ralentiza tus pasos y amenaza con pararte y hundirte en la depresión. Muchas personas se anulan y dejan de relacionarse o salir a la calle. Encerradas en sus casas mueren para la vida exterior. Muchos pensaremos que Dios se ausenta o que nos olvida. Porque no entendemos este enfriamiento o desánimo.

Podemos pensar que son pruebas; podemos pensar que Dios quiere ver la autenticidad de tu amor; podemos pensar que Dios quiere medir la calidad, la constancia y perseverancia y la firmeza de tu fe; podemos pensar que Dios quiere descubrir la fuerza de tu voluntad. Podemos pensar muchas cosas, pero nunca que Dios te abandona.

Hoy nos dice Jesús: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El Señor vive en nosotros, está con nosotros y permanece en nosotros, si nosotros permanecemos en Él. Tenemos su Palabra, y Él tiene Palabra de Vida Eterna.

El amor no se comprueba en lo festivo, en ambiente de fiesta, música y flores, sino cuando los momentos se ponen tensos, duros y exigen entrega, paciencia y atención. Esas son las pruebas que las circunstancias descubren el verdadero y auténtico amor. Y eso es lo que hoy, Señor, queremos pedirte, capacidad para sostenernos injertados en Ti y guardar siempre tus mandamientos.

Danos Señor esa fuerza y paciencia para saber estar y continuar, a pesar de las dificultades, en tu camino y perseverar en tu Palabra. Amén. 

domingo, 3 de mayo de 2015

QUIERO SER SARMIENTO INJERTADO EN LA VID VERDADERA



Señor, Tú tienes Palabra de Vida Eterna y me hablas muy claro. Sé que Tú eres la Vid, pero hoy de forma muy directa me haces oírlo de nuevo de tus mismos labios. Sin titubeos ni dudas me dejas sentir en lo más profundo de mi corazón tu Palabra. Tú eres la Vid y yo el sarmiento. Sólo injertado en Ti puedo dar frutos, y desgajado de Ti quedaré seco y sólo serviré para arder en el fuego.

Dame, Señor, a pesar de las tempestades y huracanes de mi vida, la sabiduría y la fortaleza de permanecer injertado en Ti. Porque solo así podré dar los frutos que tu Padre espera de mí, y considerarme discípulo tuyo como es su Voluntad. No dejes que me engulla este mundo egoísta con sus garras de mentira, de falsa e hipócrita apariencia y espejismo de felicidad apoyada en engaños, envidias, odios, poder y riqueza.

Dame la capacidad de discernir la verdad de la mentira, el bien del mal, y, a pesar de las dificultades, optar siempre por la verdad y el bien, ante la mentira y el mal, a pesar de que eso me exija y obligue a la renuncia de riquezas y poder. Porque en el fondo de todo eso yace el vacío y el sin sentido.

Dame, Señor, la fortaleza de esperar pacientemente injertarme en la Vid de tu Corazón, para fortalecido por Ella, ser sarmiento vigoroso y fértil que dé frutos abundantes. Tan abundantes que, por tu Gracia, alcance la dicha de ser limpiado por tu Padre para quedar fértil y dar nuevos frutos. 

No cesaré de rogarte Señor esa gracia, porque sé que de mí no depende. Lo que tengo, que es lo que Tú mes has dado, mi libertad y mi voluntad, lo pongo en tus Manos, para que Tú, la Vida Verdadera, la riegues con tu savia y me inundes de tu Gracia para dar esos frutos que tu Padre espera. En tus Manos Señor pongo todas mis esperanzas. Amén.