Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 6 de mayo de 2015

¿QUÉ SUCEDE EN MI IGLESIA?



Mi Iglesia es una. No pueden haber varias, porque sólo una es la fundada por Jesús. Y si eso es así, sería importante tratar de unirnos primero para dar testimonio de unidad. No puede ser que habiendo varias iglesias, todas mi digan que son verdadera, y me propongan un camino para llegar y vivir en Jesús.

¿Por qué no me puedo poner yo también mi propio camino? Quizás ese sea uno de nuestros mayores fallos y errores. Presentarnos seguidores de Jesús y tratar de seguirles divididos y cada uno por un lado. La historia nos descubre esas escisiones de la Iglesia que la dejan mal y separada, y de difícil imagen de ejemplo y unidad. No obstante, el mismo pueblo elegido por Dios estuvo siempre en guerras y separaciones internas.

No damos imagen de Iglesia cuando caminamos separados, pero tampoco cuando cada cual hace lo que le parece mejor. Suponiendo buenas intenciones, pero quizás intoxicadas por el propio egoísmo que nos caracteriza. Ni tampoco de mucha fe, cuando en el centro de nuestro corazón no está Jesús, y mucho menos reina en él. Eso explica que nuestra preparación sea deficiente. No en cuanto a contenido, sino a realidad vivida. 

La vida cuando se vive desde el compromiso y el encuentro con Jesús, se transparenta y se transmite de otra forma. Hay errores, ¡claro, somos pecadores!, pero las buenas intenciones dejan su sello de amor y de perdón. Y la Iglesia se nutre así de creyentes que participan en proclamar esa vida interior que viven. La liturgia, catequesis, caridad y oración se viven de forma viva entre las comunidades, que componen la unidad común, y la fracción del pan se comparte haciendo visible ese amor que los convoca y los sostiene unidos.

No parece que suceda eso, porque lo que se ve son actitudes instaladas, cómodas, asumidas e interesadas en vivir lo que cada uno le parece mejor según su pensamiento o compromiso. Se hace difícil encontrar soluciones, porque dependerán de ti y de mí. No pretendamos buscar soluciones porque quizás no las hay, sino de buscar el encuentro personal con Jesús y ver que has recibido y que puedes dar. Y en esa medida, aportando tus talentos, la Iglesia pueda encontrar su camino. 

Porque tus pasos son también los pasos de la Iglesia. Y el Espíritu Santo que la dirige cuenta contigo. Así que en la medida que tú camines bien, la Iglesia marchará también mejor. Pidámosle esa Gracia al Espíritu Santo para que, entre todos, encontremos el verdadero camino que el Padre espera de nosotros. Amén.

martes, 5 de mayo de 2015

SEÑOR, TOMAMOS TU PALABRA



Todos estamos necesitados de tu Gracia Señor. Unos porque sufren y no pueden permanecer en paz, y otros porque necesitan muchas cosas materiales y también espirituales. Hay familias tocadas por la desgracia de sufrir accidentes mortales en algunos de sus miembros, y otras que sufren tragedias naturales, como el terremoto de Nepal o persecuciones a su fe.

Lo están pasando mal, pero muy mal, y sufren y mueren. No sabemos que les conviene. Desde nuestra pobre humanidad te pedimos que terminen sus sufrimientos y salves su situación, pero, ¿es realmente eso lo mejor? Sólo Tú lo sabes, Señor. 

Tú entiendes el sufrimiento porque Tú lo sufriste, y de forma voluntaria y por amor a nosotros, para salvarnos. Quizás el sufrimiento sea parte de nuestro aprendizaje para experimentar la necesidad de tu Gracia. Tú, Señor, eres quien sabes realmente los que nos conviene y lo que necesitamos. Por eso, nos callamos y nos ponemos a tus pies para que Tú decidas por todos nosotros.

Simplemente te nombramos lo que sufrimos, lo que muchos de nuestros hermanos padecen. Hay una familia que ha perdido a su hijo de catorce meses ahogado en la comida; otra hermana me pide oraciones en este blog porque se encuentra muy mal; conozco a algunos enfermos graves y que sufren; otros muchos cristianos perseguidos; los que padecen y sufren el terremoto de Nepal, y así muchos más sediento y padeciendo hambre.

Señor nos ponemos en tu presencia y, confiados en tu promesa permanecemos en Ti, al menos ese es nuestro deseo, para que tus Palabras permanezcan en nosotros, y te pedimos lo que más arriba hemos dicho en la confianza de que sea lo que mejor conviene y todo se hará según Tú nos ha prometido. Amén.

lunes, 4 de mayo de 2015

AVIVA MI CORAZÓN SEÑOR Y DARLE LA FUERZA DE TU ESPÍRITU



El ajetreo de la vida diaria, y las exigencias que la misma vida te impone van minando tus fuerzas. Hay momentos que se te hace muy pesada y te cuesta arrancar o te exige un impulso fuerte para dar el paso y seguir adelante. 

Otras veces es el desánimo que, consecuencia del peso, ralentiza tus pasos y amenaza con pararte y hundirte en la depresión. Muchas personas se anulan y dejan de relacionarse o salir a la calle. Encerradas en sus casas mueren para la vida exterior. Muchos pensaremos que Dios se ausenta o que nos olvida. Porque no entendemos este enfriamiento o desánimo.

Podemos pensar que son pruebas; podemos pensar que Dios quiere ver la autenticidad de tu amor; podemos pensar que Dios quiere medir la calidad, la constancia y perseverancia y la firmeza de tu fe; podemos pensar que Dios quiere descubrir la fuerza de tu voluntad. Podemos pensar muchas cosas, pero nunca que Dios te abandona.

Hoy nos dice Jesús: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El Señor vive en nosotros, está con nosotros y permanece en nosotros, si nosotros permanecemos en Él. Tenemos su Palabra, y Él tiene Palabra de Vida Eterna.

El amor no se comprueba en lo festivo, en ambiente de fiesta, música y flores, sino cuando los momentos se ponen tensos, duros y exigen entrega, paciencia y atención. Esas son las pruebas que las circunstancias descubren el verdadero y auténtico amor. Y eso es lo que hoy, Señor, queremos pedirte, capacidad para sostenernos injertados en Ti y guardar siempre tus mandamientos.

Danos Señor esa fuerza y paciencia para saber estar y continuar, a pesar de las dificultades, en tu camino y perseverar en tu Palabra. Amén.