Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 19 de mayo de 2015

UN CAMINO DE PASIÓN Y MUERTE PARA SER GLORIFICADO ETERNAMENTE



Es un camino extraño. Extraño a nuestra humanidad y forma de entender la vida. Nosotros sentimos deseos de vivir cómodamente, sin esfuerzo y divertidos. Es decir, queremos vivir en gozo y felicidad. Sin complicaciones ni sufrimientos. Es eso lo que realmente buscamos.

Sin embargo, pronto descubrimos que eso es una utopía. La vida se encarga de ponernos en su sitio. Tengamos la condición que tengamos, riquezas y poder. La salud no respeta ni sabe de privilegios ni estatus. El sufrimiento tampoco y la muerte menos. Hermanos menores, pero no por eso de menos consideración, la envida, soberbia y orgullo hacen que la vida se vuelva huraña, agria, triste e inaguantable.

Verdaderamente, superar todas estas dificultades nos exigen un gran esfuerzo hasta tal punto que sólo no podemos. Tendremos que buscar apoyo en Jesús. Él lo ha pasado y ha salido victorioso. Nos lo propone con su ayuda, pero nos cuesta aceptar, porque buscamos otro tipo de camino. Incluso, pensamos que tendremos que recorrerlo solo, porque el Señor parece que se nos esconde a veces. Y las dudas nos hacen ir perdiendo la fe y la confianza.

Necesitamos la fe y la confianza de abandonarnos en sus Manos. El Señor hoy nos habla de eso, y nos anima a caminar apoyados en su Espíritu. Ruega al Padre por nosotros, y le pide que nos ayude y proteja. 

También, Señor, nosotros te pedimos ayuda y fuerza para continuar la lucha sin desfallecer. A pesar de nuestras dudas, oscuridades, desánimos y fracasos, empujanos, Señor, a seguir adelante sin titubeos ni desmayos, y con la confianza de que el resultado final será encontrarnos Contigo.

lunes, 18 de mayo de 2015

JESÚS HA ASCENDIDO A LOS CIELOS PARA REGRESAR



Se ha ido, pero regresará. Condición para regresar es irse, y Jesús se ha marchado para estar a la derecha del Padre y regresar cuando lo estime oportuno. Es una gozada y alegría inmensa esperar la venida del Señor. Y más todavía esperar la hora del encuentro con Él.

Para el creyente, tanto el final del mundo o la hora de su muerte son fechas especiales que marcan extraordinariamente su vida. Ayer hablábamos de eso. La muerte ha pasado a no ser temida, ni a tener la última palabra. No obviamos que son momentos difíciles y de tristeza, pues las separaciones siempre duelen. Pero de eso a morir y desesperar va un abismo.

Cristo Vive y permanece con nosotros venciendo al mundo. La Resurrección queda señalada con la Ascensión. Jesús acude al Padre y allí nos prepara un lugar para nosotros también, para todos aquellos que crean en Él y se esfuercen en cumplir la Voluntad del Padre. Pero, permanece entre nosotros en la Eucaristía dándonos su Cuerpo y su Sangre en Espíritu y fortaleciéndonos para la lucha.

No perdamos la esperanza de acudir siempre al Señor. Él no se ha ido. Permanece junto a nosotros tendiéndonos la Mano para asirnos y levantarnos. El Espíritu de Dios vive en cada uno de nosotros, y se nos da, a través del Señor, en cada Eucaristía, alimentándonos para que podamos combatir y vencer las adversidades que el mundo, demonio y carne nos oponen.

Te pedimos Señor la sabiduría y la fortaleza de resistir y no desfallecer ante las tentaciones y peligros, bajo la apariencia de felicidad, que el mundo nos ofrece, y, permaneciendo en Ti, podamos superarlos.

domingo, 17 de mayo de 2015

TE PEDIMOS, SEÑOR, QUE NOS HAGAS SENTIR TU RESURRECCIÓN



Hablamos de tu Resurrección, y queremos sentirla. Sentirla como lo más grande de nuestra vida, pero nuestra limitada capacidad humana nos impide darnos cuenta de lo que decimos y de lo que queremos celebrar. No sentimos como nos gustaría sentir. Y en esos sentimientos descubrimos nuestra pequeñez y tu Grandeza, Señor.

Por eso nos atrevemos a pedirte sabiduría y capacidad de experimentar la grandeza de tu Resurrección, y de tomar conciencia de que estamos invitados por Ti a Resucitar también junto a Ti. ¡Es para volverse loco! Quizás por eso no nos permite experimentar más allá de nuestra limitada humanidad, porque no estamos preparados para entenderte ni para asumir tan alta dignidad.

Presumiblemente y claramente, necesitamos la fe. Que es fiarse de tu Palabra y, confiado en Ti, esperar tu llegada cuando Tú lo decidas. Pero esperarla proclamando tu grandeza y tu buena Noticia de Resurrección. Esperarla confiados en que todo lo que nos has dicho y nos has dado lo podemos realizar, y confiados en que nos estás preparando un lugar inimaginable junto a Ti para vivir en plenitud toda nuestra vida.

Gracias Señor, vale la pena pasar lo que haya que pasar esperando tu venida. Vale la pena darle sentido a esta vida en la esperanza de anhelar un día el encuentro pleno y dichoso contigo. La muerte ya no pinta nada, sólo que es el momento cumbre de nuestra cita, de nuestro encuentro, de verte y contemplarte cara a cara y de no saber como imaginarlo.

Gracias Señor porque llenas mi vida de esperanza, de ilusión, de paciencia, de gozo y de amor. Espero ilusionado ese momento de mi vida como la cita y el encuentro más importante que me impulsa día a día a seguir caminando lleno de esperanza. Amén.