Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 9 de junio de 2015

EL RETO DE SER SAL Y LUZ



Diremos que no mete goles aquel que no tira a puerta. Es lógico que para marcar hay que tirar y quien no tira no falla, pero tampoco marca. El riesgo es imprescindible para conseguir algo, y para ser sal y luz hay primero que vivir para luego contagiar y alumbrar.

Quien no se preocupa por nada, difícilmente tiene oportunidades para comprometerse y darse, y menos para ser sal o luz. Ser sal necesita transparencia, sencillez, humildad, servicio y obras, porque sin obras la sal no sala, ni la luz alumbra. Pero tampoco la sal y la luz, solo con obras, salan y alumbran, necesitan la verdadera Sal y la verdadera Luz para que, sus obras, den el punto salado y la luz necesaria que reflejen el Rostro del Señor.

Aparta de nosotros, Señor, la tentación de querer salar y alumbrar con la sal y la luz de mi propia vida sin contar contigo, porque Tú eres la Verdadera Sal y Luz que salas y alumbras mi vida y la de los demás. Dame la capacidad de, como la sal y luz, ser instrumento para endulzar y señalar de forma nítida los caminos por los que Tú, Señor, quieres hacerte el encontradizo con cada uno de nosotros. Y de transmitirlo con mi vida y palabra por la acción del Espíritu Santo.

Dame la valentía de aceptar el reto de hacer de mi vida sal y luz para dar sentido y claridad a a la vida de todos aquellos con los que tropiezo y me relaciona. Dame la sabiduría de saber hablarles no solo con palabras, sino también con mi vida. Pero, sobre todo, saber escucharles guardando silencio y respetando sus ideas a pesar de que a mí me parezcan torcidas.

Quizás muchos esperan tu oposición y disputa para que les sirvas como prueba y ejemplo que les asista para justificar su rechazo. Porque no se trata de convencer, sino de proponer con amor que Jesús busca y quiere nuestra salvación.

lunes, 8 de junio de 2015

NO PODEMOS SER BIENAVENTURADOS SIN PADECER



La pregunta está en el tejado, ¿por qué tenemos que padecer? No se trata que queramos o no queramos. Sin lugar a duda que no queremos, pero sabemos que padeceremos porque la verdad nunca es aceptada. La experiencia nos lo demuestra. Se miente mucho por envidia, para engañar a la justicia, para satisfacer los egoísmos...etc.

Y cuando se miente también se persigue, se castiga y se hace sufrir a los que defienden la verdad. Es el caso de Asia Bibi entre otros. El martes ponen en mi parroquia una película sobre su vida y padecimientos a raíz de ser encarcelada por blafemia. y perseguida por su fidelidad a la fe en el Señor.

Y ponerse al servicio de los demás no es placentero ni cómodo. Exige sacrificio, llorar con los que lloran y sufrir con los que sufren, porque muchas veces no podemos hacer otra cosa. Estar al servicio de la verdad y la justicia complica la vida. Por eso,  Jesús nos habla hoy de lo que les va a pasar a aquellos que le siguen. Sufrirán como Él, porque la verdad molesta y trataran de apartarla de su camino.

Pero les anima y les llama bienaventurados a todos aquellos que sufre y padecen por buscar y defender la verdad, la justicia y la paz. Y les conforta y fortalece para que en esos momentos sientan el gozo y la paz de sentirse hijos de Dios y llamados a una vida eterna y gozosa.

Danos, Señor, el valor, la paciencia, la fortaleza, la sabiduría y la perseverancia de no desfallecer ni alejarnos de tu presencia. Y nunca negarte ni abandonarte por muchos que sean los obstáculos, sufrimiento y peligros que nos asalten en la vida. Danos tu santo Espíritu para, injertado en Él, podamos encontrar el coraje y la valentía de seguir siempre adelante.

domingo, 7 de junio de 2015

JESÚS ES EL ALIMENTO QUE MANTIENE MI VIDA



Sin la Eucaristía estaríamos a merced del diablo, porque nuestra fragilidad se vería debilitada sin la presencia del Espíritu del Señor. Jesús nos propone y nos invita a hacer la fracción del pan de su Cuerpo y su Sangre porque sabe de lo que lo necesitamos.

Se ha hecho Hombre no para hacernos una visita, sino para protegernos y darnos, por amor, la oportunidad de salvarnos. Lo hace entregándose a una muerte de Cruz para pagar por nuestra infidelidades y pecados. Lo hace ofreciéndose como víctima propiciatoria al Padre como rescate por nuestros pecados y liberándonos de la muerte eterna.

Y nosotros permanecemos ciegos, ofuscados en un trozo de tierra, de poder, de privilegio, de riqueza, de placer caduco que ignorantemente cambiamos por el Tesoro prometido que ni siquiera podemos imaginar su grandeza y gozo. 

¡Señor!, danos la sabiduría de levantar nuestra mirada y de frecuentar la Eucaristía donde nos alimenta espiritualmente y nos fortalece para la lucha diaria de cada día. La lucha contra las apetencias, apegos, ambiciones, poder, riquezas y vanidades que nos pierden y nos alejan de Ti. Gracias, Señor, por quedarte a nuestro lado y por darte y partirte con nosotros. Danos la capacidad de entender y de repartirnos nosotros también con los hermanos, sobre todo con los más necesitados.

Señor, somos conscientes de nuestra fragilidad humana, y experimentamos inclinaciones a la pereza, al egoísmo, a la vida cómoda, despreocupada y sin esfuerzos. Nos descubrimos con carencias y limitados y descubrimos la necesidad de tu Espíritu. Te pedimos Señor que no desfallezcamos ni nos alejemos de Ti, y que nunca nos falten las fuerzas para, a pesar de nuestros fracasos y pecados, dejar de seguirte. Amén.