Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 9 de abril de 2016

LA VIDA SE NOS PRESENTA, EN MUCHOS MOMENTOS, COMO MARINEROS EN UN MAR DE TEMPESTADES




¡Señor!, ¿qué sería de mí en este mundo de turbulencias y peligros que amenazan con hundir la barca de mi vida si Tú no estás a mi lado? ¿Qué sería de mí sin tu Presencia serena, firme, segura y llena de paz? ¿A dónde dirigiría mi barca si Tú, mi Señor, no me señalas el rumbo de ese Puerto al que Tú me invitas y me quieres llevar?

Son preguntas que laten dentro del corazón de todo hombre que, parando un momento su vida, medita y piensa sobre el rumbo que lleva. Yo, Señor, quiero embarcar en esa tu Barca, la que Tú dejaste a tus discípulos y apóstoles, con Pedro a la cabeza, como roca donde apoyas tu Iglesia.  No quiero perderme ese viaje, y quiero estar vigilante y disponible para embarcar inmediatamente, sin billete de vuelta ni devolución. 

Quiero agarrarme, a pesar de la zozobra de maremotos y tsunamis, a la fe que tu me regalas, y también a la esperanza puesta en Ti de tomar tierra en ese paraíso que Tú nos has ido preparando al ascender a los cielos después de estar cincuenta días con nosotros. No permitas, mi Señor, que pierda el billete de subir a tu Barca, tu Iglesia, y con todos sus tripulantes seguir el rumbo que Tú nos has trazado.

¡Señor!, en Ti confío y a Ti me entrego cada instante de mi vida. Al menos esa es mi intención, para que, por tu Gracia, mi camino sea tu Camino; mi verdad, sea tu Verdad, y mi vida sea tu Vida.

Espíritu Santo, renueva en mí cada día, la alegría de creer que estás presente en el corazón de mi vida. Haz que sea capaz de responder, como los apóstoles, a tu invitación: !Sígueme! Jesús, nuestro Señor, Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

viernes, 8 de abril de 2016

LOS PANES Y PECES DE MI VIDA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




En muchas ocasiones nos quejamos de nuestra impotencia. Y es verdad que eso ocurre, pero quizás en algunas obviamos la posibilidad de poder hacer algo y permanecemos pasivos. Es posible que no podamos con muchas cosas, pero siempre hay algún pedazo de pan que podamos dar para mitigar el hambre de otros.

Me estoy refiriéndonos a nuestros propios talentos. Posiblemente no sepamos ni los talentos que tenemos, pero, cuando la ocasión nos lo exige y lo requiere, los explotamos, y somos nosotros los sorprendidos por tanta pericia y eficacia. La diferencia está que nos hemos esforzados como si de ello dependiera nuestra vida. Cosa que no hacemos en otras circunstancias.

Y, el Señor, nos pide todo nuestro esfuerzo y voluntad en elaborar nuestro pan para luego compartirlo. Pero, nosotros, dudamos de nuestra capacidad y, sobre todo, de la de Él, que en definitiva será quien lo hace todo. Pidamos al Señor la Gracia de ser capaces de multiplicar los panes y peces de mi vida y de compartirlos con todos aquellos que lo necesiten y lo busquen.

Pidamos al Señor la Gracia de ser levaduras que fermenten la masa para saciar el hambre y la sed de todos aquellos que buscan el alimento del Señor para, viviendo en Él, alcanzar la Vida Eterna. Pidamos que la luz del Espíritu Santo nos fortalezca para, despojados de nuestras apetencias y egoísmos, pongamos al servicio de los demás todos nuestros panes y peces que sirvan para ayudarles a mitigar su hambre y sed del Señor.

Haz, Señor, de todos nosotros la masa y levadura de tu multiplicación de panes, para que en tus Manos, seamos alimento de salvación para todos aquellos que escuchan tu Palabra. Amén.

jueves, 7 de abril de 2016

LAS COSAS DE LA TIERRA LAS TENEMOS DELANTE DE LOS OJOS




Ese es el problema, que vivimos aquí abajo. La cuestión será darnos cuenta que, aunque vivamos en este mundo, no pertenecemos a él. Pero eso no es fácil, porque chocamos con nuestra humanidad, débil y sometida al pecado. Las ofertas del mundo nos seducen y nos tientan. Jesús las vivió en el desierto y nos señala el camino para no caer en tentación.

El mayor peligro no son las propias tentaciones, sino pensar que nosotros solos podemos. Nuestra propia autosuficiencia es la mayor de las tentaciones, que nos hace pensar que no necesitamos de la Gracia del Espíritu Santo y que nos bastamos por nosotros mismos. Y de eso se aprovecha el demonio y, como a Jesús en el desierto, nos tienta.

Necesitamos el concurso y la asistencia del Espíritu Santo, y la constante oración. Estas humildes reflexiones persiguen ese objetivo, mantenernos despiertos y levantar nuestra mirada hacia arriba, porque las cosas de arriba son las que realmente valen y de las que nos habla Jesús con su Palabra (Mt 6, 19-21). Sólo el Señor nos puede dar la salvación porque Él viene de arriba y sabe lo que hay arriba y ha ido a prepararnos un lugar en el cielo (Jn 14, 1-4).

Pedimos al Señor que nos llene de su Sabiduría y nos aumente nuestra fe, para que fieles a su Palabra creamos en Él, y, creyendo en Él, certifiquemos que es veraz: Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu sin medida (Jn 3, 33-34).

El Señor nos provee y nos da todo lo que necesitemos para encontrar el camino y las fuerzas de levantar nuestra mirada y vencer la tentación de este mundo en el que vivimos. El Espíritu nos llena plenamente y nos fortalece en nuestra batalla de cada día para vencer las fuerzas del mal que nos asedia. Tengamos la confianza y la fe y la esperanza de esperar la segunda venida del Señor para llevarnos al lugar que nos ha prometido. Un lugar donde reina la Paz y la felicidad Eterna. Amén.