Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 3 de mayo de 2016

TÚ, SEÑOR, ERES MI CAMINO, MI VERDAD Y MI VIDA



No podemos empecinarnos en llegar a Dios directamente y por nuestros medios. Jesús, el Hijo, ha sido enviado para señalarnos y acompañarnos en el Camino. Él, precisamente es el Camino, la Verdad y la Vida, y en Él encontraremos al Padre, porque Él y el Padre son uno.

Le dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. 

No se puede hablar más claro. Gracias, Señor, por darnos esta nueva oportunidad de conocerte y de, en tu Palabra, encontrar el Camino, la Verdad y la Vida para, por Ti, llegar al Padre. Gracias, Señor, por depositar en nosotros toda tu confianza y darnos poder para hacer tus mismas o más obras.

En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.

Creer en Jesús es creer en su Palabra. Y su Palabra nos hace hoy temblar, porque nos da poder para hacer obras aún mayores. Por eso te pedimos, Señor, que aumentes nuestra fe hasta el punto de confiar plenamente en tu Palabra y en el poder que, para Gloria del Padre, Tú depositas en nuestras manos. Amén.

lunes, 2 de mayo de 2016

GRACIAS, SEÑOR, GRACIAS



Nada podríamos hacer sin la presencia del Espíritu de Dios. Nada sería igual sin el consuelo del Espíritu Santo y todo se nos haría oscuridad sin la presencia del Espíritu Santo. Por eso, Señor, te damos gracias y te bendecimos, porque has mirado nuestra pequeñez y debilidad y nos has fortalecido con y en la presencia de tu Espíritu.

Es el Espíritu Santo quien nos guía y nos orienta y nos defiende y protege de las amenazas y poder del demonio. Con Él podemos escapar y estar protegido de la inclinación del pecado y también de todas las tentaciones que, en cada instante de nuestras vidas, nos sugieren desviarnos, alejarnos y huir de la presencia de Ti, Señor nuestro.

Gracias, Señor, por el gran regalo del Bautismo, en el que nos dona la presencia y acción del Espíritu Santo, para que, fortalecidos en Él, podamos vivir en tu Palabra y proclamarla con nuestras vidas y acciones. Gracias, Señor, por la vida, por la fe, por el amor y, sobre todo, por la oportunidad de alimentarme de tu Espíritu con frecuencia en la Eucaristía.

Gracias, Señor, por ese Pan y Vino que se transforman en tu Cuerpo y tu Sangre en el memorial de tu Pasión y Muerte y que por la epíclesis, extendiendo sus manos sobre el pan y el vino: "santifica estos dones con la efusión de tu Espíritu", se transforman en el Pan y Vino que nos alimenta espiritualmente nuestra alma y nos conforta y fortalece para la andadura de nuestro propio camino pascual que cada uno de nosotros queremos compartir contigo.

Por todo lo recibido, pero, principalmente, por tener la conciencia de sabernos tus hijos y por tanto amor que tu Padre, Señor, revelado por Ti, nos ha dado y continua dándonos, te damos las gracias y te pedimos que nos sostengas durante el camino de nuestra vida en tu presencia hasta llegar y descansar en Ti. Amén.

domingo, 1 de mayo de 2016

LA HUELLA DEL AMOR ESTÁ EN NUESTRO CORAZÓN



No es difícil darse cuenta y experimentar que estamos hecho para amar. Evidentemente, si reflexionamos un poco nos damos cuenta que nuestra creación responde al amor. Cuando amamos nos experimentamos felices y gozosos y eso se ve claro en nuestros hijos.

Hace poco me dijo un joven que desde el nacimiento de su primer hijo se sentía muy sensible. Y es que el amor nos transforma. Cuantos jóvenes se confiesan no preparados para tener un hijo. En lo más profundo de sus corazones temen ser responsables y despegarse de sus apegos y apetencias por los hijos. Pero cuando se experimenta el ser padre, todo cambia y nos sentimos dichosos al amar.

Seguramente no sabríamos explicar cómo y cuánto amamos a nuestros hijos, y desconocemos de donde nos viene ese amor. Y es que vive dentro de nosotros y nos ha sido regalado por Dios. Así de sencillo. De esa misma forma, elevado al Infinito, nos quiere Dios, y nos regala la vida y el amor eterno. Por eso, dentro de nosotros, experimentamos esos deseos inmenso de ser felices y eternos, porque somos sus hijos, y cuando amamos sentimos esa dicha y gozo al que estamos llamados: Plenitud eterna.

Por eso, Padre, te damos gracias por este inmenso regalo del amor, y te pedimos que no deje de crecer dentro de nuestro corazón para, amándote a Ti sobre todas las cosas, amemos también a todos los hombres y mujeres de la tierra que se nos hagan presente en el camino de nuestra vida. 

Y te agradecemos con exultante alegría y renovadas esperanzas ese Infinito regalo de la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas. Porque en Él y sólo en Él podremos encontrar la fortaleza, la voluntad y la sabiduría para superar todos los obstáculos del camino.  Amén.