Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 25 de julio de 2016

UNA CRUZ DE SALVACIÓN



No parece la cruz lo que aparenta, porque en lugar de servirnos para doblegarnos y matarnos, la Cruz, desde la Muerte del Señor Jesús se ha convertido en Cruz y signo de Salvación. La Cruz representa el signo por excelencia, para los cristianos, de Salvación, porque por ella y en ella Jesús, el Hijo de Dios, con su Muerte y Resurrección ha ganado, para lo que creen en É,l la Resurrección Eterna.

Por lo tanto, nuestras cruces, aunque no cruentas, son oportunidades para alcanzar la Santidad y la Salvación Eterna. Y cruces hay muchas en nuestras vidas. Y de todo tipo, desde la enfermedad hasta la entrega a los necesitados y disminuidos. La Cruz es signo de triunfo sobre la muerte y cuando la abrazamos, abrazamos también la vida.

Por eso, Señor, hoy queremos pedirte que nos des la fuerza y sabiduría de abrazar nuestra peculiar cruz. La de aceptarnos tal y como somos; la de aceptar la enfermedad y los problemas que la vida nos presenta; la de entender y aceptar nuestro servicio y entrega a los que lo necesitan, sobre todo a los más desposeídos y excluidos. Y la de comprender que en la entrega y servicio a los demás cumplimos tu santa Voluntad. Amén.

domingo, 24 de julio de 2016

HAZ, SEÑOR, QUE MI VIDA SEA UNA ORACIÓN



La oración se hace verdadera oración cuando se encarna en la vida. Una oración desencarnada se convierte en religión, precepto o piedad sin savia divina y sin vida y sin frutos. Porque la oración tiene como resultado dar frutos, y si no los hay es que es oración sin vida, muerta. No hay gripe auténtica si no contagia, y, siguiendo el mismo paralelismo, no hay oración cuando no se refleja en la vida.

El Padre nuestro que Jesús nos enseña es una oración encarnada en la vida, porque es la relación de un Padre con sus hijos. Un Padre al que santificamos su Nombre porque nos ha dado la vida y todo lo que tenemos y somos. Un Padre al que le pedimos su Reino porque entendemos que es en su Reino donde verdaderamente podemos ser felices. Y, un Padre, al que también pedimos nuestras necesidades de cada día y su Perdón, cómo y en la medida que también nosotros estamos dispuestos a perdonar. Y que nos libre de exponernos a las tentaciones.

Una oración encarnada, porque ese Padre Vive, está pendiente de nosotros y, en su Hijo Jesús se hace presente en cada reunión en su Nombre. Es un Dios vivo, que actúa en cada instante de nuestras vidas y que habla y escucha y camina con cada uno de nosotros. Es un Dios con el que hablamos en el peregrinar de nuestros caminos y con el que interactuamos en todo momento. Por lo tanto, no puede ser una oración que sirva sólo para un rato, para cumplir con un precepto o para utilizarla en puntuales momentos como normas o hábitos de vida. ¡No, así no!

Es una oración viva y modelo y referencia de vida. Es una oración que incide en cada actitud y vivencia existencial de nuestro ser, actuar y obrar. Es una oración que nos invita a santificar el nombre de Dios, a buscar su Reino y nuestro pan de cada día, a perdonar y a cuidarnos de ponernos en peligro alejándonos de la actitud de vivir en su Voluntad. Es una oración de relación íntima y diaria con Alguien que Vive y está dentro de mí.

Por eso, Padre, dame la sabiduría de descubrir tu presencia en cada instante de mi vida, conmigo mismo, en mi relación con los demás, sobre todo en la actitud de perdonar las ofensas recibidas, y fortalece mi perseverancia e insistencia en no perder la confianza de pedirte todo aquello que me relaciona y me lleva a Ti y al gozo de tu presencia. Amén.

sábado, 23 de julio de 2016

¿DÓNDE ME PLANTO, SEÑOR, PARA ETERNIZAR MI VIDA?



Sólo Tú, Señor das sentido y norte a mi vida. Sólo tú, Señor, ordenas el armario de mi endurecido corazón con sentido, y pones esperanza en el lugar destacado que corresponde a mi vida reforzando así la confianza y la fe en Ti, mi Señor. Sólo Tú, Señor, alimentas y das nueva savia a mi vida para que dé frutos en tu Nombre y para tu Gloria.

Sólo Tú, Señor, alientas mis pasos y orientas mi camino lleno de sombras, de dudas, de fracasos, errores,  miserias y de pecados, lavándolos con tu Perdón y Misericordia. 

Gracias, Señor, por tu descanso y por tu alivio; por tu comprensión y tu paciencia. Da Luz a mi pobre vida y fortalécela para que sea dócil y fiel a tu Palabra y a tu Voluntad. Amén.