Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 17 de agosto de 2016

LLAMADOS PARA EL CIELO



Jesús es el Propietario que busca obreros para su Viña. Es decir, busca a hombres y mujeres para el Reino de Dios. No se queda quieto esperando que tú y yo vayamos a apuntarnos, sino que Él ya nos tiene apuntado desde el principio, y ahora viene a decírnoslo. Y nos busca a todas horas.

Es verdad que todos no estamos en el mismo lugar, ni tampoco en la misma situación. Unos necesita el trabajo, es decir, la salvación, con más urgencia que otros. Y son contratados desde las primeras horas de la mañana. Pero otros están más remisos o más gandules, y les llega la noticia de que les buscan para el trabajo a medio día. Y otros acuden a las últimas horas de la tarde. 

Sin embargo, todos han sido invitados. Es posible que algunos se hayan negado a ir instalados en sus comodidades y placeres. Pero, a pesar de eso, el Señor ha salido a buscarlos e invitarlos. Miremos para nosotros y preguntemonos: ¿He aceptado yo la invitación del Señor a trabajar en su Viña? ¿Y sé realmente que clase de trabajo tengo que hacer? ¿O qué es lo que Él me pide?

A veces pedimos sin ni siquiera saber que tenemos que hacer. Nos molestamos porque a otros le dan la misma paga que a nosotros. ¿Acaso somos nosotros quienes pagamos? ¿Nos han pagado menos que lo que nos han prometido? 

Perdóname, Señor, por tanta osadía y tanto descaro. Perdóname, Señor, por tanta rebeldía y orgullo creyendo que merezco lo que me dás y los otros no. Perdóname, Señor, por mi ceguera y mi necedad. Dame la sabiduría de entender que Tú eres el Señor de la Vida y la Muerte, y que todo te pertenece, incluyéndome a mí y a todos los hombres. Amén.

martes, 16 de agosto de 2016

DIOSES Y RIQUEZAS



Todos de alguna manera ambicionamos ser ricos. Quizás, para muchos no sea el dinero lo primero, pero su riqueza puede estar en otra cosa:  La fama, el prestigio, el poder o que le rindan admiración. Hay muchos tesoros y muchas formas de riquezas.

Ser rico no es tener bastante dinero, sino poner a Dios en un segundo lugar en tu vida. Ser rico es creer que con el dinero puedes arreglar tu vida y hasta ser feliz. Ser rico es pensar que Dios no basta, y que además de tenerlo a Él, también es bueno tener dinero. Ser rico es tender una mano a Dios, pero otra, tan importante como la primera, al dinero. Ser rico es no tener tu corazón solamente para Dios, sino dejar un lugar importante o más, para el dinero.

Porque, puedes tener dinero, pero tener a Dios en el primer lugar de tu corazón; porque, puedes ser rico, pero poner esas riquezas en función y para el servicio de muchos otros que carecen de las cosas más elementales para vivir. Jesús tuvo amigos ricos, y también muchos ricos han tenido su corazón lleno de Dios. Lo verdaderamente importante es descubrir que tener algo como poderoso, pero caduco, no es de buen gusto. Porque lo caduco termina y desaparece. Por lo tanto no vale para ponerlo en lo alto de nuestro corazón.

Nuestro Dios tiene que ser un Dios Eterno. Señor de la Vida y de la muerte, y Rey del Universo. Nuestro Dios tiene que ser un Dios que nos salva, que nos quiere como hijos y que nos ofrece la Vida Eterna en plenitud de gozo y felicidad. Nuestro Dios es el Salvador y Redentor del mundo. ¡¡Bendito sea Dios!!

Por eso, ¡¡Señor del Cielo y la Tierra!!, te pedimos llenos de gozo y alegría que nos despoje de toda riqueza que pueda ser tentación para alejarte y desplazarte de nuestro corazón. Danos la humildad y la sabiduría de saber vivir en gozo y alegría con lo necesario para este mundo, y no ambicionar riquezas que puedan tentarnos a dejarte a Ti en un lugar secundario. 

Porque, Tú, Señor, eres el Camino, eres la Verdad y eres la Vida. Amén.

lunes, 15 de agosto de 2016

ELEGIDOS COMO MARÍA


No mires para otro lado, porque tú, al igual que yo, hemos sido elegidos como María. Ella ha cumplido su misión, pero, ahora te toca a ti y también a mí. Quizás tu misión no es la misma, pues la de María es la máxima, pues ser elegida para Madre de Dios no es superada por ninguna otra dignidad. Una madre es cosa muy grande, pero ser la Madre de Dios es lo más grande.

Pero, dejando esa especial misión, tú y yo tenemos otra misión, con toda seguridad, más humilde, pero digna para Gloria de Dios, que cumplir. Una misión que se encuentra donde estamos y como estamos. Una misión que consiste en hacer su Voluntad, y que debemos esforzarnos en descubrir. Y no hay posibilidad de descubrir algo sin esfuerzo. Hacerlo e intentarlo nos llevará y exigirá sacrificios y esfuerzos, que, necesitarán tiempo y paciencia.

Fijarnos en María nos ayudará a encontrar el camino y la serenidad que nos haga descubrir que quiere Dios de nosotros. Todo consiste en ponernos a caminar. Y caminar es desinstalarnos, salir de nuestra cueva y reducto y, olvidándonos de nosotros mismos, pensar en los demás. Se nos antoja difícil, pero es el camino. Un camino que pone sus propias exigencias y nos remite a unirnos e intimar con el Señor, para pedirle fuerzas, sabiduría, paciencia y voluntad para seguir hacia delante. 

No es fácil cumplir la Voluntad de Dios. Ya nos decía Jesús en el Evangelio del domingo lo difícil que resultaba seguirle. Y, nos dice, que también ahora lo es. Muchos están pagando con sus propias vidas el mantenerse firme en la fe. Vamos contra corriente y proclamar la Verdad  nos acarrea muchos problemas. Pidamos fuerza y voluntad para no desfallecer y sobre ponernos a las contrariedades que los obstáculos de este mundo se interponen en nuestros caminos.

Por eso, Padre, arropados bajo el Manto de María, te pedimos que nos llenes de paciencia y sabiduría para saber discernir el bien del mal y, apartando el mal apliquemos siempre el bien para todos los hombres. Amén.