Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 5 de marzo de 2017

EL PODER DEL TENTADOR

Estamos atrapados si no nos preparamos. Nuestro corazón está herido, y el infarto amenaza a cada instante si no sabemos cuidarnos. Las ofertas para rompernos el corazón son varias. Fundamentalmente tres, que luego se desglosan en múltiples. Pero esas tres, conocidas, podemos trabajar para rechazarlas siempre y cuando vayamos protegido y unidos a la Gracia de Dios. En Él seremos invencible.

Pero hay que tener cuidado, pues el Maligno sabe lo que hace y tiene mucho poder para vencernos. Es mucho más inteligente que nosotros y sabe seducirnos. Sin embargo, con Jesús no pudo ni puede. Luchó con Él en el desierto y sucumbió a la fortaleza y poder de Jesús. Claro, no perdamos de vista que fue conducido al desierto por el Espíritu Santo y le acompaño todo el tiempo.

También nosotros podemos hacerlo acompañados por el Espíritu de Dios. Caminando con el Señor iremos bien seguros, hasta el extremo de gritar que Cristo y yo mayoría aplastante. Eso es lo que hoy queremos pedirte, Señor. Caminar por el desierto de nuestra vida unido a Ti. Sí, sabemos que para eso necesitamos estar contigo, pero también poner en juego todo nuestro esfuerzo y voluntad, que de Ti hemos recibido para la lucha. No podemos dormirnos ni despistarnos. Tenemos unos talentos que hay que poner en juego. Lo demás, a donde nosotros no podamos llegar, dependerá de la fuerza del Espíritu Santo, que nos auxilia y nos asiste.

Te pedimos, Señor, fuerza y  voluntad para no desfallecer y atravesar el desierto de nuestra vida apoyado y sostenido en tu amor. Saber rechazar las ofertas que el mundo nos propone; la ambición de poder que nuestros deseos y apetencias nos despiertan y, sobre todo, el culto a nuestras pasiones corporales que nos engañan y seducen con sus gozos y placeres caducos. Todo eso que, presentado como un oasis de felicidad, es puro espejismo que pronto se desvanece y se evapora.

Danos, Señor, la sabiduría de sabernos mantener fuertes y firmes, resistiendo los embates del camino de nuestro propio desierto, y, la valentía de, apoyados en la oración, la confianza en Ti, la Gracia divina y la fortaleza de Ti recibida, soportar y recorrer el desierto de nuestra vida hasta llegar a Ti. Amén.

sábado, 4 de marzo de 2017

VIVIR EN Y A TU ESTILO, SEÑOR

Eso me gustaría, Señor, vivir como Tú lo has hecho en tu paso por este mundo. Vivir de forma misericordiosa, perdonando y amando. Haciendo el bien por todas partes y a todos, preferiblemente a los pobres y necesitados. Y, por eso y para eso, necesito estar injertado en el Espíritu Santo, que ha venido tras tu ascensión para quiarme y asistirme en mi camino pascual hasta compartir mi muerte contigo, Señor. Abrirme a la acción del Espíritu y dejarme conducir por Él poniendo todo mi empeño y voluntad en seguirle y actuar según su impulso.

Me llamas, a pesar de mis pecados, y me tiendes tu Mano. No vienes a curar ni a salvar a los justos, sino a redimir y salvar a los pecadores. Porque, ¿ quién puede considerarse libre de pecado? Todos estamos manchados por el pecado original, y nuestra naturaleza es débil. Necesitamos la fuerza de tu Espíritu y tu Misericordia para encontrarnos con tu perdón. Nos experimentamos perdonados porque Tú nos llamas e invitas a seguirte, y pones en nuestras manos la ingente tarea de ser misericordiosos como el Padre.

Esa confianza y ese amor nos descubre tu gran Misericordia y tu Infinito Perdón. Y, abiertos a él, queremos darte las gracias, y pedirte que nos transformes, para, como Tú y a tu estilo, esforzarnos nosotros también en prácticarlo y vivirlo.

Hoy es un día de agradecimientos. Agradecimientos por esa luminosa misericordia que nos regala y pone a nuestro alcance, por tu Gracia, alcanzar el perdón y la salvación. Nos sabemos limitados y pecadores. Imposible para nosotros subir la pendiente de nuestra propia pasión pascual aislado de tu Espíritu. Te pedimos, Señor, que nos acompañes para, con tu Gracia, poder compartir nuestra humilde pasión con la Tuya y ofrecerte nuestro dolor y sacrificio.

En Ti, Señor, confiamos y nos abandonamos, y ponemos todas nuestras esperanza en tu Infinita Misericordia. Amén.

viernes, 3 de marzo de 2017

CAMINANDO HACIA MI PROPIA PASCUA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS


El camino se hace duro, angosto, sin salida. No hay vuelta atrás, siempre adelante y cada vez, quiera o no, 
Señor, estaré más cerca de encontrarme contigo. Y me preocupa llegar y presentarme con las manos vacías. Y digo vacías no porque no tenga algo en ellas, sino porque no tenga lo que Tú esperas de mí. Has puesto en mi mochila, para mi camino, lo necesario para dar fruto y multiplicar esos talentos que Tú me has dado, y temo, como aquel siervo que lo enterró, que a mí me suceda igual.

Quiero, Dios mío, negociar con mis talentos, los recibidos, pero a veces me pierdo, me confundo, me abstengo, me da miedo, pereza, y no quiero salir de mi comodidad. Quiero correr el riesgo de equivocarme, pero no ser tachado de pasivo, de instalado y permanecer quieto. Quiero aventurarme a meterme en líos que me hagan salir de mí mismo y de darme con todo el amor que en esos momentos puedo dar. Pero, quiero hacerlo contigo, Señor. Sólo no, porque fracasaría.

Porque sé que Tú has vencido. Tu Pascua es Pascua de Resurrección y eso me da fuerza, esperanza y ánimo para seguir. Camino poniendo en el horizonte de mi vida la referencia de tu Pascua, Señor. Ella da sentido a todo lo que hago y la empuja a continuar la lucha. Esa lucha de cada día, de sacrificios, de diálogo, de incomprensiones, de silencios, de compartir, de escucha, de generosidad, de tantas contrariedades que hacen un constante camino de ayuno pascual.

Por todo ello, confiado en tu Misericordia, te pido, Señor, que me des la fuerza para sostenerme en tu presencia y mantenerme en relación contigo cada instante de mi vida. Transforma mi corazón de piedra en un corazón sensible, amoroso y disponible a servir y buscar el bien. Lléname de sabiduría y fortaleza para soportar y vencer todas las apetencias, apegos y vicios que mi naturaleza de pecado trata de sugerirme y arrastrarme inclinándome egoístamente a alejarme del amor y de Ti.

Abandonado en tus brazos, Señor, me experimento querido, perdonado y amado, y confiado que la fuerza del Espíritu me dirija por el camino de la salvación. Amén.