Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 6 de abril de 2017

VIVIR EN TU PALABRA, SEÑOR, PARA VIVIR ETERNAMENTE

Es la cuestión más importante de nuestra vida, y pasa delante de nosotros indiferente. Corremos al médico, nos preocupamos en caminar, hacer ejercicio y cuidarnos. Pero, ¿qué cuidamos? ¿Un cuerpo corrupto y que se pudrirá con la muerte? Porque la forma en la que lo cuidamos no garantiza nada, sino la muerte. Sabemos que envejecemos y a esperar el último día.

¿Es qué no hay más? ¿No hay ninguna otra esperanza? Pues, Jesús habla muy claro: «En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás». Aquí tienes la solución, porque no hay otra propuesta de este calibre, y lo que hay que cuidar. Ahora, lo que falta es que te lo creas. Para ello, al menos, tienes que enterarte, conocerlos y saber quien y qué dice el Padre y a quien envía, al Hijo. Ambos son fundamentales en tu vida. ¡Claro!, si quieres vivir eternamente.

Todo lo que gastes en correr, en hacer ejercicios físicos, en dietas y toda la vida buena que quieras llevar, sin dejar de ser bueno, no sirve sino para, quizás, en el mejor de los casos, alargar unos años tu vida, pero nada más. La vida eterna y en plenitud de gozo y alegría está en el Señor. Él te la ofrece, y sólo te pide que creas en su Palabra. Y no es nada difícil si te lo pones por obra, porque vas descubriendo que todo lo que te dice está escrito dentro de tu corazón y tú lo deseas.

Sin embargo, ocurre que no es fácil hacerlo. Cuesta, porque nuestra naturaleza está tocada y muy herida. Diría, gravemente herida, pero en Él y con la Gracia del Espíritu Santo, enviado para auxiliarnos, podemos salir victorioso. Pero, para ello, necesitamos perseverar en su Palabra. Y eso es lo que, humildemente, hoy, Señor, te queremos pedir. 

Te suplicamos que nos des la fuerza de tu Espíritu para que no desistamos en seguirte y permanecer fieles a tu Palabra. Porque en Ella encontraremos la Luz y la Sabiduría para guiarnos y caminar hacia Ti por caminos de Verdad, de Paz y de Justicia. Amén.

miércoles, 5 de abril de 2017

PERSEVERAR EN LA PALABRA

Es un peligro y un grave error creernos mejores que otros. Y es un peligro porque, aunque no queramos pensar así ni creernos nada, se nos cuela ese virus que nos tienta y nos hace pensar en eso. Porque los malos pensamientos no podemos evitarlo. Vendrán, y nuestra defensa será dejarlo salir de la misma manera que entran, pero sin utilizarlo, ni hacer acopio de aprovecharnos y satisfacernos en ellos. En el Espíritu Santo tendremos un aliado fuerte para vencerlos y alejarlos.

No somos hijos de Dios porque hayamos nacido dentro de la Iglesia y estemos bautizados. Ni recibiremos la promesa de salvación por lo mismo, sino por la fe. En la medida que creamos en el Señor seremos merecedores, entre comillas, de recibir la salvación. Y digo "entre comillas" porque todo es Gracia de Dios, pues de Él los hemos recibidos.

Sin la fe en Jesús, el Señor, no es posible que nadie alcance la promesa de Abrahán. Por lo tanto, no se trata de ser judíos, discípulo, griego, esclavo o libre. Se trata de ser creyente y creer en la Palabra de Dios que nos trae Jesús. Todos estamos hermanados en el Bautismo.

Pidamos al Espíritu Santo que nos libere de ese orgullo espiritual y que nos llene de humildad. Sólo la Gracia de Dios nos hace hijos suyos y herederos, en y por Cristo Jesús, de su Gloria -Rm 8, 14-17-. Por tanto, esforcémonos en perseverar confiados en la Palabra del Señor y seguir sus mandatos, cual es el de amar. Amar como Él nos ama y nos enseña.

Pidamos paciencia, fortaleza, sabiduría y paz. En este día que empieza venimos todos a pedirte, Señor, paz, sabiduría y fortaleza. Queremos iniciar este día junto a Ti y recorrerlo confiando en Ti y perseverando en tu Palabra. Amén.

martes, 4 de abril de 2017

HAY MOMENTOS DE DESASOCIEGOS Y TRIBULACIONES

No podemos ocultar la realidad. También nosotros dudamos en muchos momentos. La fe es un don de Dios, y sólo en Él podemos estar seguros y afirmados. Pedro -Mt, 14, 28-30- se hundió en el agua cuando le vino la duda y tuvo miedo. Y todos tenemos momentos de zozobra y tribulación. Necesitamos, pues, la Gracia del Espíritu Santo para permanecer firmes en la fe.

Pero, tampoco podemos negar que dentro de nosotros reside y vive la huella de Dios. No nos explicamos, decía un joven, muchas cosas y necesitamos creer en algo. Pero ese algo no lo concretan y justifican la existencia de muchos dioses, y cada cual cree en el que le convenga. Que al final conviene en hacer lo que les parece y piensan. Es decir, son sus propios dioses, y eso de que hay muchos, podemos convenir, que ellos forman parte de esa multitud.

La cuestión la esconden en la razón de que hay un Dios. Un Dios creador de todo lo que se ve y lo que no se ve. Pero ese Dios no les cuadra con Jesús, pues, seguramente, ellos tienen uno propio, pensado según su manera de ver el mundo. Y se quedarán buscando en este mundo, porque Jesús no es de este mundo, bien claro nos lo dice:«Yo me voy y vosotros me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado. Adonde yo voy, vosotros no podéis ir». Los judíos se decían: «¿Es que se va a suicidar, pues dice: ‘Adonde yo voy, vosotros no podéis ir’?». El les decía: «Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Ya os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados».  

Nosotros, Señor, sí creemos. Creemos en tu Palabra y queremos seguir tus huellas de salvación. Te pedimos que nos alumbres el Camino, la Verdad y la Vida que Tú eres y que nos des la sabiduría de perseverar en la fe. Esa fe que te rogamos nos aumentes y nos la fortalezcas. Amén.