Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 16 de junio de 2017

PRUEBAS DE FUEGO

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDA

No es fácil luchar contra tu propia naturaleza. Los animales no se resisten y actúan por sus instintos, cuando estos le incitan, pero el hombre se distingue por su racionalidad y control de sí mismo. Sin embargo, y la realidad lo certifica, muchos pierden su control y llega a ser esclavos de sus instintos cometiendo actos sádicos y pederastas que los convierten en bestias sin control.

Y no parece fácil, pues a pesar de las condenas y riesgos penales, se suceden casos con frecuencia. Incluso hasta dentro de la propia Iglesia. Es una lucha constante contra nuestra propia naturaleza, masculina y femenina, capitaneada por el diablo que la utiliza para tentarnos y someternos. Por eso, la necesidad de la frecuente reflexión de la Palabra, de la oración y la Eucaristía si se puede. 

La lucha es a cada instante, y el peligro es constante. Pero, también, en la medida que nuestro esfuerzo va y está unido al de Cristo, nuestra fortaleza va acrecentándose y nuestro equilibrio y dominio es más sólido y fuerte. El Señor sabe de tus limitaciones y debilidades, y te protege. Sobre todo si tú se lo pides y muestras tu compromiso con tu esfuerzo y tu lucha desde tu fuerzas. El Señor no te dejará desguarnecido y a merced del enemigo.

Por eso nos lo dice, y nos invita a pedir y a insistir. Y por eso nos envía el Defensor y Consejero, el Espíritu Santo. Tengamos confianza y pidamos, sin parar, que seamos fuertes, templados y dispuestos a la lucha de cada día. No desesperemos, y sepamos que, en cada instante de lucha y de esfuerzo estamos cumpliendo la Voluntad de Dios. Al menos, lo estamos intentando. Y recibiremos la Gracia que nos ayudará y nos dará la fuerza para vencer la tentación.

Danos, Señor, esa constancia y perseverancia, y esa sabiduría de saber discernir donde está el verdadero tesoro y la plena felicidad, para que, teniendo clara y firme nuestra camino y meta, no defallezcamos seducidos y tentados por nuestros vicios caducos y perecederos. Amén.

jueves, 15 de junio de 2017

DENTRO DE TI ESTÁ TU LEY

El hombre sabe lo que está bien o mal. Hay algo dentro de su corazón que le indica qué hace mal o qué hace bien. Sin embargo, hay situaciones que quizás desconoce y que cegado por su ambición y egoísmo distorsiona la realidad y la acomoda a sus intereses y beneficios. Entonces la Ley escrita le delata y también le descubre sus malas intenciones.

No cabe ninguna duda que la Ley escrita no tiene la última palabra. Hay muchas circunstancias y situaciones que rodean al acto del hombre, y que, a veces, le eximen de toda responsabilidad. La ignorancia o la buena intención, que en ciertos casos se ve torcida o desviada involuntariamente a una mala acción, justifica y absuelve de toda culpa. Por eso, necesitamos tener mucha paciencia e ir más allá de la letra escrita y llegar a lo profundo del corazón humano para juzgar ante la ley.

El Señor nos lo advierte y nos lo enseña: «Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos». Y nosotros, Señor, queremos entrar y estar contigo. Por eso te pedimos en este humilde rincón de oración, juntos y unidos a todos los blogueros con el Papa y a todos los hombres de buena voluntad, que creen en Ti, que nos transformes nuestros corazones. Y, también te pedimos, que nos hagas hombres que practiquen una justicia, que no se quede sólo en la letra, sino que vaya más allá hasta el fondo de nuestro corazón.

En esa confianza, sabiendo que, tu Padre Bueno, nos conoces y sabes de nuestras limitaciones y pecados, te damos las gracias. Y nos presentamos ante Ti, tal y como Tú quieres. Tal y como somos, reconociéndonos pecadores y llenos de miserias. Pero con la esperanza de saber que Tú nos quieres, y nos quieres para transformarnos nuestros corazones hasta el punto de vivir en la justicia de la misericordia que Tú, Padre del Cielo, tienes con cada uno de nosotros. Amén.

miércoles, 14 de junio de 2017

QUIERO CUMPLIR Y DAR EJEMPLO

Esa es mi obsesión, Señor, cumplir con tus mandatos poniéndome en Manos del Espíritu Santo, que me dirige, me guía y me da fuerzas, valentía y voluntad para hacerlos presentes en mi vida. Pero, al mismo tiempo, experimento mi impotencia, mis comodidades, mi sentirme instalados y no querer abandonar mi tierra. Me siento en la piel de Abrahán y también en la del joven rico.

Quiero escucharte y obedecerte, pero, al mismo tiempo, experimento la carne y la pasión dentro de mí que tiran de mi ser para abandonarme a la vida mundana, aun sabiendo que es mi perdición. En esos momento me veo en la piel del hijo, y hermano menor, de la hermosa parábola donde Jesús me ha revelado el Amor del Padre. Me siento atraído por el mundo y no resisto la tentación, y le pido al Padre mi herencia para administrarla según mis ambiciones y pensamientos.

Me da vergüenza tanta miseria y pecados, Señor. Me da vergüenza que sigas amándome tanto y dispuesto a dar la vida por mí. ¡Cuantas veces te he traicionado y defraudado! Y todavía me aguardas y me abres los brazos para darme la Vida Eterna en gozo y plenitud. ¡Señor!, quiero cumplir tus mandatos, pero cumplirlos entregando toda mi vida. Dame esa fuerza que necesito y fortalece esa, mi voluntad, débil y sometida a la seducción del mundo. Guíame por el camino donde pueda vencerme y experimentar gozo y alegría cumpliendo tus mandatos y sirviendo a los demás.

Porque esa es realmente tu Voluntad: "Darnos en servicio y caridad a los demás por verdadero amor". Eso es lo que Tú nos has enseñado y la Ley que nos has dado, la del Amor. Danos, Señor, la Gracia de saber y poder cumplirla en contraposición a este mundo caduco que nos tienta engañándonos y seduciéndonos con falsas promesas, ambiciones y pasiones que nos alejan de Ti y nos llevan a la muerte.

Gracias, Señor, por tu venida, por tu encarnación, por tu amor que, entregándote enteramente a la Voluntad de tu Padre del Cielo, nos has dado testimonio y ejemplo de lo que también nosotros tenemos que hacer, injertados en el Espíritu Santo, enviado por el Padre, para cumplir tu Voluntad. Amén.