Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 6 de agosto de 2017

TABORES NECESARIOS PARA EL CAMINO

El Tabor es un momento de Gracia, y de agradecimiento al Señor. Porque, en él nos revela su Divinidad, y también el plan de su Padre, la Ley con Moisés y, con Elías, los Profetas. Queda claro que es el enviado, el Mesías. Sobre todo al escuchar, Pedro, Santiago y Juan que, "Jesús es el Hijo, el amado, el predilecto. Escuchadlo". Es decir, nos invita a hacer su Voluntad, a imitarle y seguir sus consejos, practicándolos y llevándolos a nuestras vidas.

Realmente nos hacía falta Señor ante tantas tribulaciones, pruebas, y tempestades de este mundo. Necesitábamos una parada y quedarnos rendidos y prendados de tu Majestuosidad y Divinidad. Necesitábamos una inyección de ese calibre. Y el testimonio de Pedro, Santiago y Juan, en el Evangelio de Mateo, nos lo trasmite. Gracias, Señor, por tanta hermosura y maravilla y por tanta prueba de amor. Gracias, Señor, por ese empuje que nos anima y nos abre la esperanza de saber que nos espera y quien nos espera.

Gracias, Señor, por ese adelanto de lo que va a suceder al final de los tiempos y de tu triunfo ante la muerte que te esperaba. Gracias, Señor, por descubrirnos, mostrándonos tu Divinidad, el camino a seguir, e invitarnos a bajar de la nube, donde perdemos la noción del tiempo y del espacio, extasiados y maravillados mirándote. Gracias, Señor, porque, acompañados por Ti, que significa que no estamos solos, al camino de nuestra vida; a la lucha de cada día; a nuestros problemas de hoy y de mañana; a nuestras batallas contra las tentaciones, las dudas, las ambiciones, los egoísmos, las envidas y soberbias y muchas cosas más, que nacen de nuestros maltrechos corazones. 

Y te pedimos, que, como el resplandor tan blanco de tu Rostro, Señor, limpies nuestros corazones de toda mala intención y llénalo de pureza, de bondad, de justicia, de humildad, de mansedumbre y amor. 

sábado, 5 de agosto de 2017

NECESITADOS DE TI, SEÑOR

En muchas ocasiones pensamos la forma de organizar nuestra vida sin concurso de nadie. Somos nosotros los que iniciamos y dirigimos nuestro propio camino, nuestra vida y la forma de limpiarla y enfocarla. Y, de alguna forma, nos experimentamos independiente y auto suficiente. Capaces de proyectar nuestras ideas y pensamientos. 

He oído, algunas veces, a personas hablar sobre sus planes y proyectos para adecuar su vida mejor y más limpia. Y yo mismo, también, lo he hecho muchas veces. Sin embargo, dificilmente podemos, por nosotros mismos, vencer al pecado. Diría, no ya difícil, sino imposible. Podríamos soportar un tiempo, pero, a la larga, seríamos vencidos.

Necesitamos la Gracia de Dios para salir victorioso. Porque, sólo nada podemos. Nacemos heridos por el pecado original y sólo lo podemos borrar por el Bautismo, que, precisamente, proclamaba Juan, anticipándose y preparándonos para la venida del Señor, autor del verdadero y único Bautismo nacido del Espíritu. En ´Él y por su Gracia somos limpios de todo pecado y fortalecidos para la lucha de cada día con el poder del príncipe de este mundo.

Las tentaciones, que son muchas, nos asedian y seducen. Caen sobre nuestra naturaleza humana, debilitada y herida por el pecado, y sujeta a la tentación y seducción del mal. Sin la fuerza y el poder del Espíritu Santo poco podemos hacer. De ahí la necesidad de permanecer unidos a Él con la oración y los sacramentos. Sobre todos la Penitencia y la Eucaristía, donde recibiremos el alimento espiritual que nos dará la fuerza y la sabiduría para perseverar y sostenernos. La unidad y la oración hará que nuestro camino se vea fortalecido y firme.

Danos, Señor, la fortaleza y la sabiduría de, unidos y acompañados también por tu Madre, también nuestra querida Madre, la Virgen, permanecer a tu lado. Amén.

viernes, 4 de agosto de 2017

A PESAR DE, SEGUIRÉ HABLANDO DE TI


HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDA


Esa es la experiencia, no sólo de mi vida, sino la de todos. Incluso, la de Ti, mi Señor Jesús. Nos es bastante difícil proclamar en nuestros círculos más íntimos. Lo he probado en mis propias carnes, y lo he visto y oído de otros compañeros. Nuestros hijos, no sólo no siguen nuestros pasos, sino que no nos hacen caso alguno. Y, al respecto, nada podemos hacer. Sólo una cosa, seguir hablando de Ti y esforzándonos en ser más parecidos a Ti cada día.

Ese es nuestro camino y nuestra lucha. Experimentamos que en otros lugares ajenos a los nuestros, nuestra humilde palabra es mejor acogida y aceptada. Se cumple así lo que Tú, Señor, dijiste: «Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio». Algunas razones deben existir para que eso sea así, y se me ocurre pensar que la razón está en la convivencia. Y es que cuando se convive, emerge lo bueno, pero, también lo malo. Y, los cercanos, destacan lo malo más que lo bueno. Quizás, porque se encuentran con derecho de exigir, a pesar de haber recibido tanto.

Ocurre como contigo, Señor. Todo lo hemos recibido de Ti y, sin embargo, nos parece que te hacemos un favor acogiéndote y aceptándote. Inconscientemente, nos creemos merecedores o en el derecho de que se nos conceda aquella que creemos necesitar. Pero, ¿qué derecho tenemos?

Igual pasa con nuestros padres y familia. Nos creemos con derecho a que nos den y nos permitan muchas cosas, y si no es así, nos revelamos. Ese es el origen de muchos pleitos familiares. Igual nos ocurre con Dios. No aceptamos tan fácilmente la palabra de un familiar que la de un forastero. Al que damos crédito de forma más fácil y amable.

Pidamos que, a pesar de las dificultades, seamos perseverantes y mantengamos, pacientemente, nuestra lucha diaria, tanto con los cercanos como alejados, desde la Palabra y el testimonio. Y, a pesar de que la cosecha sea invisible o muy poco fructífera, confiemos que el Sembrador y Recolector es el Señor.