Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 8 de septiembre de 2017

H I M N O - (LAUDES )


HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.




Hoy nace una clara estrella,
tan divina y celestial,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de ella.

De Ana y de Joaquín, oriente
de aquella estrella divina,
sale su luz clara y digna
de ser pura eternamente:
el alba más clara y bella
no le puede ser igual,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de ella.

No le iguala lumbre alguna
de cuantas bordan el cielo,
porque es el humilde suelo
de sus pies la blanca luna:
nace en el suelo tan bella
y con luz tan celestial,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de ella.

Gloria al Padre, y gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.


La natividad de la Santísima Virgen María, fiesta
                                                                                                                                                                  Común de Santa María Virgen

jueves, 7 de septiembre de 2017

PESCA MILAGROSA

Me pregunto sobre la pesca milagrosa. ¿Por qué el Señor la hizo? El Evangelio de hoy nos describe como ocurrió: Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar». Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes».

En este momento no encuentro otra razón que la de descubrirnos su identidad Divina, y su Poder sobrenatural. Es decir, mostrarnos que es el Hijo de Dios Vivo enviado a liberarnos de la esclavitud del pecado. Porque, al Señor le sobran momentos y poder para hacer lo que le plazca y de la forma que le plazca. Él no quiere presentarse como un Rey todopoderoso. Eligió a una joven sencilla y humilde como madre y eligió un pesebre a las afuera de Belén.

Por lo tanto, actúa en el momento oportuno para abrirnos los ojos. Y los de Pedro y de sus compañeros se abrieron: Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador». Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.

También lo ha hace con todos nosotros. Quizás no estamos lo suficiente atentos para darnos cuenta. Pidamos esa Gracia y esa actitud, la de estar atentos y abiertos a su Palabra. Danos, Señor, esa fuerza y voluntad para enamorarnos de Ti, de tu Palabra, de tu Poder y Fortaleza, y, sobre todo, de tu Amor y Misericordia para perdonarnos y salvarnos.

Danos, Señor, la sabiduría de saber elegir el camino. La sabiduría de dejar la barca de nuestra vida llena de peces y seguirte junto a los apóstoles y discípulos hasta descansar en tu presencia cuando nuestro camino llegue a su fin. Amén.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

¿BUSCAMOS NOSOTROS AL SEÑOR?

Es posible que busquemos al Señor, pero, ¿cuáles son nuestras intenciones? Porque, puede ser que lo busquemos por algún problema que tengamos, y que elevemos nuestra mirada al Cielo cuando la enfermedad nos ataca, o cuando las dificultades nos amenazan seriamente. Entonces nos acordamos de Él. Pero solucionado estos problemas, todo queda olvidado y volvemos a nuestra rutina diaria.

La actitud de búsqueda comporta la medida de nuestra fe. Porque, seguir al Señor es para caminar detrás de Él, escuchándole, atendiéndole y esforzándonos en responderle a cada momento. Es una actitud de seguimiento abierto y sin condiciones, aunque nos cueste cumplirlas y le fallemos en cada momento. Sin embargo, nos reafirmamos en seguir y mejorar con su Gracia.

No se trata de buscarle cuando nos interesa, sino descubrir que Él es el único Camino; la única Verdad y la única Vida Eterna. Él siempre nos interesa, porque Él es nuestra esperanza de salvación. Verdad es que seguirle no va a ser fácil, porque implica muchos sufrimientos y peligros; implica muchos riesgos y amenazas y nos complica fuertemente la vida. Seguirle conlleva renuncias, olvido de ti mismo, entrega y despojos de todas tus apetencias. Es tremendamente difícil. Diría imposible para cada uno de nosotros.

Sin embargo, muchos lo han conseguido. Son los santos que ya gozan de su presencia en el Cielo. Por lo tanto, ellos nos descubren y nos dejan en evidencia si nosotros no pensamos que también, con y en el Espíritu Santo podemos lograrlo. Para eso ha venido en nuestro Bautismo el Espíritu Santo, para acompañarnos a esa tarea de ser santos. Es lo que el Señor quiere y nos pide, pero no nos deja solos y nos da todo lo que necesitamos.

Simplemente, así de sencillo, aunque sea fuerte y duro, necesita tu y mi colaboración. Nuestro esfuerzo confiado y esperanzado de que en Él podemos y estamos llamados a ser santos. Pidámoslo con confianza y esperanza, confiados en su Misericordia y Amor. Amén.