Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 19 de enero de 2018

MIRANDO HACIA ARRIBA, PERO TRABAJANDO AQUÍ ABAJO

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


No cabe duda que cada cual tiene sus habilidades y talentos. Todos no somos iguales, eso es algo que está muy claro. Pero, lo que no queda claro es que quienes se ven más capacitados que otros se creen merecedores de elogios, acreedores por sus méritos de los otros. Eso, incluso, les hace sentirse superiores y mejores. Ese es el problema, porque, quienes han recibido más, más le será exigido para que, trabajando aquí abajo, sirvan a Aquel del que han recibido todo lo que tienen.

Y ese servir consiste en compartir y mejorar la vida de los demás. Es decir, dar todo lo que tengan por ayudar a que el mundo sea más justo, más equitativo, más verdad y justicia, más fraterno y donde la paz sea el olor que se respire por todas partes. Has sido elegido para dar, y, quizás, por eso has sido adornado con capacidades y talentos para que las compartas con esfuerzo, trabajo y amor.

No se trata de lucimiento, ni de aprovechamiento. Lo has recibido gratuitamente, y gratuitamente debes darlo. Eres libres para eso, y dependerá de ti tomar esa decisión. Luego, si el mundo está mal y hay muchos que sufren, piensan que tú puedes hacer algo al respecto. No le eches la culpa a Dios, porque, Él, ha delegado en ti. Para eso te ha hecho libre.

La parábola de los talentos -Mt 25, 14-30- nos lo deja bien claro. Será tu libertad la que decidas y para eso has sido elegido. No sólo fueron elegidos los primeros doce apóstoles, sino también cuenta contigo y conmigo. Todos nosotros, los bautizados, estamos llamados a responder con nuestra colaboración y a administrar el mundo para que haya paz, justicia y amor.

Sí, Juan, Antonio, Inmaculada, Salvador y ... estamos llamados a anunciar el Evangelio y a luchar contra el hambre, la pobreza, la violencia, la mentira, las injusticias...etc. Pidámosle al Espíritu Santo la perseverancia, la fortaleza, la sabiduría y la voluntad para poder cumplir con nuestra responsabilidad. Amén.

jueves, 18 de enero de 2018

LA UNIDAD SE NOS RESISTE


Nuestro destino es estar unidos. Unidos en la familia, en los grupos, en los pueblos, naciones... Unidos en la Iglesia. Sin embargo, podemos decir que ese en nuestro mayor pecado, porque no logramos permanecer ni vivir unidos. La unidad, diríamos, se nos resiste. ¿Por qué? Nuestra soberbia; nuestra suficiencia; nuestro orgullo; nuestros egoísmos; nuestros..., y así tendríamos muchas cosas que limar y de la que arrepentirnos.

Pero, esa es la lucha y la batalla que libramos cada día aquellos que queremos, a pesar de nuestras pequeñeces y pecados, avanzar y perfeccionarnos. Esa es la batalla de cada día que libramos en el Espíritu Santo, que nos guía y nos orienta, y en el que confiamos que nos irá perfeccionando y liberando del pecado que nos aprisiona y esclaviza.

Porque, es muy atrayente cuando todo sale rodado, tal y como pensamos y como nos gusta. Nos atrae un Jesús que cura, que habla muy bien y dice cosas que nos gustan, que queremos y que nos hacen la vida más agradable. Frecuentemente he visto a mucha gente que salen alegres, exultantes de alegría y hasta algo apresurados a vivir la Vida de la Gracia después de vivir un cursillo de cristiandad o un retiro espiritual u otro espacio espiritual. Sus entusiasmos son notables y eufóricos, pero, luego, pasado un tiempo todo empieza a desvanecerse.  Llegada la tempestad, el cerco de la rutina, las dificultades y la convivencia de cada día, todo se vuelve duro y exigente. Entonces todo se derrumba y te preguntas, ¿es que no había fe? ¿Dónde está la confianza? ¿Eran apariencias? ¿Una fe superficial?

Jesús se hace presente en nuestra vida cuando tú lo buscas con verdaderos deseos e inquietud. Jesús se hace presente en tu vida cuando estás atento a esas estrellas, como los magos de oriente, que alumbran tu vida y que te señalan el camino a Belén. Porque, cada día nace una nueva estrella que te indica la medida de tu fe y la forma de acrecentarla. Cada día hay una nueva señal. No llamativa, ni heroica ni hermosa, quizás pequeña, escondida, humilde.

Puede ser un pequeño detalle; una sonrisa; una paciente escucha; un deseo de ayudar; una atenta mirada y delicado servicio; un pequeño sacrificio que ayuda a soportar que haya paz, y muchas otras cosas más. Cada día tienes una y mil oportunidades de amar. Pidámosle al Señor que nos dé luz para verla y vivirlas. Amén.

miércoles, 17 de enero de 2018

CUANDO LA OCASIÓN DERRIBA LA NORMA

Nadie se plantea permanecer pasivo ante una tragedia. Lo inmediato que sale del corazón es activarse y ponerse a ayudar. Se hacen esfuerzos por salvar vidas y nadie se plantea que es sábado o que está en vacaciones. Lo importante en esos momentos son las personas. Sobre todo, las personas que están en peligro. Se derrumba por sí sola la ley de guardar descanso, hasta el extremo de no curar o ayudar a quien lo necesita, el sábado.

Sin embargo, en aquellos tiempos no era fácil verlo así. Se respetaba la ley y se anteponía al bien del hombre, hasta el punto que quien sufría o le ocurría algo tenía que esperar al día permitido. Hoy nos parece absurdo, pero en aquel tiempo le costó a Jesús ofensas, insultos y persecución. El Evangelio de hoy dice: Estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle.

Aprovechamos, Señor, esta humilde y sencilla reflexión para pedirte sabiduría y perdón por nuestros criterios y leyes. Quizás no llegamos a ver cuantas veces nos imponemos con nuestros propios pensamientos y no toleramos lo que otros piensan o exponen. Tenemos nuestras verdades y las imponemos a otros. Cuantas veces nos enfrentamos a nuestros hijos porque piensan o hacen cosas diferentes a las que hacíamos nosotros en nuestros tiempos. ¿Acaso eramos mejores nosotros?

Eso no significa que permitamos todo y que todo vale. No decimos eso, pero sí podemos pensar en ser más misericordioso, escuchar más y tratar de comprender. No perdamos la buena actitud de buscar siempre el bien y la verdad. Se trata de perseguir siempre la búsqueda del bien del hombre y de orientarnos desde la Palabra de Dios, Verdad Absoluta, que, en el Espíritu Santo, nos guía y nos orienta hacia la Verdad.

Y es eso, Señor, lo que, hoy, desde este rincón de oración, queremos pedirte y suplicarte. Danos la luz de apoyarnos siempre en tu Palabra y dejarnos conducir por ella. Tengamos siempre la paciencia y la templanza de confiar en tu Providencia y de sabernos queridos y amados por Ti, Señor, que nos guia por el buen camino. Amén.