Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 27 de septiembre de 2018

ACTITUD DE BÚSQUEDA

Resultado de imagen de Lc 9,7-9
Siempre me ha parecido que la actitud es algo muy importante y decisivo. Respecto a la fe, la actitud de búsqueda es fundamental. Sin actitud no podrás encontrar ni descubrir nada. Se necesita una activa y ardiente actitud de búsqueda para encontrar a Jesús Eso supone estar ansioso y con deseos de conocerle, de saber que nos dice y que quiere de nosotros.

Es lógico y de sentido común que hay que darlo a conocer, pero sólo escuchará aquel que está inquieto y busca esa felicidad y que experimenta que en el mundo no la encuentra. Ese abrirá los oídos y tendrá la mirada pendiente y activa por encontrarle. Lamento con tristeza la apatía de este mundo en el que vivo. No detecto hambre ni deseos de conocer a Jesús. En mi experiencia en cursillos de cristiandad me vaciaba por despertar ese deseo que no encontraba y que resultaba como predicar en el desierto.

Y continúa cada vez peor. El mundo está instalado en el consumo, la vida cómoda, individual, a pesar de una apariencia asociativa y de grupos y respira al ritmo que el mundo le marca. Son muchos los que no quiere oír nada respecto a Dios y otros muchos se hacen un Dios a su medida. En ese contexto la Iglesia sigue su camino con dificultades y también con oscuridad dentro de sí misma. No entiendo que es lo que sucede, pues la personalidad de Jesús es impresionante y llena total de esperanza.

A veces experimento que vivo en un mundo de necios que, creyéndose muy inteligentes y capacitados para triunfar en este mundo, pierden el más grande tesoro tal es la Vida Eterna. Y peor todavía cuando lo que buscan es realmente eso, pero erran y erran sometidos y esclavizados por el mundo. Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida que todos buscan, pero que sólo algunos encuentran. 

Él nos dijo que buscásemos, que pidiéramos y que insistiéramos, porque sólo los que buscan, perseveran, llaman, piden encuentran. Sigamos con insistencia ese mandato de Jesús y abrirnos a su Palabra y encontrar esa felicidad eterna que realmente buscamos. Amén.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

NECESIDAD DE REFLEXIONAR A LA LUZ DEL ESPÍRITU SANTO

Resultado de imagen de Lc 9,1-6
No es nada fácil perseverar. Es mucho ya sostenerse en una constante disciplina y diaria oración con el Señor. La presión del mundo te ahoga y te intranquiliza. Los compromisos, los espectáculos, las fiestas, la familia, el consumo, la imagen, los amigos, el ocio, los viajes, el deporte, las aficiones, tu propio afan y egoísmo y un largo etcétera que termina por rompernos la paz y someternos a su ritmo.

Experimento que buscar momentos de oración cuesta, y más cuando lo haces como se fuese algo impuesto. No es lo mismo, al menos me pasa a mí, ir a orar que ir a ver un partido de fútbol u otra cosa. Reflexionar cuesta y estar con Dios también. Pero, cuesta desde nuestra humanidad pecadora y humana, nuestra humanidad pecadora y limitada que no entiende ni llega a experimentar esa grandeza y maravilla que significa estar con Dios. 

Porque, Dios no puede ser estrés, ni aburrimiento, ni agobio sino todo lo contrario. Dios tiene que ser ese momento deseado, esperado y ansioso de paz, de gozo y felicidad. Y, como no lo experimento así deduzco que todavía no he llegado a conectar verdaderamente con Él. Claro, nunca lo lograré sin Él. Será Él quien decida manifestarse y darme esa Gracia de gozar  y ser feliz contemplándole cuando quiera. A mí sólo me toca esperar y continuar perseverando lo mejor que pueda.

Por eso, Señor, hoy te pido esa Gracia y ruego también a mis hermanos en la fe que visitan este espacio que recen mucho para que Tú, Señor, me concedas y nos concedas a todos esa paz que dinama de Ti. Una paz que necesitamos, para luego llevarla y transmitirla a los demás. Porque lo que no se tiene no se puede transmitir.

martes, 25 de septiembre de 2018

VÍNCULOS FAMILIARES


Resultado de imagen de Lc 8,19-21 por Fano
Nacemos y no nos piden permiso para hacerlo. Venimos a este mundo por obra y gracia de Dios y lo hacemos en una familia. Porque, se necesita un hombre y una mujer que, unidos por el amor, prolongan ese compromiso amoroso en el fruto de los hijos. Y, de esa manera, tú y yo nacemos en una determinada familia.

No se nos ha pedido permiso ni se ha contado para nada con nosotros. No podemos elegir nada, ni la familia, ni los hermanos, ni la ciudad, el pueblo, el país...etc. Sin embargo, eso sí, podemos elegir amarlos y cumplir en y con ellos la Voluntad de Dios. ¿Y cuál es la Voluntad de Dios? Primero, escuchar su Palabra para conocer que nos dice y quiere que hagamos. Y segundo, una vez conocida esa Palabra tratar de vivirla entre todos los que me rodean.

Fácil de saber lo que hay que hacer, pero muy difícil hacerlo. Necesitamos estar muy unidos al Señor y al Espíritu Santo, para que fortalecidos en sus frutos y dones tener la voluntad necesaria para ir sobreponiéndonos a todas aquellas dificultas que nacen en el camino, ya sean de los propios obstáculos que la vida nos pone, o de las dificultades de nuestro propio ser, la envidia, la pereza, la gula, la ambición, la desgana, la soberbia...etc.

La pregunta nace ahí, esta en la punta de nuestra lengua: ¿Me acerco yo lo suficiente para estar familiarizado con la Palabra de Dios? ¿Dedico y busco un tiempo suficiente para escucharla y para tenerla presente en mi vida? ¿Y trato de ponerla en práctica y vivirla asistido y auxiliado por el Espíritu Santo? Danos Señor fortaleza y voluntad para responder a estas preguntas y cumplir tu Voluntad. Amén.