Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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miércoles, 6 de mayo de 2020

TÚ DECIDES SALVARTE O NO

Cristo es la – Diseños Para Iglesias
Dios, porque es tu Padre y te quiere, pone en tus manos la elección de salvarte o condenarte. Te anuncia su Palabra a través de su Hijo, Jesús, pero te deja libremente la capacidad de que seas tú quien decida seguirla o rechazarla. Por tanto, de ti depende. Ahora, está claro que, de decidirte, no lo hagas tú sólo, porque, sólo no podrás. Necesitas dejarte llevar e iluminar por el Espíritu Santo, que, para eso, has recibido en el bautismo.

Por todo ello, a pesar de ser libre para tomar un camino u otro, pedimos al Espíritu Santo que nos guíe y nos alumbre el camino. Y, para ello, le abrimos nuestro corazón con la intención de dejarnos guiar por su acción convencido de que nos llevará por el verdadero y único camino de salvación, que no es otro que el cumplir la Voluntad del Padre.

Le decimos a nuestro Padre Dios que queremos salvarnos y, por tanto, hacer su Voluntad siguiendo la vivencia de su Palabra anunciada por su Hijo, enviado a decírnosla y a señalarnos el camino, porque, es Él el verdadero Camino, Verdad y Vida. Pero, también, nos reconocemos débiles, pequeños e indefensos ante las tentaciones y peligros que el mundo nos ofrece, y, necesitamos tu presencia, Señor, para poder salir victorioso de estas amenazas y pruebas.

Danos, pues, Señor, tu Gracia y tu Luz, para el combarte de cada día contra los poderes del Maligno para salir victorioso y poder, con nuestra voluntad y decisión, creer en tu Palabra y elegir seguir tus pasos conforme a tu Voluntad. Amén.

martes, 25 de septiembre de 2018

VÍNCULOS FAMILIARES


Resultado de imagen de Lc 8,19-21 por Fano
Nacemos y no nos piden permiso para hacerlo. Venimos a este mundo por obra y gracia de Dios y lo hacemos en una familia. Porque, se necesita un hombre y una mujer que, unidos por el amor, prolongan ese compromiso amoroso en el fruto de los hijos. Y, de esa manera, tú y yo nacemos en una determinada familia.

No se nos ha pedido permiso ni se ha contado para nada con nosotros. No podemos elegir nada, ni la familia, ni los hermanos, ni la ciudad, el pueblo, el país...etc. Sin embargo, eso sí, podemos elegir amarlos y cumplir en y con ellos la Voluntad de Dios. ¿Y cuál es la Voluntad de Dios? Primero, escuchar su Palabra para conocer que nos dice y quiere que hagamos. Y segundo, una vez conocida esa Palabra tratar de vivirla entre todos los que me rodean.

Fácil de saber lo que hay que hacer, pero muy difícil hacerlo. Necesitamos estar muy unidos al Señor y al Espíritu Santo, para que fortalecidos en sus frutos y dones tener la voluntad necesaria para ir sobreponiéndonos a todas aquellas dificultas que nacen en el camino, ya sean de los propios obstáculos que la vida nos pone, o de las dificultades de nuestro propio ser, la envidia, la pereza, la gula, la ambición, la desgana, la soberbia...etc.

La pregunta nace ahí, esta en la punta de nuestra lengua: ¿Me acerco yo lo suficiente para estar familiarizado con la Palabra de Dios? ¿Dedico y busco un tiempo suficiente para escucharla y para tenerla presente en mi vida? ¿Y trato de ponerla en práctica y vivirla asistido y auxiliado por el Espíritu Santo? Danos Señor fortaleza y voluntad para responder a estas preguntas y cumplir tu Voluntad. Amén.

viernes, 29 de junio de 2018

SEÑOR, TODO LO DEJO EN TUS MANOS

Imagen relacionadaNada depende de mí, aunque me has dado la libertad de elegir. Todo, Señor, está en tus Manos. A mí me corresponde, por tu amor, la oportunidad de elegir. Me lo permites gratuitamente y me das esa opción, porque quieres salvarme contando con mi decisión libre y voluntaria. Es una maravilla, pero una gran responsabilidad. En muchos momentos siento miedo y temor de equivocarme y rechazarte o quedarme en la mediocridad.

¡Oh, Señor, quiero aprovechar estos momentos que, por tu Gracia, me das, para suplicarte que no dejes que me aparte de Ti. Hay muchos peligros que me acechan cada día. El mundo me presionas, trata de seducirme y las comodidades y el bienestar son tentaciones que están ahí en cada momento de mi vida y que me distraen y hasta me hacen olvidar a mis hermanos pequeños, los pobres, los que sufren y carecen hasta de conocerte.

No son las palabras ni las hermosas oraciones las que abren tu Corazón, Señor, sino la fe en Ti. Una fe que se descubre en sostenerme firme, a pesar de no ver, en tu presencia. Una fe que sin ver ni entender y teniendo que soportar dudas, tentaciones se mantiene delante de Ti. Una fe que sin ver ni comprender y ante los deseos de la carne, del mundo y tentaciones del demonio lucha desesperadamente por sostenerse en tu presencia.

Esa es la fe, Señor, que me descubre, valga la redundancia, mi fe, y que me sostiene dispuesto a, por tu Gracia, esperarte y a suplicarte cada día que aumentes mi fe y que la hagas crecer en madurez, fortaleza en tu presencia. Amén.

sábado, 8 de abril de 2017

HAN DECIDIDO MATARLE


Me pregunto, ¿qué he decidido yo? Porque también yo tengo mi responsabilidad y tomo parte en esa decisión. Porque, quizás, dentro de mí también pulula esa misma respuesta, "matarle". Porque se me ha dado esa oportunidad, elegir estar con Él o rechazarle. Y eso equivale a condenarlo y matarle dentro de mi corazón. 

No hay ninguna diferencia con la condena que le dieron aquellos judíos contemporáneos y la que puedo decidir yo ahora, en este instante  y en estos momentos de mi vida. Porque te condeno, Señor, y te mato cada vez que te ignoro en el hermano que tengo a mi lado y sufre y padece; porque te condeno a muerte cada vez que desoigo tu Palabra y atiendo la del mundo que me rodea; porque te mato cuando me instalo en mis apegos, apetencias y hábitos cómodos y de bienestar; porque elijo tu condena y muerte cuando desoigo tu Voluntad y dirijo mi vida según la mía, instalado en mis pecados y rechazando la acción del Espíritu Santo.

Y, hoy, consciente de mis debilidades y pecados, quiero pedirte, Señor, que me des la capacidad de ver tu Camino y escuchar tu Palabra, comprenderla y vivirla. Vivirla en tu Gracia y dirigido por el Espíritu Santo, que me auxilia y asiste en el verdadero camino de salvación según tu Voluntad.

Quiero pedirte, Señor, luz y sabiduría para saber caminar por este mundo, difícil y lleno de peligros y tentaciones. Y, en esta hora que me ha tocado vivir, caminar en tu Palabra y Voluntad, y, fortalecido en ellas, vivirlas intensamente. Pero, también, te pido perdón por todos mis errores, caídas, debilidades, fallos y pecados. Por mis miedos, mis apegos y comodidades. Por mis impaciencias y mis inclinaciones a no comprometerme y despreocuparme para vivir cómodamente, pensando sólo en mí.

Sé, Señor, lo mísero que soy, y te pido levantes a este humilde y pobre pecador que, sin Ti, Señor, se experimenta perdido y muerto. Amén.

sábado, 14 de enero de 2017

MIS POCAS FUERZAS A TU SERVICIO, SEÑOR

Experimento que el seguirte no depende sólo de mí, pues me siento incapaz de seguir tus pasos. Sí, Tú nos has dado esa capacidad de elegir, de ser libre para optar por un camino u otro, pero mis fuerzas son pocas y muy frágiles. Soy incapaz de perseverar y soportar el ritmo de tu camino. Necesito tu fuerza, las que da tu Gracia y Amor, para mantener el ritmo de tus pasos.

Hay muchos obstáculos y peligros en el camino que amenazan mi seguimiento y me impiden continuar. Sólo quedaré bloqueado, confundido, abatido y a merced del Maligno que me somete con las ofertas tentadoras de este mundo. Por eso, Señor, hoy que me hablas de que has venido a curar a los enfermos, yo me presento como un enfermo. Un enfermo paralizado por los pecados y las tentaciones mundanas, que necesita de tu curación, de tus cuidados y de tu Gracia, para, así, afrontar los obstáculos que la vida me presenta y me exige superar para llegar a Ti.

Y, en este humilde rincón de oración, aprovecho, junto a otros hermanos en la fe, pedirte que, como a Leví, el de Alfeo, conocido ahora por el evangelista Mateo, nos des la fortaleza para superar esos obstáculos y peligros que se interponen entre Tú, Señor, y todos nosotros. Entre decirte sí y seguirte, y en poner todo el esfuerzo necesario por nuestra parte para dejarnos dirigir y llevar por la acción e impulso del Espíritu Santo.

Danos la sabiduría de reconocernos pecadores, pero también la paciencia y la humanidad de aceptar todas nuestras limitaciones, torpezas, fracasos y caídas. Reconocer que nuestras fuerzas no son suficientes y que toda esperanza está puesta en Ti, y sin Ti nada podemos.

Te rogamos, Señor, que me permitas estar a tu mesa, para que puedas alcanzar la Gracia de tu Espíritu, que me limpia y me cura. Amén.

domingo, 13 de noviembre de 2016

NO ES CUESTIÓN DE TOMARSELO INDIFERENTE

Nadie va al cielo obligado, ni tampoco al infierno. Uno u otro viaje tienes que elegirlo y donde te encuentres al final de esta vida será por tu propia elección. Estamos todos avisados. El Señor nos ha ido diciendo lo que va a ocurrir y hoy nos habla claramente, como siempre, sobre lo que va a pasar antes del final. 

«Esto que veis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida». Le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo sucederá eso? Y ¿cuál será la señal de que todas estas cosas están para ocurrir?». Él dijo: «Mirad, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: ‘Yo soy’ y ‘el tiempo está cerca’. No les sigáis. Cuando oigáis hablar de guerras y ... Lc 21, 5-19.

Todo saldrá a la luz y todo se sabrá. Será emocionante ver todo lo que se ha querido ocultar. También nuestros propios pensamientos, defectos y pecados. De nada vale ocultarlos y, ahora, simplemente con verdadero arrepentimiento y confesión podemos borrarlos para siempre. Pero, más emocionante será vernos a un lado u otro del Señor, porque ese destino, elegido por nosotros, será para siempre. Y si no estamos con el Señor será terrible para nosotros.

Por eso, pidamos ahora la sabiduría y la fortaleza de caminar por los caminos, valga la redundancia, que el Señor nos propone, aceptando todas las pruebas y obstáculo que tratan de impedirnoslo. Seamos paciente y tengamos fe en su Palabra y su Amor Misericordioso. 

viernes, 23 de enero de 2015

SER LUZ, NO PENUMBRA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS



Cada uno en su familia está llamado a ser luz, ejemplo y mediador entre sus hijos y Jesús. Cada uno tiene una misión en su entorno, ambiente y circunstancias que ponga a los que le rodean en relación directa con Jesús. Al menos que les sirva de enlace y presentación, luego será él quien tendrá que vérselas con Jesús y responder o no a su llamada.

La misión no es sino dar testimonio de que Jesús vive y viene a salvarnos. La misión no es sino dar testimonio de la alegría y la esperanza de que el mundo es el medio por y donde podemos ganar la vida y dicha eterna. La misión es vivir en la esperanza de experimentarnos salvados para siempre. Y eso cuando se vive se transmite.

También puede ocurrir que se nos llame a algo más, como le ocurrió a Pablo, a Pedro y a otros muchos. Y eso será cuestión de estar atento, escuchante, dispuesto a dejarte encontrar y a responder confiado y abandonado en el Señor. Si te llama es porque puedes hacer lo que Él quiere y espera de ti.

Pero antes debes seguirle y responder a su llamada. En la diaria convivencia con Él encontrarás respuestas a tus interrogantes, y señales para el camino. Seguirle es convivir diariamente, a cada instante, hablando y escuchando. Alimentándote de la Vida de la Gracia y en perseverante y constante oración. No te quedarás sin respuesta e irás encontrando el camino que Él quiere que recorras.

Jesús Vive, y está a tu lado. ¿Cómo no te va a hablar? ¿Cómo no se va a preocupar por ti? ¿Cómo no va a querer solucionar tus problemas? Posiblemente, no será como tú has pensado y quieres. Las soluciones las da Él, no tú, porque es Él el Señor, el que sabe, el todo poderoso y que todo lo puede. A ti y a mí sólo nos corresponde obedecer y confiar. 

Posiblemente no te guste, pero es así, necesitamos humildad y reconocernos siervos, pero seguros de que Él nos ama hasta dar la vida por cada uno de nosotros. Amén. 

sábado, 21 de septiembre de 2013

SÉ QUE ME TIENES ENTRE TUS ELEGIDOS



Porque has elegido a todos los hombres. Tú los has creados por amor y por amor has enviado a tu Hijo para ofrecernos la salvación eterna. Yo, uno entre tantos, también he sido creado por Ti. Llamado por Ti para gozar de esa vida eterna, pero quizás me resisto a responderte como Tú quieres, sin condiciones.

Y yo quiero decirte un "Sí" total y sin condiciones. Como Tú me lo has dado a mí. Padre del Cielo querido, del que he recibido todo. Te doy gracias por lo que soy, por lo que tengo y por todo lo que hagas y harás por mí. Porque sé que aquello que Tú me das es lo mejor y más bueno para mí.

Pero dame voluntad y fortaleza para saber soportarlo. Porque sé que descubrir el amor, del que Tú has llenado mi corazón, supone dolor y sacrificios. Y eso sin tu Gracia no podré superarlo. Dame la constancia y perseverancia en alimentarme con tu Cuerpo y tu Sangre, y no permitas que mis apegos y debilidades me puedan arrastrar al sin sentido y el vacío.

No quiero lo que este mundo me ofrece, por mucho que, aparentemente, luzca como una estrella llena de luz y felicidad, porque sé que detrás se encuentra el camino de la perdición, del egoísmo y de la mentira. Quiero tu Palabra y tu Vida, Señor, porque sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna.