Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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jueves, 17 de junio de 2021

ENSÉÑANOS A ORAR, SEÑOR

 

 

No se trata de pronunciar palabras bonitas, ni tampoco de que sean muchas. Se trata de hablar en y con verdad y mostrarnos tal como somos sin falsas apariencias. Porque, una oración no apoyada en la verdad es una falsa oración, o una oración vacía. Imaginamos que hablamos con alguien, y luego descubrimos que todo lo que se nos ha dicho es mentira. ¿Cómo nos quedaríamos? Supongo que sobran comentario.

Y es que debajo de nuestra intención y nuestras palabras subyace la buena disponibilidad bien intencionada de vivir en una actitud misericordiosa y de perdón. Tal y de la misma forma como nosotros somos perdonados por nuestro Padre Dios.

Y nuestra condición pecadora nos somete fulminantemente a la mentira y a la indiferencia rutinaria. Por tanto, demos gracias a Dios por todo lo recibido, y, pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a orar según nos ha enseñado nuestro Señor Jesús, en verdad y coherencia, llenando nuestra vida de buenas obras según la Voluntad de nuestro Padre Dios.

miércoles, 10 de febrero de 2021

SOY PECADOR: DENTRO DE MÍ HAY MALAS INTENCIONES

 

Todos hemos experimentados malas intenciones en lo más profundo de nuestros corazones. Estamos tocados por el mal y nuestra naturaleza - herida por el pecado - es débil y propensa a la caída. Es obvio que necesitamos limpiarnos, purificarnos y alejar el mal de nuestro corazón. Sin embargo, nosotros solos no podemos. El mal nos puede y enfrentarnos con nuestras propias fuerzas sería aceptar una derrota segura.

Consciente de ello, Señor, venimos a Ti para suplicarte que nos asista y nos ayude a superar esa lucha de cada día contra el poder del mal - El Maligno - que está presente en nuestra vida y tienta la debilidad de nuestros corazones. Nos reconocemos débiles y frágiles, y sabedores de que estamos a merced del demonio. Por eso, Señor, necesitamos con urgencia estar a tu lado y permanecer contigo fortalecidos en la Eucaristía y en la perseverante y diaria oración - relación y diálogo - contigo.

Fortalece nuestra voluntad y perseverancia, Señor, para que sepamos sostenernos firmes y decididos a no desfallecer, en la lucha de cada día, contra las tentaciones y seducciones del mal que amenazan nuestras vidas. Danos la sabiduría y la tenacidad para limpiar nuestros corazones de todas esas impurezas que los contaminan y los invaden de impurezas.

Contigo, Señor, confiamos poder superar todas esas amenazas y tentaciones que tratan de impedirnos permanecer a tu lado y gozas de tu presencia. Gracias, Señor, en ti confiamos. Amén.

martes, 15 de diciembre de 2020

AYUDAME, SEÑOR, A SER AUTÉNTICO Y COHERENTE

Me cuesta, me cuesta enormemente, como pienso que nos sucede a todos, ser coherente con mi fe. Creo en el Señor, el Hijo de Dios verdadero, y creo en su Palabra y en el Padre Dios que lo ha enviado.

 Creo y, cada día me experimento más agradecido y privilegiado por tener esa pizca, al menos, de fe. Sí, realmente creo, pero, también reconozco que me cuesta creer. Y digo que me cuesta, porque pienso que no soy lo coherente y verdadero que debería ser. Es decir, me reconozco pecador.

Pecador por mis perezas; pecador por mis dudas; pecador por mis comodidades; pecador por mi falta de entrega; pecador por mi falta de total disponibilidad; pecador por mis pensamientos mal intencionados y pecaminosos;  pecador por mi momentos de soberbia; pecador por mi poca humildad; pecador por mi suficiencia y prepotencia ante otros; pecador por muchas cosas más que incluso se me esconden a mi conciencia. En definitiva, pecador.

Y, Señor, reconociéndome débil e incapaz de enderezar mi camino con solo mis fuerzas, invoco tu presencia y tu Gracia para que me des la fuerza de responder con verdadera autentícidad a tu llamada en tu Palabra. Y, sobre todo, no solo escucharla, sino darle cumplimiento en mi vida con coherencia tanto de palabra como de vida. Por todo ello, dándote las gracias de antemano, te abro mi corazón para que con tu Espíritu le inundes de fortaleza, sabiduría y paz. Amén.

jueves, 5 de noviembre de 2020

TÚ TAMBIÉN TIENES NECESIDAD DE MÉDICO


Es de sentido común buscar al médico cuando te sientes enfermo. Y, por la misma razón, más todavía, buscar - en el Sacramento de la Reconciliación - la Misericordia de Dios y el perdón de nuestros pecados. Sin embargo, sucede que para buscar esa Misericordia y perdón hay, primero, que reconocer y advertir que estamos enfermos y necesitados de la Misericordia de nuestro Padre Dios. Pues, de no ser así, esa Misericordia nos sobraría.

Ser pecador exige, primero, reconocernos pecadores. Y, parece ser, que aquellos fariseos no se consideraban pecadores como aquellos a los que Jesús acogía y con los que comía. Se hace, pues, de vital importancia descubrir esa condición pecadora inherente a nuestra naturaleza humana, ya desde el principio herida por el pecado. Y, aunque lavada en nuestro bautismo, propensa a caer de nuevo en él por la condición de nuestra débil naturaleza humana.

Necesitamos, pues, el Sacramento de la Reconciliación para lavar nuestras caídas y fallos con los que, nuestra naturaleza humana, es seducida y tentada. Sin embargo, el gran privilegio que, posiblemente no nos demos cuenta, es que Dios - nuestro Padre - es quien nos busca primero y, envía a su Hijo para anunciarnos esa Buena Noticia de Misericordia y Salvación. Así nos lo descubre y enseña en estas dos parábolas del Evangelio de hoy - Lc 15, 1-10 -. 

Pidamos la Gracia de sabernos queridos y valorados como verdaderos hijos de Dios y la sabiduría de abrirnos a su búsqueda y Misericordioso Amor. Amén.

miércoles, 27 de mayo de 2020

SOY, SEÑOR, UN PECADOR

113 mejores imágenes de Oración de Gracias | Oracion de gracias ...
Esa es la realidad de nuestra vida, de mi vida. Soy un pecador y como tal debo reconocerme. Mi tragedia es por tanto no reconocerme pecador, a pesar de confesarlo muchas veces y de presentarme ante los demás como pecador. Pero, la pregunta es esta, ¿en realidad me reconozco pecador? Porque, de reconocerme pecador mi vida experimenta la necesidad de agradecimiento por mi salvación. Es decir, comprendo mi situación y mi esclavitud por el pecado y el misterioso amor de Dios que me tiende su Mano y, contando con mi libertad, me ofrece la salvación.

Esa es la Buena Noticia de la que hemos hablado muchas veces. Dios, se confiesa Padre y, amándonos voluntariamente, es decir, sin ninguna necesidad, me tiende su Mano y me invita a compartir, desde la libertad, es decir, sin presionarme ni exigirme condición alguna, ni siquiera sobornarme ni adularme. Totalmente libre para discernir y elegir. Es el gran misterio de mi vida y, dándome cuenta, sin saber cómo, todavía dudo, lo pongo en riesgo de perderlo y me sorprendo de mi apatía, mi ignorancia y necedad.

Porque, ser feliz es lo que quiero, y ser feliz eternamente. Y es eso, precisamente, lo que Dios me ofrece. Me digo a mí mismo, ¿cómo puedo saber que la felicidad está en Ti, Señor, en conocerte y vivir a tu lado, y dejarme vencer por las cosas del mundo? Después de tantos años y muchos interrogantes, llego a una conclusión, Tú, Señor, eres Señor de todo y sólo Tú puedes hacer que mi corazón, endurecido, limitado, herido por el pecado y esclavo de mis pasiones, se transforme en un corazón nuevo, suave, compasivo, misericordioso, entregado al servicio y alimentado por la fe en Ti.

Yo, a pesar de que no le entienda y me crea muchas cosas, me abandono en tu Poder, Señor, y reconozco mi pequeñez, mi pobreza, mis limitadas fuerzas y me siento incapaz de aumentar ni una milésima el más pequeño de mis pelos de mi cabeza. Todo me viene de Ti, mi Señor, y si he llegado a comprender que soy un pecador, o que Tú eres mi Padre Dios y que, Jesús, tu predilecto Hijo, ha venido a anunciarme tu Amor, ha sido por tu Gracia. 

Gracia de la que imploro sigas llenando mi pobre corazón y aumentando mi empobrecida fe para que continúe creciendo en sabiduría y conocimiento de Ti y, de esta manera, poder amarte y quererte cada día un poco más. Amén.

sábado, 8 de abril de 2017

HAN DECIDIDO MATARLE


Me pregunto, ¿qué he decidido yo? Porque también yo tengo mi responsabilidad y tomo parte en esa decisión. Porque, quizás, dentro de mí también pulula esa misma respuesta, "matarle". Porque se me ha dado esa oportunidad, elegir estar con Él o rechazarle. Y eso equivale a condenarlo y matarle dentro de mi corazón. 

No hay ninguna diferencia con la condena que le dieron aquellos judíos contemporáneos y la que puedo decidir yo ahora, en este instante  y en estos momentos de mi vida. Porque te condeno, Señor, y te mato cada vez que te ignoro en el hermano que tengo a mi lado y sufre y padece; porque te condeno a muerte cada vez que desoigo tu Palabra y atiendo la del mundo que me rodea; porque te mato cuando me instalo en mis apegos, apetencias y hábitos cómodos y de bienestar; porque elijo tu condena y muerte cuando desoigo tu Voluntad y dirijo mi vida según la mía, instalado en mis pecados y rechazando la acción del Espíritu Santo.

Y, hoy, consciente de mis debilidades y pecados, quiero pedirte, Señor, que me des la capacidad de ver tu Camino y escuchar tu Palabra, comprenderla y vivirla. Vivirla en tu Gracia y dirigido por el Espíritu Santo, que me auxilia y asiste en el verdadero camino de salvación según tu Voluntad.

Quiero pedirte, Señor, luz y sabiduría para saber caminar por este mundo, difícil y lleno de peligros y tentaciones. Y, en esta hora que me ha tocado vivir, caminar en tu Palabra y Voluntad, y, fortalecido en ellas, vivirlas intensamente. Pero, también, te pido perdón por todos mis errores, caídas, debilidades, fallos y pecados. Por mis miedos, mis apegos y comodidades. Por mis impaciencias y mis inclinaciones a no comprometerme y despreocuparme para vivir cómodamente, pensando sólo en mí.

Sé, Señor, lo mísero que soy, y te pido levantes a este humilde y pobre pecador que, sin Ti, Señor, se experimenta perdido y muerto. Amén.

sábado, 28 de enero de 2017

QUE CADA PASO DE MI VIDA, MI FE SEA MAYOR

Soy humano, Señor, y aunque me merezco una riña y todo lo que Tú estimes necesario, mi fe se debilita en los momentos de tempestad y tormenta. Mi humanidad, herida por el pecado, pierde la fe y se llena de dudas en los momentos de oscuridad, de riesgos y de incertidumbre cuando la vida está en peligro. Soy un miserable pecador.

Experimento que mis pasos son dubitativos, confusos y llenos de temor. Y eso que me digo que voy contigo y nada tengo que temer. Pero el riesgo y la aventura me llenan de temblor y aterran mi corazón. Y, a pesar de tus obras, tus demostraciones y palabras, yo sigo dudando y teniendo miedo. ¿Por qué soy así, Señor? Pues yo querría ser tu más fiel seguidor y tener una fe en Ti a prueba de bomba. Por eso, Señor, te pido que cada paso de mi vida, mi fe sea cada vez mayor.

A pesar de mis miedos y temores, Señor, voy contigo. Me embarco en tu barca, aunque mi corazón tiemble y esté lleno de oscuridades. Me abandono en tus Manos, porque, a pesar de mis temores, yo sigo creyendo en Ti, y a Ti, mi Señor, me entrego. Aumenta mi fe, Señor, para que seguro y firme pueda llevarte a los demás y proclamar que Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida.

Imploro también a tu Madre, Señor, porque con ella iré también más seguro y más confiado. Ella supo superar todas esas dificultades y puede también ayudarme a que yo las supere. Dame, Señor, la prudencia y también la valentía para no desfallecer ni dejarme amedrentar por el miedo. Asombrarme de tu poder y confiar en que Tú lo puedes todo y contigo nada me puede pasar. Amén.

jueves, 12 de enero de 2017

SEÑOR, EN TI CONFIO

Igual que aquel leproso, que confiado en tu poder se acercó y pidió que le limpiaras, Señor. Yo también quiero acercarme a Ti y pedirte que me limpies. Me limpies de la soberbia que no me deja crecer; me limpies de los fracasos que me atormenta y me desesperan; me limpies de no aceptar mis limitaciones y mis recaídas una y otra vez; me limpies del desánimo y la desesperanza de creer inútiles mis esfuerzos. En una palabra, Señor, me limpies de no reconocerme pecador.

Porque un pecador es aquel que, a pesar de sus esfuerzos cae cada día. Un pecador es aquel que experimenta sus debilidades y entiende que si Ti nada puede. Un pecador es aquel que cuando ha caminado mucho y se cree estar cerca de la meta, experimenta lo mucho que le falta y los fracasos que le esperan. Un pecador es aquel que descubre que su pecado necesita ponerlo en tus Manos para que seas Tú, y nada más que Tú, Señor, quien lo borre para siempre.

Ni sé a dónde ir, ni a quién recurrir. No encuentro a nadie que pueda acogerme y aceptarme como Tú lo haces. No sé dónde apoyarme que me sostenga y me ilusione. No sé dónde ir, Señor. Y te busco con desespero y con esperanza. Tu Palabra llena mi vida cada día. Las cosas del mundo ya no me importan. Hace tiempo que todo me da lo mismo, y eso también me preocupa. Porque Tú me quieres en el mundo y que viva esa fe y esperanza en el mundo para que,el mundo, te vea.

Recurro a Ti, Señor, para que avives mi vida, me llenes de Gracia  y limpies mi alma de tantas lepras que el mundo le contagia. Me alienta y me activa, Señor, saber de tu Misericordia. Sé que Tú, siempre que tratemos de actuar con limpieza y fe, nos acoge misericordiosamente. Y yo quiero vivirlo y hacerlo así. Límpiame, Señor, porque Tú puedes hacerlo. Amén.

domingo, 23 de octubre de 2016

DAME UN CORAZÓN SINCERO Y HUMILDE

Sin darnos cuenta, corriendo deprisa y sin saber exactamente el recorrido de nuestra vida, pensamos en esconder todas nuestras faltas, y disimular nuestros pecados. Nos importa quedar bien para conseguir lo que nos hemos propuesto. Ni siquiera descubrimos que los afanes por conseguir cosas no tienen mucho sentido, porque las cosas desaparecen, son caducas.

Hoy, si nos paramos y pensamos, recordamos todas las cosas que hemos tenidos, ¿y de qué nos han servido? Sí, posiblemente nos han sido útiles, pero, ¿tanto afán era necesario? ¿Tanto valor significaban esas cosas que me enfrentó con mi familia? Y podemos, reflexionando, tirar de nuestra propia manta.

Todo saldrá a la luz y toda se conocerá. Eso tiene sentido y es lógico. La mentira tiene sus días contados, y con ella el engaño. La verdad descubrirá todo lo que se esconda en la mentira. Por lo tanto, las apariencias sirven de poco y el no reconocernos como somos servirá aun menos. Vivir en la altivez y la suficiencia, creyéndote mejor que otros es vivir auto engañado. 

Todos tenemos defectos, cometemos errores y pecamos. Somos esclavos del egoísmo y del error, pero también del orgullo y la soberbia. Y nos cuesta abajarnos con humildad. La parábola del fariseo y publicano es una muestra y retrato de como somos realmente. Nuestro Señor Jesús, el Hermano Mayor, nos conoce y nos retrata. Y nos aconseja que, sólo con humildad, seremos capaces de alcanzar la Misericordia del Padre.

Pidamos, pues, ser humildes y capaces por tanto de postrarnos, como aquel publicano, ante el Señor, y pedirle, con todo nuestro corazón y avergonzados de nuestras miserias, su perdón. Pedirle su compasión porque nos reconocemos pecadores. Amén.

sábado, 5 de marzo de 2016

SI ERES CAPAZ DE HUMILLARTE SERÁ SEÑAL DE QUE DESCUBRES Y RECONOCES TUS PECADOS


Nuestra oración no debe perder nunca nuestra condición de pecador. El experimentarte pecador te invita a humillarte y a lavar tus pecados en la Misericordia de Dios. Y esa es la Gracia que hoy quiero pedirte Señor. Dame, y danos, la sabiduría de descubrir y reconocer mis debilidades, mis faltas y mis limitaciones, para, como aquel publicano, con dolor de contrición, sea capaz de experimentarme humillado y postrarme ante Ti, mi Dueño y Señor.

Sé, y sabemos que ese dolor de contrición no puedo experimentarlo sin tu Gracia, y lo hago hoy, y lo seguiré haciendo, hasta el último momento de mi vida, pedirte esa Gracia, para postrado ante Ti, Señor, suplicarte y pedirte perdón. Y dejarme amar por Ti, porque tampoco tengo capacidad para amarte Señor, pues mis debilidades me seducen y me empujan a rechazarte y olvidarte.

Te doy gracias por adelantado, Señor, apoyado en la confianza de tu Amor y Misericordia, y unidos a todos tus hijos, de forma especial, a los que visitan y comparten la fe y estas humildes reflexiones. Gracias, Señor, gracias.

jueves, 30 de julio de 2015

MATENER LA CONSTANCIA, TAREA ARDUA



Es fácil llegar, o dicho de otra manera, quedar impresionado por la Palabra de Jesús. De hecho nos sucede a muchos cuando, serena y tranquilamente la hemos oído, quedamos entusiasmados y rebosamos alegría y ganas de ser santos. Y lo digo desde la experiencia de ver a muchos hombres y mujeres exultantes de alegría y entusiasmo después de vivir la experiencia de un cursillo de cristiandad.

Pero lo importante es perseverar en ese entusiasmo y alegría primera. Se trata de mantener esa alegría del primer día cada día. Y eso es lo que realmente cuesta. Estar en la red estamos, pero ser de los peces elegidos es ya cosa más difícil y ardua. Se necesita constancia y perseverancia. 

Y eso no depende solo de nosotros. Sí, es verdad que el Señor cuenta con nosotros. Para eso nos ha hecho libres, pero sin su Gracia no podemos sostenernos. Por eso, pensar que todo corre por nuestra cuenta, o pretender hacerlo siguiendo nuestras propias indicaciones, terminará en fatal desenlace. Es posible que nos resulte cansino, vergonzoso y hasta ridículo. Todo se repite una y otra vez y experimentas la sensación de estar jugando con el Señor, o no tener palabra ni compromiso.

Entonces piensas en retirarte. Al menos eres más sincero y coherente. Eso piensas. Son momento en los que el diablo te tiene atrapado y casi vencido. Recuerda que eres pecador, y que Jesús eso ya lo sabía. Sabía a quién proponía la salvación y por quien se había comprometido a entregar y pagar con su Vida. Tu película estaba presente en su corazón, y se arriesgaba a que pensarás lo que estás pensando. 

No te asuste ni desesperes. Ni tampoco avergüences. Jesús te quiere igual. Sólo te pide que creas en Él y te mantengas fiel a Él. Ten confianza y paciencia, y sed humilde. Acéptate pecador y avergonzado. La realidad es esa. Es a esos a los que Él ha venido a salvar. No te preocupes y vuelve cuando quieras y lo necesite. Y procura ser mejor. Siempre tendrá los brazos abierto para recibirte y perdonarte.

sábado, 25 de octubre de 2014

SÓLO TÚ, SEÑOR, LIMPIAS MI VIDA



Mi vida está machada. Por mucho que la lave no podré dejarla limpia. Mi suciedad no acaba. Siempre deja rastro y secuelas que vuelven a mancharme. No encuentro ningún remedio ni elixir que me libren de esas manchas que amenazan mi limpieza. Estoy tocado por mis propios pecados y no puedo librarme de ellos.

Sólo en Ti, Señor, encuentro la Gracia que limpia mi alma sin dejar rastro de ninguna suciedad. Tu Gracia, Señor, me deja nuevo, completamente limpio. Sé que no lo merezco, y eso me da la medida de tu Amor. ¡Cuánto me quieres, Dios mío! Nunca llegaré a entenderlo hasta que Tú me lo permitas y reveles.

Dame la fuerza, la voluntad y la Gracia de soportar con paciencia y esperanza el castigo que he de sufrir por mis propios pecados. Tú, Dios mío, en tu Hijo Jesús has pagado por ellos, y nos has abierto la sabiduría de saber aprovechar, como la higuera seca, esa oportunidad de tu Misericordia, y dar frutos entregándome y dándome, para ser, por la Muerte de tu Hijo en la Cruz, digno de ser llamado hijo Tuyo.

martes, 4 de marzo de 2014

ALÚMBRAME PARA DEJAR TODO AQUELLO QUE ME ESCLAVIZA



Quiero ir detrás de Ti, Señor, y Tú lo sabes porque lees lo más profundo de mi corazón. Pero también sabes las dificultades con las que tropiezos. Mi naturaleza pecadora me arrastra, tira de mí; mis apegos debilitan mi voluntad y mis apetencias, pasiones, sentimientos y emociones me confunden y me manipulan como si de una marioneta se tratara.

Soy un pecador Señor, y Tú lo sabes. Eso me da confianza, porque aún siendo así, descubre que Tú me quieres, pues no tiene otra significación el haber dado tu vida por mí, por este humilde, pobre y miserable hombre, que te falla y te deja en mal lugar cada día. Esa entrega tuya me anima a continuar y a confíarme en tus brazos.

Me da confianza y me infunde esperanza. Sí Tú que me conoces y sabes todo de mí, confías y apuestas hasta el extremo de haberte entregado a una muerte de cruz, ¿cómo no voy, por lo menos, hacer el esfuerzo e intentar responderte? Y en eso estoy. Sé que también eso lo sabes y eso me tranquiliza y da fuerza...

Pero soy consciente de mi humanidad pecadora y te pido tu Gracia, tu Aliento y tu Fuerza, porque sin ellas no sabré dar un paso con firmeza y con sabiduría, y menos vencer todas mis apetencias.

viernes, 21 de febrero de 2014

SOLTANDO LASTRE EN EL CAMINO

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA 
REZO DEL SANTO ROSARIO
POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA
ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DONDE PUEDAS






Estoy dispuesto Señor y de hecho voy soltando cosas en mi camino. Sí, sé que todavía me quedan muchos caprichos y apegos que me atan a este mundo, pero lucho cada día alimentado por tu Cuerpo y por tu Gracia contra todas esas ataduras y apetencias que amenazan con perder tus pasos y tus huellas.

Me anima la esperanza de que Tú conoces los lugares más recónditos de mi corazón, y sabes que mi inquietud y mi anhelo ha sido seguir tus pasos toda mi vida. Es cierto que te he fallado mucho y en un tiempo bastante considerable me he ido de tu lado y, como el prodigo, he salido a conocer este mundo. Pero ahora pienso que Tú seguías ahí y me cuidabas, porque esa experiencia me ha servido para entender que este mundo es un mundo de engaños y de apariencias.

Eres Tu, Señor, el Camino, la Verdad y la Vida, y todo lo que está fuera de Ti es caduco y finito. Sólo Tú eres eternidad que permanece y llena de gozo pleno. ¡Cuántas gracias te doy Señor por concederme la Gracia de tener un poco de fe! La suficiente para empeñarme en seguirte a pesar de mis miserias y pecados. Pero en definitiva seguirte. Lucho cada día para que Tú seas lo primero de mi vida, centro de mi vivir y actuar y realizado según tu Voluntad y no la mía.

Pero sé también que no lo consigo, pero enciende mi corazón la esperanza de saber que Tú no te preocupas por eso, porque lo que quieres son mis pecados para transformarlos en vida de amor por tu Gracia. Y poco a poco experimento esa esperanza de verme transformado y viviendo en tu Voluntad.

Eso me sostiene y me alimenta y me impulsa a seguirte y a alimentarme de Ti.

viernes, 17 de enero de 2014

BUSCANDO LA LIBERTAD



Hoy, más que nunca, se habla de libertad, pero también, quizás más que nunca, se vulnera esa libertad porque el hombre quizás es más esclavo ahora que antes. Posiblemente las diferencias estriben en que antes esa forma de esclavitud estaba integrada en la cultura, y ya muchos nacían esclavos, pero hoy, siendo todos libres, esa libertad es aparente y se disfraza de muchas formas.

No tienen libertad los niños que viven en el seno de sus madres. Otras y otros hablan y deciden por ellos; no tienen libertad los que son sobornados por las influencias y privilegios; no tienen libertad aquellos que se ven agredidos por los más fuertes y amenazados de sacar a la luz sus pensamientos. No tienen libertad muchos que deciden un estilo de vida según Jesús y que son perseguidos hasta la muerte.

La libertad es sólo una forma de hablar pero una apariencia e hipocresía en la realidad. La libertad que busca el bien común no se vive en esa dimensión sino en la línea de hacer cada cual lo que quiera. Y eso es  libertinaje más que libertad. Pero hay otras formas de estar esclavizados y, por tanto, privados de libertad, tal es los apegos y adicciones a las drogas, a los vicios, a las pasiones...etc.

La enfermedad nos impide movernos o hacer una vida normal, pero nunca nos quita la libertad. Hay otras cosas que si nos la quitan como ya hemos descrito anteriormente. Por eso Jesús descubre lo más importante, los pecados, y es eso lo que se dispone perdonar, porque es a eso a lo que ha venido. Lo otro, la enfermedad, no mata porque un día tendrá que llegar para empezar la verdadera vida.

Pero si está manchada por el pecado, sí puede quedar muerta para siempre. Pidamos pues al Señor que nos perdone nuestro pecados porque son esos los que nos enferman de verdad.

martes, 17 de diciembre de 2013

LIMPIA MI VIDA SEÑOR



Yo también tengo una familia. Una familia normal donde hay de todo. Los hay buenos, no tan buenos y malos. Somos herederos del pecado original y estamos manchados por los pecados de nuestros antepasados. Todos, Señor, necesitamos lavarnos en tu Vida fresca, pura y Divina que nace para limpiarnos y redimirnos de todas nuestras culpas cometidas por la familia humana.

¿Por qué nos escondemos Señor? ¿Por qué escondemos nuestros pecados y aparentamos ser mejores que los demás? ¿Acaso no somos de la misma familia? ¿Acaso no estamos manchados de los mismos pecados? Tú, Señor, naces para limpiarnos, para desde la humildad y sencillez hacernos ver y comprender que sólo la verdad y la humildad nos limpia por tu Misericordia. Porque ante un hombre que viva en la verdad y sea humilde, Tú, mi Señor, abres tus brazos y tu corazón misericordioso.

Dame Señor la esperanza y disponibilidad de entregarte mi corazón, sucio, manchado y lleno de pecados, par que Tú, Vida que te haces presente en la humildad y sencillez de un Niño nacido en un pesebre, lo limpies de toda inmundicia y lo transforme en un corazón nuevo y amoroso como el Tuyo.

domingo, 13 de octubre de 2013

MONUMENTOS DEL PECADO



Nuestra naturaleza pecadora no puede evitar el pecado. Somos monumentos del pecado y sólo la Gracia de Dios, por su Misericordia y Amor, nos puede limpiar de nuestros pecados. Por eso, nuestro Señor Jesucristo ha venido a salvarnos, porque estamos enfermos de pecados.

Sin embargo, al igual que nos pasa con nuestros padres - ¡qué desagradecidos somos! - a los que le debemos todo aquí en la tierra, perdemos la conciencia de gratitud a ellos hasta el punto que muchos son abandonados en residencias o asilos. Esta es la realidad que nos rodea. Los leprosos del Evangelio de hoy actualizan nuestra propia realidad. Somos monumentos de pecados.

Por eso, desde este rincón para orar cada día, hoy le pedimos al Señor perdón por nuestras miserias y fracasos y gracias por todo lo que somos y tenemos. Pero sobre todo, por los méritos de su Muerte con la que ha pagado el rescate de nuestra salvación. No queremos quedarnos en el camino y olvidarnos de regresar para darle, postrados a sus pies, las gracias por tanta Misericordia y Amor que nos regala la salvación eterna.

Salvación que no merecemos, pero que queremos agradecer aunque no tengamos conciencia de ello. Hoy, de forma especial, queremos pedirte Señor que nos des la sabiduría de experimentarnos agradecidos y conscientes de corresponderte a tanto amor recibido.

sábado, 27 de julio de 2013

ME DESCUBRO PECADOR



Señor, soy un pecador. Un pecador común que cae en las cosas más comunes de cada día. Me descubro asaltado por pensamientos impuros; me experimento cizaña que trata de estropear la buena semilla. Es verdad que siento que no quiero, y me arrepiento, pero percibo que soy vencido y tentado.

La cizaña de este mundo: comodidad, avaricia, ambición, prestigio, ser admirado y adulado, reconocido, poder riquezas...etc., amenazan con ahogar mis pobres y humildes semillas. Y yo necesito mantenerme hasta que Tú, Dios mío, la separes y la arrojes al fuego.

Sostenme erguido y firme, como un tallo fortalecido y robusto que soporte y aguante las embestidas de la cizaña, y cultívame, Padre mío, hasta que Tú decidas separar lo malo de lo bueno. Mientras, abona mi vida con tu Gracia, y llénala de tu fortaleza y sabiduría para que sepa permanecer en tu Palabra, Esperanza y Amor.

domingo, 14 de julio de 2013

SÉ QUE ME FALTA MUCHO



Y eso no es una mala noticia, sino la conciencia de saberme pecador, lo que realmente soy, pero en la esperanza de saberme también amado, perdonado y redimido. ¿No es maravillosa y buena la noticia? Saberse perdonado, amado y salvado eternamente es para volverse loco de alegría y de dicha. Es lo lógico y de sentido común, pero ocurre y se nota que no hay muchos locos contagiados por esa noticia.

Ayer, en la mañana, oía a un sacerdote que cuando descubrió a Jesús y tomó conciencia de su presencia real en él, paró el coche en un semáforo y bajándose gritó a los cuatro vientos que se sentía el hombre más feliz del mundo. Entonces fue como después de un tiempo de duro discernimiento concluyó que su llamada iba por el sacerdocio. Y ayer lo confirmaba en una entrevista que le hacían por Radio María.

Sí, sé que me falta mucho, pero eso no puede con mi esperanza en llegar a compartir mi amor al estilo del que Jesús cuenta en la parábola del buen samaritano. Un amor que se extiende a todos los hombres, fuera de razas, de pueblos o etnias... Un amor que incluye y no excluye.

En Él puedo conseguirlo, porque su Amor me transforma y me convierte cada día. Por eso, hoy, desde este humilde rincón te suplico, Señor, que conviertas mi corazón como el del buen samaritano. Para que mis sentimientos no se ahoguen sino emerjan en la esperanza de darme sin condiciones en amar como Tú me amas. Amén.


sábado, 29 de junio de 2013

YO PECADOR



Me siento indigno, pecador y mal hijo; me siento en la piel del hijo prodigo y me tengo por mal hijo. Tengo la sensación de utilizarte como si de una organizada disciplina que tengo que cumplir se tratara. A veces rezo y hablo contigo como para liberarme de un peso, de una norma, de una disciplina que tengo que cumplir cada día. 

Tú sabes Señor que esa no es mi intención, pero mi corazón siembra esas dudas que me cuestionan y me inquietan. Temo incluso que me desasosieguen y me violenten. Me siento mal y eso me preocupa, porque aunque el dolor me oprima y escuece, debo conservar la serenidad y la paz. Eso son síntomas de tu presencia y acompañamiento.

Quisiera acudir a Ti como si de aire se tratara para guardar mi vida; quisiera que mi tiempo contigo no estuviese marcado por la norma o disciplina sino por la necesidad de estar contigo, de necesitarte, de ser  como el aire que necesito para vivir.

Y sé Señor, gracias por mostrármelo, que yo no puedo alcanzarlo, y que todo depende de Ti. Y eso vuelvo a pedirte hoy, tu Gracia, para como Pedro, ser capaz de proclamarte, de vivir en Ti y permitir que Tú vivas y hagas morada en mí.

Gracias Señor por quedarte en la Eucaristía, y permitir que me pueda alimentar con tu Cuerpo y Sangre para transformarme en Ti, y dejar que Tú hagas y vivas en mí.