Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 11 de marzo de 2022

SIMPLEMENTE, ORACIÓN


*ORACION: GRACIA, SEÑOR*

Dios y Padre nuestro, fuente de todo bien, es necesario pedirte con confianza cuanto precisamos; es justo darte gracias por todo lo que recibimos; es bueno rezar, siempre, en la alegría y la tristeza, y en todo lugar: en la calle y en el monte,  en casa y en la iglesia.

Aunque conoces nuestros deseos antes de contártelos, aunque no precisas nuestra oración para bendecirnos, nosotros necesitamos rezar para abrir el corazón y acoger tus dones, para sentir tu cercanía, tu ternura, tu amor, tu fuerza.

Gracias, Padre, porque tú inspiras nuestra oración. Porque tus oídos nunca están cerrados a nuestras súplicas y nos ofreces el regalo, siempre nuevo, de tu Palabra.

Gracias, porque acoges con alegría nuestra oración, para que nos sirva de salvación, porque rezar nos ayuda a vivir más felices, al sentirnos hijos tuyos, hijos amados, y hermanos de todas las personas. Amén

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

domingo, 14 de noviembre de 2021

¡SEÑOR, ENSÉÑAME Y DAME PACIENCIA PARA ESPERAR TU SEGUNDA VENIDA!

 

Sostenme despierto, Señor, y dame la Gracia de perseverar sostenido en tu Palabra lleno de tu Amor. Dame la capacidad de amarte y, sobre todo de saber amarte en los demás. Porque, no puedo llegar a Ti sino a través de mi amor, a y en los demás - en ellos estás Tú - y te puedo tocar y, auxiliándolos, amarte de forma concreta y, en cierta forma visible.

Es eso, Señor, lo que deseo y quiero. Y vengo, hoy, desde este humilde rincón, a pedirte y a decírtelo con insistencia y perseverancia: Amarte en los demás que tengo a mi lado - familia - y en todos mis ambientes y circunstancias y a los que puedo ver y ayudar de forma concreta. Ayúdame, Señor, a  saber esperarte y a estar preparado cuando Tú decidas venir a establecer de forma definitiva tu Reino.

¡Señor, que yo sepa aguardar tu llegada administrando, según tu Palabra y Voluntad, todo lo que me has regalado y concedido gratuitamente en mi vida en y para beneficio y auxilio de los que más lo necesitan! Porque, lo has puesto en mis manos para que otros puedan recibirlo. Amén.

martes, 24 de agosto de 2021

DESPIERTA MI CORAZÓN ALETARGADO, SEÑOR

 

Pasamos por este mundo de una forma aletargada y soñolienta hasta tal punto que no nos damos cuenta de que la vida se nos va en un suspiro sin profundizar en lo verdaderamente importante. Nos entretenemos en muchas cosas superficiales, quizás necesarias, pero nunca fundamentales ni de vital importancia. Nuestro corazón, aletargado por nuestras pasiones concupiscentes y egoístas queda adormecido ante la llamada que Dios suscita en cada uno de nosotros. Necesitamos despertar de este profundo letargo mundano que el demonio nos tiende y nos prepara.

Pidamos sin pestañear ni dudar la Vida de la Gracia que necesitamos para salir de este atolladero que nos ha tendido Satanás. Despertemos y démonos cuenta que Jesús, el Señor, está con nosotros, nos acompaña y nos conoce, y sabe la historia de cada uno de nosotros. Señor, despierta nuestros corazones para que te reconozcamos y, como Natanael, podamos decir: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Danos, Señor, la Gracia de tomar conciencia de tu presencia y de que Tú eres realmente el Hijo de Dios, el Mesías que esperábamos y el enviado por el Padre para, con tu Pasión, Muerte y Resurrección salvar al mundo de la esclavitud del pecado. Te suplicamos, Señor, nos des un corazón nuevo y capaz de ver eso que, hoy en el Evangelio, nos promete: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

sábado, 3 de julio de 2021

LA DUDA, UNA INFATIGABLE VIAJERA QUE NOS ACOMPAÑARÁ TODA NUESTRA VIDA

 

La duda, a pesar de nuestros reiterados intentos de escapar a su presencia, la tendremos siempre presente en nuestro camino por este mundo. Es incansable y aprovechará cualquier debilidad o situación favorable para recordarnos que está a nuestro lado y dispuesta a entablar conversación. Está muy bien preparada y siempre presentará argumentos que hagan zozobrar nuestra barca. Es experta en levantar tempestades y situaciones que nos hagan desviarnos de nuestro rumbo natural para el que hemos sido creados.

Es normal que nos suceda eso y que estemos dispuestos en cada paso de nuestro camino a ser probados y tentados. Necesitamos demostrar que nuestra fe es firme y está bien apoyada. Por eso, tenemos que saber donde apoyarla, si sobre arena movediza - el mundo - o sobre Roca firme - Jesús - que nos ha dejado a su Iglesia para acompañarnos y fortalecernos.

Hoy podemos comprobar que Tomás, aquel discípulo con serias dudas, fue precisamente liberado de sus dudas por la comunidad donde estaba apoyado. Aquellos compañeros le apremiaron a creer en sus testimonios, pues, ellos habían visto al Señor. Y, Tomás no tenía mala intención, sino la necesidad de desterrar esas dudas que le impedían fiarse del Señor, de ese Señor que él había conocido y que había visto aparentemente derrotado y crucificado en la Cruz. Porque, la Cruz sin la Resurrección es el fracaso de los fracasos.

Por la Gracia del Señor, que sabe lo que se dilucídaba en su corazón, Tomás tuvo la oportunidad de comprobar lo que exigía comprobar, y su respuesta ya la sabemos. Léela y medítala en el Evangelio. Es más se repite en cada Eucaristía que se celebra. Sin embargo, las dudas pueden seguir amenazándonos y exigiéndonos que afirmemos nuestra fe. Por eso, necesitamos pedirle al Señor que no nos deje caer en las manos del mundo, demonio y carne y que nos dé siempre la fortaleza de apoyarnos en su Palabra. Porque, Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

miércoles, 27 de mayo de 2020

SOY, SEÑOR, UN PECADOR

113 mejores imágenes de Oración de Gracias | Oracion de gracias ...
Esa es la realidad de nuestra vida, de mi vida. Soy un pecador y como tal debo reconocerme. Mi tragedia es por tanto no reconocerme pecador, a pesar de confesarlo muchas veces y de presentarme ante los demás como pecador. Pero, la pregunta es esta, ¿en realidad me reconozco pecador? Porque, de reconocerme pecador mi vida experimenta la necesidad de agradecimiento por mi salvación. Es decir, comprendo mi situación y mi esclavitud por el pecado y el misterioso amor de Dios que me tiende su Mano y, contando con mi libertad, me ofrece la salvación.

Esa es la Buena Noticia de la que hemos hablado muchas veces. Dios, se confiesa Padre y, amándonos voluntariamente, es decir, sin ninguna necesidad, me tiende su Mano y me invita a compartir, desde la libertad, es decir, sin presionarme ni exigirme condición alguna, ni siquiera sobornarme ni adularme. Totalmente libre para discernir y elegir. Es el gran misterio de mi vida y, dándome cuenta, sin saber cómo, todavía dudo, lo pongo en riesgo de perderlo y me sorprendo de mi apatía, mi ignorancia y necedad.

Porque, ser feliz es lo que quiero, y ser feliz eternamente. Y es eso, precisamente, lo que Dios me ofrece. Me digo a mí mismo, ¿cómo puedo saber que la felicidad está en Ti, Señor, en conocerte y vivir a tu lado, y dejarme vencer por las cosas del mundo? Después de tantos años y muchos interrogantes, llego a una conclusión, Tú, Señor, eres Señor de todo y sólo Tú puedes hacer que mi corazón, endurecido, limitado, herido por el pecado y esclavo de mis pasiones, se transforme en un corazón nuevo, suave, compasivo, misericordioso, entregado al servicio y alimentado por la fe en Ti.

Yo, a pesar de que no le entienda y me crea muchas cosas, me abandono en tu Poder, Señor, y reconozco mi pequeñez, mi pobreza, mis limitadas fuerzas y me siento incapaz de aumentar ni una milésima el más pequeño de mis pelos de mi cabeza. Todo me viene de Ti, mi Señor, y si he llegado a comprender que soy un pecador, o que Tú eres mi Padre Dios y que, Jesús, tu predilecto Hijo, ha venido a anunciarme tu Amor, ha sido por tu Gracia. 

Gracia de la que imploro sigas llenando mi pobre corazón y aumentando mi empobrecida fe para que continúe creciendo en sabiduría y conocimiento de Ti y, de esta manera, poder amarte y quererte cada día un poco más. Amén.

domingo, 22 de diciembre de 2019

JUSTO Y DÓCIL A LA PALABRA DE DIOS

Resultado de imagen para Mt 1,18-24
José fue un hombre justo y lo manifiesta al no querer poner en evidencia a María y repudiarla en secreto. Justo es aquel que es fiel a la verdad y a su palabra. Justo es aquella persona que es dócil a la verdad. Pero, ¿a qué verdad? 

Porque, la verdad que defienden los hombres es turbia y contaminada. No hay que ver sino los líos que se forman en nuestro tiempo la justicia con las diferentes formas de juzgar y ver los casos y actitudes de los acusados. Los criterios son diferentes cuando el código jurídico es el mismo.

José era justo porque cree en Dios, Verdad Suprema y Absoluta. Y es esa Verdad la que lo guía. José no entiende nada de lo que le está pasando y decide lo que humanamente su razón y sentido común le aconseja, pero las cosas de Dios van por otro lado y el hombre no las entiende. Y me alegro que sean así, porque un Dios que pudiéramos entender dejaría de ser Dios, al menos para mí.

José cree y avisado en sueños, a pesar de no entender, se fía del Señor y, por supuesto, de María. La acepta como esposa y acepta el Plan de Dios. Y eso es lo que también nosotros, Señor, desde este humilde rincón de oración, queremos pedirte. Llénanos de tu Gracia para ser realmente justo como José y aceptar el Plan que Tú, Señor, Padre de Bondad y Misericordia,  has pensado para nosotros. Amén.

lunes, 28 de octubre de 2019

SEÑOR DAME LA GRACIA DE RESPONDER A TU LLAMADA Y MI COMPROMISO BAUTISMAL

Resultado de imagen de Lc 6,12-19 por Fano
La misión sigue y continúa y lo hace por los que han sido fiel a su compromiso de bautismo en el tiempo y tras los apóstoles. Y a nosotros, los bautizados, se nos ha trasmitido esa misión. Y no porque seamos mejores que otros ni porque estemos más preparados, sino por nuestra disponibilidad y entrega a ser portadores de la Buena Noticia de Salvación.

La obra es del Espíritu Santo, pero necesita quienes le abran su corazón para, a través de ellos, realizar su obra. Por eso, no tenemos de qué presumir ni de qué considerarnos mejor que los demás. El Espíritu de Dios será quien vaya realizando la obra de salvación contando con nuestra libertad y disponibilidad. Por eso, Señor, te pedimos que nos des la Gracia necesaria para poder responder con satisfacción y buenas intenciones a nuestro compromiso bautismal y a la misión de anunciar la Buena Noticia.

En la hora de nuestro Bautismo hemos sido elegidos y partícipe por la Gracia del Espíritu Santo en sacerdotes, profetas y reyes. Sacerdote para darle el culto debido de adoración a Dios; sacerdote para, no sólo conocerle sino hablar de Él a los demás comportándonos como apóstoles, y reyes para estar disponibles a servir buscando la verdad y la justicia y sembrando la paz en el mundo. Por eso, Señor, reiteramos nuestras peticiones para recibir tu Gracia que nos transformes, nos capacite y nos fortalezca para llevar el anuncio de tu Buena Noticia de Salvación por todo el mundo.

Y conscientes de que hemos sido elegidos desde el principio no queremos defraudarte sino abrirnos a tu Gracia para que, sacando de nuestra pobreza lo que no tenemos, demos buen testimonio y obras que sirvan, por tu Gracia, a acercarse a otros al Señor y tener un encuentro alegre con Él. Amén.

sábado, 12 de octubre de 2019

NECESITO, SEÑOR, TU GRACIA


Resultado de imagen de Lc 11,27-28
Verdaderamente lo importante es escuchar, leer y cumplir la Palabra del Señor, pero, imprescindible es partir de una actitud humilde y reconocer que mis esfuerzos y voluntad no bastan para cumplirla. Reconocerme pecador y limitado y que la Palabra está por encima de mis posibilidades y capacidades es el punto de partida para abrirme a tu Gracia, Señor, y por la acción de tu Espíritu recibir las fuerzas necesarias para cumplirla.

Por todo ello, Señor, te pido y te digo hoy, mañana, en este momento y siempre que necesito tu Gracia para, actuando libremente y poniendo ante Ti todo lo que también de Ti he recibido, cumplir tu Voluntad según tu Palabra. Confiando en tu promesa de que pidamos, busquemos y llamemos, estoy convencido de que me escuchas y de que cumples lo que prometes y espero firmemente y con plena seguridad recibir las fuerzas necesarias para vivir el resto de mi vida en tu Palabra.

Eso sí, no sé cuándo ni cómo, porque tus proyectos, Señor, no son mis proyectos, pero confío en, por la acción del Espíritu Santo, aceptarlo, asumirlos y, pacientemente, abandonado en tus Manos, poder cumplirlo para, por tu Infinita Misericordia ser bienaventurado según tu Palabra. Gracias, Señor por darnos una Palabra que nos une, que nos hace iguales, que nos considera a todos hermanos e iguales en dignidad y que nos reune en torno a nuestro Padre del Cielo.

Gracias, Señor, por crear en torno a tu Palabra una sola familia universal que nos engloba a todos sin distinción de raza, ideologías, credos u otras diferencias. Todos bajo una misma fe y un mismo Padre. Amén.

viernes, 20 de septiembre de 2019

LLENA MI CORAZÓN DE TU GRACIA, SEÑOR.

Resultado de imagen de Lc 8,1-3
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 



Sé que es la única solución, porque, por mis propias fuerzas me es imposible, dejar mi vida en tus Manos, Señor. Te necesito, Señor, para que llenes mi angustiado y pobre corazón de tu Gracia, para que lleno abundantemente de ella se derrame hacia afuera y entre también en los demás iluminándolos y aliviando mi vida con tu Amor e Infinita Misericordia.

Por eso, Señor, te suplico, una vez más, que derrames tu Gracia abundantemente en mi corazón. Y, saciado de ella, sea mi corazón un manantial de tu Gracia, Señor, que salta y contagia a todo aquel que se acerque y quede impregnado de tu Amor y Vida Eterna. Porque, de no ser así y quedarse dentro de mí no sería verdadera Gracia tuya, sino puro egoísmo que se volvería contra mí mismo. Pues, Tú, Señor, eres Amor y la esencia del verdadero Amor es darse, hasta el punto de contagiar, a los demás.

Y es que el verdadero Amor es Aquel que convierte y se da hasta el extremo de dar la vida por el otro. Tal y como hizo nuestro Señor Jesús. De modo que, si tu Amor, Señor, no me cambia hasta el punto de darme a los demás, algo sucede dentro de mí que no estoy escuchando o asumiendo bien y estoy impidiendo entrar en mi corazón tu verdadera Gracia.

Insisto, Señor, tomándote por tu Palabra, y te suplico que por tu Amor Infinito derrames abundantemente tu Gracia en mi corazón y me protejas del Maligno que me acecha a cada instante de mi vida tentándome en mis puntos más frágiles y débiles. Confío en Ti, Señor, y en tus Manos me abandono. Amén.

sábado, 14 de septiembre de 2019

CAMINANDO HACIA TI, SEÑOR

Resultado de imagen de Jn 3,13-17
Sin darme cuenta y, por tu Gracia, Señor, me he quedado sin camino, porque mi camino es tu Camino. Y doy gracias al Cielo por caer en la cuenta que no soy yo quien camina sino que eres Tú, Señor, quien me llevas y mi guias. Claro que mis torpezas y pecados te hacen dibujar en mi vida renglones torcidos, pero Tú, mi Señor, sabes siempre enderezarlos y llevarme al terreno del amor.

Sólo puedo optar a una cosa buena, y es creer en Ti, Señor y fiarme de tu Palabra. Porque, mis mal llamados méritos no tienen valor, pues todos me han venido de Ti y de forma gratuita, de modo que nada merezco. Soy digno hijo tuyo porque Tú así lo has querido y porque tu Hijo, enviado a dar su Vida de forma voluntaria, así lo ha aceptado, rescatándome de una condenación segura.

Desde este simple razonamiento mi vida sólo tiene el valor de tu Infinito Amor, Señor, que por mucho que me proponga y me afane nunca lo podré entender. Por todo ello, no puedo encontrar en mi corazón sino un gozoso deseo de gratitud, adoración y de alabanza a tu Nombre, Señor, pues en Ti, está mi salvación y todas mis esperanzas.

Reconozca la gratuidad de tu Amor, a pesar de que no lo entiendo. Nunca lo entenderé sino cuando Tú decidas, por tu Infinito Amor Misericordioso, revelarmelo. Y en esa esperanza dichosa vivo y camino esforzándome en refugiarme y esconderme en tu Palabra sin dejar de mirar tu Cruz gloriosa, donde te diste totalmente gratuito y sin condiciones para que yo y otros muchos podamos ser exculpados de nuestros pecados.

Qué más puedo decirte, Dios mío, sino darte repetidamente e insistentemente las gracias por tanto amor gratuito sin esperar nada a cambio, sino buscando mi felicidad y mi gloria eterna. Me asombra tanta gratuidad y tanto Amor hasta el punto que no llego a comprenderte. Claro, mi corazón es humano y el Tuyo Inifinitamente sobrenatural, por expresarlo de alguna manera. La distancia es infinita y nunca podré llegar a comprenderte, pero, tampoco, nunca durante mi camino en este mundo dejaré de vivir en y con la esperanza de encontrarme contigo. Amén.

domingo, 1 de septiembre de 2019

SOMETIDOS A LA VANIDAD Y A LA SOBERBIA

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Nuestra tendencia es trepar y ocupar los primeros puestos. Lo hemos visto en los apóstoles cuando discutían por los primeros puestos. Y es que nuestra naturaleza nos empuja a ese deseo de mandar, de ser más que el otro, de ocupar los cargos más alto. Experimentamos vanidad e incluso soberbia y nos resulta difícil ser humildes. Esa es nuestra lucha y nuestra batalla de cada día.

Porque, nosotros sentimos que no queremos ser así y que esas inclinaciones no nos satisfacen al final como deseamos y nos ponen tristes y nos hacen sufrir. Queremos ser humildes y experimentamos que, a pesar de nuestros buenos deseos, nuestra avaricia nos puede y nos resistimos a mantenernos en la humildad y la sencillez. Es esa la actitud que queremos experimentar y vivir y es eso lo que tratamos hoy, Señor, de pedirte. Danos un corazón sencillo y humilde porque nosotros no podemos transformarnos sin estar en Ti y Tú, mi Señor, en nosotros.

Por todo ello, Señor, nos abrimos a tu Gracia y esperamos confiado y convencido de la acción de tu Espíritu en nosotros. Porque, Señor, sabemos que nos amas y que quieres transformar nuestros corazones como el Tuyo. Por eso, Señor, aguardamos pacientemente a tu Amor y Misericordia en actitud de disponibilidad para que Tú dispongas de nosotros y nos transformes según tu Voluntad.

Nosotros, Señor, no podemos hacer méritos ni nada que pueda merecer tu Gracia. Todo es obra Tuya y sólo nos queda, por la libertad, que Tú también nos has dado, esperar pacientemente a que Tú disponga cuando, como y donde quieras convertir nuestros corazones. Amén.

sábado, 22 de diciembre de 2018

LA FE DE MARÍA

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María, Dios sabía de la pureza y ternura de tu corazón. Te elige porque ha hallado en ti la Gracia de la fe y al mirarte, te llena de Gracia, para que seas, no por tus méritos, sino por su Gracia, la Madre de su Hijo. Eres bendita entre todas las mujeres y estás llena de la presencia del Señor.

Gracias, María, porque tu firme y entregado nos ofrece a nosotros la posibilidad de encontrarnos con el Mesías prometido y esperado, tu Hijo, el Señor. Por eso, Madre, eres también Madre nuestra, porque, por la Gracia de Dios somos hijos de Dios y hermanos de tu Hijo Jesús. En Él estamos salvados, pues, por su Pasión y muerte de Cruz ha pagado por nuestro rescate de la esclavitud del pecado. Y eso nos da la posibilidad, en Él, de ser libres para amar tal y como Él nos ama.

Gracias, Madre, intercede por nosotros para que nuestros corazones, enfermos y heridos por el pecado se conviertan en unos corazones suaves, tiernos, misericordiosos y dados como el tuyo. Te suplicamos que intercedas a tu Hijo que las aguas insípidas y contaminadas de nuestras vidas se transformen en un vino de buen color, de buen perfume, de gozo y alegría que desprenda buen aroma y verdadero amor para aliviar el dolor y sufrimiento de los demás, especialmente los pobres, y anunciarles tu Palabra. Amén.

lunes, 8 de enero de 2018

MI RESPUESTA ES AFIRMATIVA, SEÑOR. QUIERO IR TRAS DE TI

Quiero seguirte, Señor, pero experimento mis limitaciones y necesidades. Me doy cuenta de mi fragilidad. Soy limitado y débil, y mi humanidad pecadora me somete. Soy esclavo de mi propia carnalidad inclinada a mis apetitos, apetencias sujeta a mis pasiones. Todo eso me impide seguirte como a mí me gustaría. Sin condiciones ni impedimentos. Experimento mi voluntad esclavizada y sometida, sujeta a mis pasiones.

Desde este rincón, y unido a todos aquellos que lo visitan, quiero, y aprovecho, pedirte perdón por tantas desilusiones y fracasos ante el cumplimiento de tu Voluntad. Quiero pedirte tu Gracia, porque sin ella sé que no podré levantarme ni seguir tus pasos. Tu camino es duro y pesado y mi carne débil y pecadora. Reconozco mis pecados, Señor, y te pido perdón.

Sin tu concurso estoy perdido. Ahora veo claro la causa de tu venida. Te has hecho Hombre como yo para, desde esa humanidad como la mía, ayudarme y enseñarme el camino para resistir a la tentación del pecado. El desierto, por el que has pasado antes de empezar el anuncio de tu Buena Noticia de Salvación, ha sido la señal del camino que, también nosotros, tenemos que seguir. Y necesitamos la acción del Espíritu Santo, como Tú estabas con y en Él, para poder salir victorioso de nuestra lucha personal.

Necesito la Iglesia. Esa Iglesia que Tú empezaste a formar desde el principio. Gracias a todos tus apóstoles que te han respondido, y que por ellos hemos recibido también nosotros tu Palabra y anuncio de la Buena Noticia de Salvación. También quiero yo ser canal y transparencia de esa Buena Noticia para que llegue a otros. Por eso, Señor, quiero responderte y decirte que quiero seguirte como Simón, Andrés, Santiago y Juan. Pero, dame la Gracia de tu Espíritu para, fortalecido en ella, poder cumplir tu Voluntad.

Con esos deseos y súplicas, Señor, iniciamos este camino ordinario que hoy empieza, dejando atrás este tiempo navideño en el que Tú nos has revelado tu presencia, tu nacimiento, para que con tu venida revelarnos el Amor del Padre que te envía para anunciarnos la Buena Nueva. Amén.

viernes, 8 de diciembre de 2017

¿QUÉ TE PROPONES?

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


¿Tienes algún proyecto? ¿Sabes realmente a donde vas? ¿Crees que está muy lejos los últimos momentos de tu vida para plantearte por donde caminas? ¿Piensas que estos proyectos que puedes proponerte llenan plenamente tu vida? Porque tus proyectos son humanos. Nacen en este mundo y en él se quedan. Son proyectos caducos que nadie se lleva consigo.

A María, aquella joven sencilla le ocurrió algo parecido. Ella tenía su proyecto. Un proyecto humano con un joven José, sin embargo, Dios le propuso otro proyecto. Un proyecto divino, de alcance infinito y eterno. Y gracias a ella, que lo aceptó, ese proyecto también puede ser para nosotros. Pero debemos escuchar, como hizo Ella, la voz del Señor que nos habla y nos propone un camino divino por encima de todos nuestros pobres proyectos humanos.

Pidamos al Señor que nos de la Gracia de construir nuestra vida desde Él. El matrimonio, la vida de servicio, la profesión, el compromiso son actitudes que no deben servirnos como huidas ni como tapaderas para llenar nuestra vida, sino como desprendimientos generosos, gratuitos que se corresponde con el amor de Dios. Porque, construidos desde nuestra humanidad, son limitados y caducos.

Dejemos que el Espíritu Santo nos dirija desde el proyecto divino, empapando nuestra humanidad y fortaleciendo nuestro espíritu, para que podamos superar todas las dificultades y obstáculos que nos salen al paso impidiéndonos llevar a cabo la Voluntad de Dios. En eso tenemos la referencia de María, nuestra Madre, que supo dejar todo, lo que de humanidad tenía su proyecto, para ponerlo en Manos de la Gracia de Dios.

Gracias, Madre, llena de Gracia porque el Señor está contigo. Tú eres bendita entre todas las mujeres, porque bendito es el Fruto de tu vientre, nuestro Señor Jesús. Amén.

lunes, 15 de mayo de 2017

LLÉNAME, SEÑOR, DE TU ESPÍRITU SANTO

Sólo no puedo, Señor, porque mi naturaleza está sometida y herida por el pecado. Es disparatado y absurdo pretender llegar a Ti con mis propias fuerzas. Necesito la Gracia del Espíritu para poder, abierto a su acción, enfrentarme a la lucha de cada día contra las seducciones de este mundo. Llena, Señor, mi pobre corazón del Espíritu Santo, que el Padre envía en tu Nombre, para que mi alma y todo mi ser guarden tus mandatos y los cumplan.

Porque, la prueba de mi amor no será que yo lo diga y lo manifieste, sino que me esfuerce cada día en cumplirlo. Y eso sólo lo podré hacer contigo y en, con y por el Espíritu Santo. Dame, Señor, la sabiduría de entender y de saber discernir lo bueno de lo malo. Y también la voluntad y fortaleza para poder vivirlo y llevarlo al día a día de mi vida.

Señor, llénanos de tu presencia y haz que la sintamos en nuestros corazones. Creemos en tu Palabra, Señor y esperamos confiados que tu presencia nos llene cuando Tú lo decidas. A nosotros no toca esperar, pero no con los brazos cruzados, sino esforzándonos cada día en guardar tus mandatos y llevándolos a nuestra vida, con humildad, paciencia y esperanza.

Y abiertos a la acción del Espíritu Santo, que nos asiste y nos acompaña, para infundirnos la sabiduría de discernir el bien del mal y así vivir en tu Voluntad, cumpliendo tus mandatos y proclamando tu Palabra con humildad por todos los lugares que nos lleva nuestro camino. 

Gracias, Señor, porque alegres y esperanzado caminamos junto a Ti seguros y en paz, porque sabemos que Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

domingo, 5 de febrero de 2017

SER REFLEJO DE TI, SEÑOR

Revisteme, Señor, de tu Gracia, para que en cualquier momento de mi vida todos mis actos sean reflejo tuyo. Porque eso es lo que realmente quiero, Señor, pero lo que no puedo hacer. Como diría Pablo, hago lo que no quiero hacer, y no hago lo que quiero. Esa es la lucha diaria de mi vida; esa es la perenne y constante intranquilidad de cada día y el deseo ardiente de respuesta a tu Palabra.

Hoy, no quiero dejar pasar este hermoso momento para pedirte esa Gracia. La Gracia de vivir en tu Palabra y de no cesar de esforzarme en hacer las cosas como Tú quieres. La Gracia de responder según tu Voluntad, escuchándola y haciéndola. La Gracia de no desfallecer, porque sé que soy débil y fácil de ser tentado y de acomodarme en la pereza, las pasiones y el desenfreno. Fácil de dejarme ir y de perderme.

Quiero, Señor, y Tú lo sabes mejor que yo, seguir tus pasos. Mi vida no significa nada y pierde todo su valor si no estoy contigo. Todo pierde su sentido cuando Tú te quedas fuera. Y no me siento bien cuando mi sal se desala y mi luz se hace oscuridad. Quiero salar y alumbrar. Salar la vida y llenarla de tu perfume y de tu sabor. Desprender ese gusto que da gozo y alegría el saborearlo y paladearlo. Quiero, Señor y sé que sólo en Ti y por Ti puedo hacerlo.

Pero, también, al mismo tiempo, quiero ser luz. Luz, como Tú, para alumbrar todos los rincones de mi vida oscuro y sombríos. Quiero que los que circulen en mi misma dirección queden alumbrados por la luz que irradia mi corazón reflejada del tuyo. Quiero, Señor, ser esa sal y esa luz de la que Tú me hablas hoy en tu Evangelio. Quiero, Señor, y te lo pido con toda mis fuerzas y todo mi ser. 

En Ti confío, Señor, y, para ello, quiero esforzarme y poner todo de mi parte. Todo lo que me has dado y que tengo que poner a negociar para bien de los demás. Quiero, Señor, que mis humildes y pobres manos vayan llenas de esfuerzo y de amor, aunque con poco rendimiento, a la hora de presentarme ante Ti, y confiar, abandonándome en tus Brazos, en tu gran Misericordia. Amén.

sábado, 10 de diciembre de 2016

NECESITO DE TI, SEÑOR

Cada día nace de nuevo, porque cada día trae sus afanes y esperanzas. Y necesito renovarlas, apoyarlas y descansar en Ti, Señor. Porque su peso me doblan mis rodillas y me hace desfallecer. Necesito de Ti, Señor, y quiero prepararte cada día un lugar cómodo y espacioso donde Tú puedas estar a gusto y sentirte a bien conmigo. Un lugar grande, el más importante, dentro de mi corazón, para que seas Tú quien reine en él y mis días contemplen tu despertar y tu Gloria.

Dame, Señor, la Gracia de ver a los demás, tal y como Tú los ves, para poder así contemplar y ver la bondad de cada uno como Tú lo haces y los ves. Dame la sabiduría de abajarme, de humillarme y ver con esperanza todos mis errores y pecados; toda mi vida de fracasos y suficiencias, y, también, mis logros. Que ellos sirvan, no para engreirme, sino para darte Gloria y Alabanza, y glorificar tu Nombre.

Aviva mi fe y abre mis ojos, para que mi corazón vea claro tu presencia y tu venida. Que mi corazón se haga tu morada, y así como hiciste con tu Madre, María, Madre y Señora nuestra, morando en su seno y llenándola de Gracia, has también con nosotros, tus humildes siervos, morando en nuestro corazón y llenándonos de tu Gracia. Amén.

lunes, 29 de agosto de 2016

NO ES FÁCIL



Una cosa es prometerlo y estar dispuesto también a hacerlo, pero otra muy distinta es la realidad que nos envuelve y nos toca vivir. Dar la vida es duro y difícil. No podemos engañarnos ni engañar. Sin embargo, los cristianos comprometidos y consecuente con nuestro Bautismo, pensamos que a la hora de la verdad el Espíritu de Dios nos conforta, nos fortalece y nos da el valor que necesitamos para enfrentarnos con la hora de nuestra muerte. Sea de forma natural o martirizada como la de Juan Bautista.

Porque no se puede entender de otra forma. La Gracia de Dios hace el milagro de hacernos fuertes ante la adversidad. Ya lo experimentaba Pablo cuando decía que en la debilidad se sentía fuerte (2ª Corintios 12, 10) y también muchos otros que han seguido a Jesús. Porque seguir a Jesús es complicarse la vida e ir contra corriente, pero vale la pena, pues no se entendería la vida de todos esos hermanos en la fe que han dado su vida y los que la están dando en este preciso momento.

Y es que el gozo de amar no tiene precio, aun pagándolo con la vida. Porque hemos sido creados para amar y esa es nuestra finalidad. Vivir sin amar es no vivir. Vivir sin amar es perder la vida y desperdiciarla. Vivir sin amar es no experimentar el verdadero amor que se esconde en dar la vida por otro. Esa es la experiencia que nos ha dejado Jesús, porque Él nos amó hasta ese extremo.

Y el mundo trata de engañarnos. El Maligno se encarga de eso ofreciéndonos un mundo lleno de ofertas tentadoras que colman nuestras pasiones y apetencias. Jesús también fue tentado en el desierto (Mt 4, 1-11) y nos enseña el camino para soportarlas. Indudablemente, no hay otro camino sino el que señala Jesús, porque Él es el único y verdadero Camino, Verdad y Vida.

Hoy, Señor, queremos pedirte desde este rincón la Gracia de caminar junto a Ti y no separarnos nunca. Porque contigo seremos mayoría aplastante y el Maligno y su mundo nada podrán hacernos. Amén.

viernes, 22 de julio de 2016

DAME, SEÑOR, LA GRACIA DE DESCUBRIRTE DENTRO DE MI VIDA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




No parece que me cueste mucho decir que Vives y has Resucitado. Pero, cosa diferente es que me lo crea ardiente y profundamente, y que experimente tu viva presencia alrededor de mi vida. Tu Misterio no está al alcance de mi capacidad ni de mi entendimiento. Necesito tu Luz y el Auxilio del Espíritu Santo, para verte y experimentarte dentro y en el obrar de cada instante de mi vida.

Esa es la Gracia que hoy, Señor, te quiero pedir. La Gracia de sentirte, de experimentarte, de verte, de escucharte y de encontrarte como lo hizo María Magdalena. Pero, también, la Gracia de sentir la inquietud de buscarte y de caminar a tu encuentro para descansar en Ti mis fracasos, mis anhelos, mis impaciencias, mis luchas y mis pecados. Porque sin Ti, mi Señor, no podré soportar mi pesada carga y sucumbiré a las tentaciones de este mundo.

Por eso, mi Señor,  es una Inmensa alegría escuchar la Noticia, la Buena Noticia de tu Resurrección, porque ella nos llena de esperanza, de alegría y Vida. Vida que se renueva y se transforma cada vez que, Tú, Señor, te haces presente en nuestra Vida.

Y te pedimos que nos des la sabiduría de descubrirte en todas partes, a derecha e izquierda, delante y detrás. Arriba o abajo, en el pobre, en el marginado, en el que te busca y no te encuentra y en los necesitados. Pero también en aquellos que te rechazan, quizás porque no te conocen o porque no han oído hablar de Ti.

Ábrenos, Señor, nuestros oídos y nuestros ojos, para ver y escuchar tu Palabra y tu Mensaje, y hacerlo vida en nuestra vida y en lo más profundo de nuestro corazón, para que vivido y transmitido en nuestro obrar de cada día sea conocido, escuchado y vivido por todos aquellos que buscan la eterna felicidad. Amén.

lunes, 21 de marzo de 2016

¡NECESITAMOS TU GRACIA, SEÑOR!



Experimentamos que no podemos superar nuestra humanidad pecadora. Estamos sometidos a nuestros pecados y no podemos superarlos. Experimentamos que queremos, pero no podemos. Celebramos la Semana Santa, y se nos escapa nuestra concentración y nos distraemos. Queremos concentrarnos, pero experimentamos nuestra pobreza y limitaciones. No podemos, Señor, hacer nada sin Ti.

Y eso te pedimos ahora, al comienzo de la Semana Santa. El ambiente y nuestra pobreza espiritual nos pueden. Nuestra humanidad se derrumba seducida por las cosas de este mundo, y pasan los días de tu Pasión, y nosotros distraídos en nuestras apetencias e intereses. Hoy, mientras te acompañaba en la procesión de la burrita, con el olivo mantenido en alto, experimentaba esa pobreza espiritual.

Y, a mi alrededor, todos los asistentes caminaban hablando y distraídos en lo que ocupa su corazón. Pensé que no estamos participando, o que nos resulta imposible si Tú, Señor, no nos das tu Gracia.  El mundo nos seduce y nos vence si no nos agarramos a Ti. Y eso te queremos pedir ahora, que nos amarre a tu Gracia para, fortalecidos en Ella, podamos servirte.

Sin embargo, Señor, gracias por darnos constancia y perseverancia, para, al menos, seguir caminando y estar en el camino, a pesar de nuestras debilidades y pecados. Gracias, Señor, por darnos fuerza para, al menos, mendigarte nuestros deseos de querer responderte y vivir en tu Palabra y en tu Amor. 

Y lo seguiremos haciendo en la esperanza de que experimentemos algún día esa Gracia que nos ilumine y nos de la fortaleza y la fe de contemplarte como aquellos apóstoles tuyo en el Tabor. Amén.