Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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jueves, 27 de diciembre de 2018

QUIERO VER COMO BARTIMEO, SEÑOR

Resultado de imagen de Jn 20,2-8
El sentido común se impone y nuestra esperanza nos lo descubre y nos lo dice, pero la duda siempre duerme dentro de cada uno de nosotros. Unas dudas alimentadas por nuestras pasiones y la debilidad de nuestra naturaleza caída y herida por el pecado. En esos instantes experimentamos nuestra esclavitud y nuestras debilidades a las que nuestra naturaleza nos somete y encadena.

Necesitamos ver, Señor, ver con los ojos de la fe. Lo mismo que te pidió Bartimeo - Mc 10, 46-52 - también nosotros queremos expresártelo hoy, inmediatamente después de conmemorar tu nacimiento. Ver para seguirte con firmeza y disponibilidad.  Somos conscientes de nuestras debilidades y flaquezas y sabemos que este mundo, sumergido en el hedonismo y en el consumo, tu nacimiento pasa desapercibido como también lo fue tu venida hace ya XXI siglo en Belén.

Y nosotros, Señor, no queremos dejar escapar la ocasión para, no sólo conmemorar tu nacimiento sino para pedirte luz, sabiduría y fortaleza en el esfuerzo de cada día en construir la paz. Esa paz que Tú has venido a traer y que hoy pedimos a través de la Conferencia Episcopal en esta oración: Por la paz entre todos los hombres y entre todos los pueblos para que la celebración del nacimiento del Hijo de Dios impulse a los fieles cristianos a luchar por instaurar en el mundo la paz que Cristo trajo con su venida.

Gracias, Señor, por tu Resurrección y por la Gracia que el Espíritu Santo derramó en Pedro y Juan, tus discípulos, que nos transmitieron con su testimonio tu bendita Resurrección. En ellos y en todos los demás, sobre todo, Pablo de Tarso, apóstol de los gentiles, por el que nos ha llegada el anuncio de tu Resurrección, te damos gracias, Señor y te pedimos que ese anuncio de salvación que Tú nos has traído no se apague nunca en nuestros corazones. Amén.

viernes, 23 de enero de 2015

SER LUZ, NO PENUMBRA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS



Cada uno en su familia está llamado a ser luz, ejemplo y mediador entre sus hijos y Jesús. Cada uno tiene una misión en su entorno, ambiente y circunstancias que ponga a los que le rodean en relación directa con Jesús. Al menos que les sirva de enlace y presentación, luego será él quien tendrá que vérselas con Jesús y responder o no a su llamada.

La misión no es sino dar testimonio de que Jesús vive y viene a salvarnos. La misión no es sino dar testimonio de la alegría y la esperanza de que el mundo es el medio por y donde podemos ganar la vida y dicha eterna. La misión es vivir en la esperanza de experimentarnos salvados para siempre. Y eso cuando se vive se transmite.

También puede ocurrir que se nos llame a algo más, como le ocurrió a Pablo, a Pedro y a otros muchos. Y eso será cuestión de estar atento, escuchante, dispuesto a dejarte encontrar y a responder confiado y abandonado en el Señor. Si te llama es porque puedes hacer lo que Él quiere y espera de ti.

Pero antes debes seguirle y responder a su llamada. En la diaria convivencia con Él encontrarás respuestas a tus interrogantes, y señales para el camino. Seguirle es convivir diariamente, a cada instante, hablando y escuchando. Alimentándote de la Vida de la Gracia y en perseverante y constante oración. No te quedarás sin respuesta e irás encontrando el camino que Él quiere que recorras.

Jesús Vive, y está a tu lado. ¿Cómo no te va a hablar? ¿Cómo no se va a preocupar por ti? ¿Cómo no va a querer solucionar tus problemas? Posiblemente, no será como tú has pensado y quieres. Las soluciones las da Él, no tú, porque es Él el Señor, el que sabe, el todo poderoso y que todo lo puede. A ti y a mí sólo nos corresponde obedecer y confiar. 

Posiblemente no te guste, pero es así, necesitamos humildad y reconocernos siervos, pero seguros de que Él nos ama hasta dar la vida por cada uno de nosotros. Amén. 

domingo, 29 de junio de 2014

SER LUZ EN EL ESPÍRITU



Puede ocurrirnos que nos creamos responsables de que otros no escuchen la Palabra. Incluso de que pasen indiferentes ante ella, y eso nos haga sentirnos fracasados y víctimas de nuestro mal testimonio. Sin embargo, no debemos caer en esa trampa que nos tiende el Maligno, porque aunque nuestro testimonio y palabra fuesen ejemplar, la última Palabra la tiene siempre el Espíritu de Dios.

Él es el que convierte y transforma, tanto nuestro corazón como el corazón de los que escuchan su Palabra a través de la tuya. Eso no descarta nuestro esfuerzo y voluntad en dar todo lo que podamos y en esmerarnos en vivir auténticamente en verdad y justicia, pero nunca será nuestro testimonio el que convertirá sino la acción del Espíritu Santo que habita en nosotros.

La confesión de Pedro, el Evangelio de hoy, Mt, 16, 13-19, nos deja de forma clara las Palabras de Jesús a este respecto: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos». Eso nos anima y nos descansa, porque independientemente que nuestra entrega y esfuerzo sean al cien por cien, la cosecha y frutos serán por y para Gloria del Señor, verdadero protagonista.

Te damos gracia Señor porque nuestra responsabilidad y nuestro esfuerzo descansan y están garantizados en Ti. Ayer nos invitaba a descansar y apoyarnos en Ti, y hoy, alegres y renovados por tus Palabras cantamos a tu Gloria y nos abrimos, como tus apóstoles, a tu Espíritu. Amén.