Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 14 de octubre de 2018

UNA LLAMADA PERSONAL

Resultado de imagen de Mc 10,17-30
¿A quién no le gustaría ser perfecto? Todos lo buscamos en nuestro trabajo, en nuestra vida de familia, en nuestra práctica de deporte, con nuestro equipo favorito...etc. Todos queremos hacer las cosas bien y lo más perfecto posible. Eso es una aspiración humana y muy digna. Sin embargo, sucede que no es así, que somos imperfecto y tenemos errores y fallos que nos impiden la perfección. ¡Qué le vamos a hacer! Somos humanos y eso hay que aceptarlo.

Jesús, sabiendo quienes somos, nos invita a superarnos y a no tomar el Decálogo como diez reglas que hay que conocer y tratar de cumplir, sino como una aspiración de vivirlas en cada momento y situación de nuestra vida. Como una actitud constante y presente en cada día de nuestra existencia. Y con una mirada al Modelo - nuestro Señor Jesús - que nos acompaña y permanece con nosotros. Unos mandatos que, resumidos, quedan en dos: Amar a Dios y al prójimo como Dios te ama a ti.

Y para vivir ese estilo y compromiso de Vida hay que estar injertado en el Espíritu Santo. Es decir, estar unido al Señor y disponible al impulso que el Espíritu sopla sobre ti. Unido al Señor significa la frecuencia de los sacramentos - Eucaristía y Penitencia- y la compañía de la comunidad - parroquia y grupos -. 

Significa el esfuerzo de cada día para limpiar nuestro corazón de tantas apetencias, inclinaciones y apegos, que nuestro viejo corazón necesita. Significa el esfuerzo diario de desprendernos de todo aquello que nos estorba -  mal carácter - soberbia - egoísmo - individualidad - insolidaridad ... y llenar ese viejo corazón, transformándolo en nuevo, con la humildad, el servicio, la solidaridad, el desprendimiento - la generosidad y el amor. Significa seguir a Jesús en clave de dejarnos purificar por la acción del Espíritu Santo que nos asiste, nos auxilia y nos transforma.

sábado, 13 de octubre de 2018

¡MADRE, SOSTÉNNOS BAJO TU AMPARO!

Resultado de imagen de Lc 11,27-28
Una Madre es algo muy importante, porque ella nos da la vida por la Gracia de Dios y nos protege y cuida durante toda nuestra vida. Sobre todo en los primeros años cuando todo nuestro ser está en sus manos. Por eso, repetimos una y mil veces que madre no hay más que una, pero sabemos que tenemos una Madre en el Cielo que intercede por nosotros y con su ejemplo de fidelidad y obediencia nos señala el camino hacia la Casa del Padre.

Y lo hace mostrándonos a su Hijo, el Mesías enviado y encarnado en su vientre por su Fíat decidido y obediente al plan de Dios para con ella. Por eso, también nosotros queremos responder con fe y obediencia y, humildemente de mano de nuestra Madre, seguir los pasos de su Hijo, el Señor, para que escuchando su Palabra y llevándola a nuestra vida, como ella, lleguemos a también a la Casa del Padre.

Pidamos, junto a María, que como Madre interceda por nosotros y cogidos de su Mano tratemos de, como ella, escuchar la Palabra de Dios y hacerla vida en nuestras vidas. Unidos en torno a ella recemos el santo Rosario y pidamos que, como Madre nuestra, interceda, como en Caná, por las familias y la defensa de la vida, sobre todo por los más inocentes. Amén.

viernes, 12 de octubre de 2018

MADRE DEL PILAR

Resultado de imagen de Lc 11,27-28, virgen del Pilar
Virgen del Pilar

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Todos hemos estado nuestro proceso gestante dentro del seno de nuestras madres. Muchos no han sido queridos o por otros intereses han sido expulsados y condenados a la muerte por sus propias madres. De hecho, hoy ocurre a menudo y cada día son muchos rechazados y condenados. Es duro y angustioso tener que escribir este drama que sucede a cada instante en este mundo en que vivimos, pero es la cruda realidad.

En este contexto, tener una Madre como María, hoy festejada bajo la advocación del Pilar, es una dicha enorme y un gozo de alegría y paz. Una Madre que, haciéndose dócil a la Palabra, dio su seno como cobijo y casa al Hijo Unigénito de Dios, para que se encarnará en naturaleza humana como nosotros. Y, de esa forma, se hizo corredentora con Él para la salvación y redención de todos los hombres.

No hay Madre más grande que María, pues con su “fiat” incondicional. Su «Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38) fue un asentimiento de fe que abrió todo un mundo de salvación. Es la primera en cumplir la Voluntad del Padre y la primera, por tanto, en ser dichosa tal y como proclamó su Hijo. Por eso, Madre, hoy en tu festividad como Virgen del Pilar, nosotros queremos seguir tus pasos y afianzarnos a ese pilar que sostiene tu vida de Fe - Xto. Jesús - y, como tú, seguir sus pasos siempre atentos a la escucha y obediencia de su Palabra. 

Madre, Virgen del Pilar, intercede por todos tus hijos para que seamos fieles a su Palabra y perseverantes en vivir apoyados en Él, la roca que sostiene nuestras vidas. Amén.

jueves, 11 de octubre de 2018

SE HACE NECESARIO PEDIR

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Nos cuesta cumplir y hacer lo que se nos manda. Nos ha sucedido durante toda nuestra vida, en el colegio, en la familia, en el trabajo y en nuestros propios compromisos sociales. Nos cuesta hasta ir al médico y tratamos de evitarlo todo lo posible. Y cuando no nos queda otro remedio lo hacemos con pesadumbre y desgana.

También nos cuesta rezar, y más cuando nos parece que nuestras palabras se las lleva el viento. Mantener, pues, esa fe y confianza perseverante es signo y señal de que confiamos en nuestro Padre Dios e insistimos tal y como nos dice Jesús. No se trata de pedir un día, sino de pedir lo que necesitamos todos los días, y hacerlo seguros de que el Señor nos dará lo que realmente nos haga falta y necesitemos, sobre todo para nuestra salvación eterna.

Porque, esa es la Voluntad del Señor, salvarnos contando con nuestra colaboración. Para eso nos ha creado libres con la capacidad de decidir. Pero, también, estamos heridos por el pecado y nuestra naturaleza es débil y proclive a las malas inclinaciones. Eso nos limita y nos confunde, de forma que no sabemos bien lo que realmente necesitamos y erramos en nuestras peticiones.

Por eso, Señor, te pedimos que nos asesores y nos asista, porque nosotros no sabemos bien que nos conviene. Nos ponemos en Manos del Espíritu Santo para que sea Él quien realmente nos guíe y pida por nosotros. Porque, Él sí sabe realmente que nos conviene y que necesitamos para caminar por el camino, valga la redundancia,  recto que nos lleva a la Casa del Padre. Amén.

miércoles, 10 de octubre de 2018

COMO SI FUERAMOS NIÑOS

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Es la actitud que tiene un niño con su padre. Cualquier cosa que le haga falta, piensa inmediatamente en su padre. ¿Quién si no se lo va a dar? La única diferencia es que el padre de aquí abajo no puede darle todo, ni tampoco sabe que es lo que mejor y más le conviene a su hijo. Por el contrario, nuestro Padre del Cielo lo puede todo y sabe que cualquier momento que es lo que más conviene al hijo.

Por lo tanto, orar es pedir lo que realmente necesitamos, y como la clave es que no sabemos pedir ni lo que realmente más nos interesa, mejor dejar todo en Manos del Padre y simplemente estar atentos a su Voluntad. Posiblemente, el Señor sabedor de todo eso nos recomendó esa hermosa oración del Padrenuestro. Una oración que se hace vida desde que despertamos hasta que volvemos a cerrar los ojos por la noche.

Sí, tenemos un Padre en el Cielo que Jesús, el Hijo, nos ha revelado. Un Padre que cuida de nosotros y al que tenemos obligación moral, como hijos, de santificar y adorar. Y de obedecerle, porque sólo Él sabe realmente que necesitamos y que nos conviene para nuestra salvación. Por eso queremos hacer su Voluntad no la nuestra. Y, como Padre nuestro que es, le pedimos por todas nuestras necesidades, materiales y espirituales. Él mejor que nadie puede dárnosla y saber cuales son las que más necesitamos. 

Y, también, imploramos su Misericordia, porque la necesitamos, pues somos niños traviesos que le desobedecemos y pecamos, y que nos aparte de caer en las tentaciones de este mundo, porque, sin Él estamos en constante peligro. Por lo tanto no debemos alejarnos de nuestro Padre. Pidamos esa Gracia y el vivir cada día esa hermosa, simple y sencilla oración que nos sostiene firmes y junto a nuestro Padre Dios. Amén.

martes, 9 de octubre de 2018

LA SABIDURÍA DE DAR BUENOS FRUTOS

Resultado de imagen de Lc 10,38-42
Todos nuestros buenos frutos son consecuencia del amor de Dios, porque de Dios procede todo bien. Y cuando hacemos algo bueno, consciente o inconsciente, estamos reflejando la bondad y el amor de Dios, pues de Dios no puede venir nada malo. Podemos ser consciente de ello o no, pero realmente es así. 

Nuestro corazón humano, semejante al de nuestro Padre Dios, sólo cuando es capaz de amar en clave de ágape está cumpliendo la Voluntad de Dios. Sin embargo, su naturaleza humana lo mancha, el pecado, y sucede que se contamina y dicha contaminación estropea sus frutos. Son esos abrojos e hierbas malas o tierra poca profunda que ahogan toda buena intención de producir buenos frutos.

Por eso necesitamos el riego del agua de la Gracia para, limpiados de toda impureza y mala intención, dar fertilidad a nuestra tierra y producir esos hermosos y buenos frutos que de nosotros esperan. Y eso lo conseguimos adoptando como María, la hermana de Marta, esa actitud de permanencia y perseverancia en la presencia de Dios. Se trata de permanecer en contacto con el Señor y en oración y diálogo constante.

Toda nuestra vida es una relación con el Señor. Incluso en los momentos más inconscientes de nuestro obrar. Es verdad que debemos esmerarnos en estar en vigilia perseverando en la escucha atenta a su Palabra. En este sentido las reflexiones puntuales en esos espacios de serenidad y descanso nos pueden ayudar mucho a sostener ese diálogo y esa perseverancia en permanecer abiertos a su Gracia.

Dejarnos conducir por el soplo del Espíritu, que nos dirige y cultiva la tierra de nuestro corazón, nos da esa posiblidad de cosechar y ofrecer buenos y hermosos frutos. Pidamos permanecer en esa actitud de buscar espacios como María para atender a la escucha de la Palabra y a la contemplación del Señor y a ofrecernos en dar y compartir todo lo que de nuestra parte podemos y hemos recibido. Amén.

lunes, 8 de octubre de 2018

AMAR EXIGE RENUNCIA

Resultado de imagen de Lc 10,25-37
La receta es muy sencilla, simple y al alcance de todos. Y gratuita, no exige dinero. Sin embargo, no es nada fácil, y, diría más, es imposible si te empeñas en enfrentarte tú sólo en vivirla. Se dice muy fácil: A-mor, y todos la entiende también fácilmente. Pero, nunca se llega a realizar de forma plena. Porque, amar exige despojarse de uno mismo renunciando a todo lo tuyo para darlo a los demás. Ejemplo, y el único: Xto. Jesús crucificado voluntariamente por amor.

¿Cómo poder despojarte de ti mismo y entregarte, por amor gratuito, al otro? No hay receta ni podemos explicarlo. Lo han intentado muchos a lo largo de la historia después del Señor, pero ninguno ha llegado a hacerlo plenamente. Quizás, María, la Madre, la Inmaculada, por obra y gracia de Dios, ha llegado a ser corredentora con su Hijo. Pero, siempre contando con la Gracia de Dios.

Y es eso lo que quiero significar. Sin el Señor nada podemos hacer. Necesitamos su concurso, su Gracia para poder transformar nuestro corazón y entregarnos a aliviar el dolor de los que sufren y padecen. Necesitamos el auxilio del Espíritu Santo para ser capaces de darnos y despojarnos de todo lo que el mundo nos ofrece y con lo que nos tienta, para, pacientemente, ser alivio para el cercano y necesitado.

Sí, necesitamos tu Gracia, Señor, porque sin Ti no podremos amar como Tú nos amas. Sin tu presencia en nosotros, Señor, no podremos ser auxilio y servicio para el pobre samaritano, o para el cercano o para el amigo y familiar. Sólo en tu presencia, Padre del Cielo, podremos transformarnos y vencer nuestro egoísmo y nuestra pereza.

Y en este nuestro camino, Señor, suplicamos y rogamos que nuestro corazón sea fortalecido con la Gracia de tu Amor y podamos pararnos, dejar a un lado nuestros intereses materiales y, quizás también espirituales, para hacernos verdadero amor y atender prioritariamente a quien necesite de Ti, Señor. Porque, lo que hagas a cualquier necesitado me lo haces a Mí. Amén.