Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 13 de abril de 2019

¿DÓNDE PONGO MI MIRADA?


Resultado de imagen de Jn 11,45-56 ver Fano
También me siento perseguido, Señor, en medio de este mundo hostil a tu Palabra. Un mundo lleno de prejuicios y de mentiras. Un mundo donde prevalece el poder, la productividad, la enconomía, la riqueza y la venganza. Un mundo donde el fuerte, el poderoso y el rico tienen la sartén por el mango para gobernar y dirigir a sus anchas. 

Un mundo que no cree en el amor sino en el poder y la riqueza. Un mundo donde lo importante son los proyectos rentables y productivos que dan riqueza y poder. Un mundo donde las personas están por debajo de los intereses materiales y de creación de riqueza, que producen poder y gloria. Un mundo, Señor, donde tu Palabra no es acogida porque, ante la inmediatez de la gloria y el bienestar, el camino de cruz que Tú propones es rechazado.

Nadie quiere cargar con tu cruz. Se cumple la palabra de Caifás cuando dice: «Vosotros no sabéis nada, ni caéis en la cuenta que os conviene que muera uno solo por el pueblo y no perezca toda la nación».  Y ante esto Jesús no se rebela, sino que acepta voluntariamente, siendo dócil a la Voluntad del Padre, una muerte de cruz para salvar a todos lo hombres. Y entre esos hombres y mujeres de todo el mundo están incluidos tú y yo, porque, también nosotros lo hemos, con nuestros pecados, llevado a la cruz.

Por eso, Señor, te pido con todas mis fuerzas que me ilumines y que me des la fortaleza y la voluntad para aceptar ese camino de cruz que Tú propones y unir a ella, con todas mis fuerzas, mi pobre, pequeña y sencilla cruz de cada día. Una cruz pecadora que suplica humildad para poder ser abrazada y salvada por tu Infinita Misericordia, Señor.

Dame, Señor, te lo suplico desde mi corazón humillado y postrado ante Ti, la paciencia, perseverancia y firmeza para no desfallecer y seguir adelante sin resistencia. Sé que tengo muchos fallos, debilidades y pecados, pero también sé que si has entregado tu vida por mí en esa muerte de Cruz estás dispuesto a perdonarme. Y yo, Señor, quiero aceptar tu perdón y serte fiel. Por eso te pido que llenes mi endurecido corazón de humildad, de fortaleza y voluntad para no desfallecer y seguir tus pasos. Amén.

viernes, 12 de abril de 2019

PERDONA, SEÑOR, POR MIS PIEDRAS

Resultado de imagen de Jn 10,31-42
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


Soy consciente que he tirado muchas piedras al Señor. Y todavía sigo tirándole cuando me aparto de su Voluntad. Porque, también soy conscientes de mis pecados de omisión, pues no se trata de no hacer nada malo, sino de dejar hacer muchas cosas buenas. 

El rico epulón había sido conducido al infierno no por hacer nada malo con sus banquete, sino por no atender ni preocuparse por Lázaro. Al que su señor le dio un talento, no le condenó por no hacer nada malo, sino por enterrar el talento y no negociar con él. A las cinco vírgenes necias no les cerró la puerta por que hicieran algo malo, sino por su negligencia e imprudencia y no estar preparadas cuando la puerta estaba abierta. 

Y a ti y a mí ¿qué nos podrá pasar? ¿A cuántas personas hemos dejado de escuchar, de atender, de preocuparnos por ellas? ¿Cuantos talentos recibido he enterrado? ¿Cuántas imprudencias y negligencias he cometido malgastando mi tiempo? Perdona, Señor, mis piedras y dame la sabiduría y la voluntad de responder a tu llamada. Quiero ser reflejo tuyo y poner en tus Manos todo lo que he recibido, desde mi vida hasta el último pelo de mi cabeza, pasando por todos mis talentos o cualidades. 

Quiero poner en tus Manos todo mi tiempo y saber gastarlo según tu Voluntad, pero, me doy cuenta de mis debilidades, de mis errores, de mis fracasos y de mis incapacidades. Quiero y experimento que no puedo. Lo único que puedo ofrecerte es seguir levantándome de mis continúas caídas y mis falsas promesas. Seguir caminando avergonzado de estar siempre en el mismo lugar. Pero, Señor, a pesar de mis pecados no quiero quedarme quieto y dejar de seguirte.

Ayúdame a recoger mis piedras y a dejarlas en el camino. Al menos a no lanzarla contra ti ni contra mis hermanos. A caminar en el silencio y perseverar en tu Palabra poniendo lo que buenamente pueda. A no creerme capaz de grandes hazañas ni grandes cosas. A ser simplemente un pobre hombre que quiere seguirte. Amén.

jueves, 11 de abril de 2019

EL TRIUNFO DE LA VIDA SOBRE LA MUERTE

Imagen relacionada
Hoy estamos alegres y de enhorabuena, porque Tú, Señor, eres la Vida Eterna. Ese es el objetivo, porque ese es nuestro mayor deseo: la Vida Eterna. Y Tú, Señor, nos lo promete. Pero, no ha quedado sólo en promesa, sino que Tú has Resucitado. Son estos días próximos los que vamos a vivir y en los que actualizamos el memorial de su Pasión, Muerte y Resurrección.

Gracias, Señor, por esa hermosa promesa que nos haces: «En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás» Eso no lo puede decir nadie sino Tú, Señor, porque sólo Tú has vencido a la muerte. Y es esa la máxima opción que anhelamos desde lo más profundo de nuestros corazones. Todos queremos vivir y Tú nos das esa oportunidad.

¿Cómo es posible que la gente, que realmente buscan la vida, no lo creen? Si realmente ese anhelo duerme dentro de nuestro corazón tenemos que despertarlo, porque es real. Tú nos lo has puesto para que te busquemos, porque sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna.

Aumenta nuestra fe, Señor, y ilumina nuestro camino. Queremos vivir eternamente en tu Gloria y queremos seguir tus pasos en el esfuerzo de vivir y cumplir tus mandatos. Queremos vivir en el Espíritu de tu Misericordia, y así como Tú nos ama, queremos nosotros también amar. Ser reflejo tuyo de todo lo que hemos recibido de Ti, porque para eso nos lo has dado. Y lo podemos dar en la medida que descubrimos y tomamos conciencia de tu Amor.

Porque, cuando amo y perdono misericordiosamente estoy reflejándote, pues por tu Amor y tu Misericordia puedo yo también amar y ser misericordiosamente. Amén.