Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 20 de agosto de 2019

GANAR ESTE MUNDO NO ES LO IMPORTANTE

Resultado de imagen de Mt 19,23-30
Se nos mete en la cabeza y por calzador que lo importante es triunfar en este mundo. Y pensamos que todo lo que no sea eso trae consigo el fracaso y la exclusión social. Significa eso que lo que importa en este mundo es el valor de lo material, del poder y la riqueza, o, simplemente, el éxito y el triunfo. Y eso son valores materiales y caducos, porque todo lo material es caduco. Luego, es un valor aparente e irreal. O si queremos llamarlo de otra forma, un valor temporal que vale para hoy, pero no para mañana.

Sin embargo, a pesar de que nos demos cuenta nuestra vista queda ciega y sometida a esa ambición de riqueza y bienes materiales. Es sorprendente que, sabiéndolo no reaccionemos y quedemos como ciegos y a merced de quedar esclavizados a ella. Tan esclavizado que desalojamos a Dios de nuestro corazón para dejarle el centro del mismo al dios de la riqueza y el poder. Es una gran peligro y una gran tentación que Jesús nos lo advierte en el Evangelio de hoy con palabras muy fuertes para que reaccionemos.

¡Cuidado con las riquezas que nos tientan y nos llevan a la perdición! Porque, quien se apega a ellas con la ambición de ganar en este mundo, perderá el otro y la vida eterna. Por eso, es de primera necesidad tomarnos muy en serio este peligro de las riquezas y ponernos en guardia y vigilantes. Pero, nunca solos sino tomados y agarrados fuertemente de la Mano del Espíritu Santo, que nos guía, nos previene, nos da fortaleza y sabiduría para saber discernir, escoger el verdadero camino y permanecer firmes en no dejarnos someter por los bienes materiales.

Por eso, pidamos al Señor con todas nuestras fuerzas esa Gracia de no caer en la esclavitud de los bienes de este mundo. Bienes caducos y perecederos y no perdamos de vista lo que el Señor nos ofrece a aquellos que le sigan y cumplan sus mandatos: Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros.

lunes, 19 de agosto de 2019

NUESTRAS CONDICIONES A LA LLAMADA DEL SEÑOR

Resultado de imagen de Mt 19,16-22
Uno de nuestro primeros pasos es reflexionar a ver que condiciones ponemos a la llamada del Señor. Podemos preguntarnos si realmente tengo mi corazón abierto y disponible para lo que Dios me va poniendo delante o le pongo condiciones a lo que me invita a realizar. Porque, me puedo engañar con mucha facilidad. Mientras yo creo que el servicio que tengo que hacer es el que yo descubro, y que realmente es bueno, quizás Dios haya pensado otra cosa de mí.

¿Quién me ha dado las cualidades que tengo? ¿Y quién mejor que Dios sabe para qué y en dónde tengo que emplearlas? Por lo tanto, no soy yo, tal como pensó el joven rico, quien tiene que decidir sobre la herencia, la riqueza o las cualidades que yo tengo donde las debo poner al servicio de los demás, sino que será el Señor quien me irá indicándome el camino, el lugar y la forma de aplicarlas.

Quizás, por eso, no vemos los frutos que desearíamos ver, porque cultivas donde a ti te parece, pero no donde Dios quieres que cultives y la tierra especifica que quieres que cultives. A ese respecto conozco a muchas personas que, dentro de la Iglesia, darían un gran testimonio que realmente hace falta, pero ellas no lo ven así y ni lo hacen fuera ni en otro lugar. Y, donde se empeñan darlo no fructifica. Creo que no lo hacen mal, no soy nadie para juzgar, pero me pregunto si realmente dan su amor donde Dios quiere que lo haga.

Es la pregunta del millón y la que posiblemente quería preguntarle aquel joven rico al Señor. También yo y todos los que quieran podemos preguntársela al Señor. ¿Estoy realmente, Señor, dándome y entregándome donde realmente Tú, Dios mío, me llamas? ¿Estoy dando servicio a todo lo que Tú, Dios mío, me has dado donde realmente Tú quieres? ¿O lo hago según a mí me parece que debo hacerlo.

Y la más difícil e importante, ¿estoy dispuesto a dejarlo todo para ponerme en el lugar y la actitud que Tú, Señor, me has señalado y destinado como mi misión? Ayúdame, Señor, a través de tu Espíritu a discernir y encontrar respuesta a ese interrogante que angustia mi corazón, y dame la capacidad, la fortaleza y la sabiduría para responderla. Amén.

domingo, 18 de agosto de 2019

LOS ENEMIGOS DE LA VERDAD

Resultado de imagen de Lc 12,49-53
La experiencia te enseña a que en muchos momentos de tu vida tienes que romper con tus ambientes, con tus amigos y con tus familiares para defender la verdad. Lo viejo se enfrenta a lo nuevo y cuando lo nuevo resplandece en la verdad el fuego arde y el conflicto se hace presente. Eso lleva a familias enteras a enfrentarse los unos contra los otros. El Evangelio de hoy domingo lo manifiesta muy claramente: El fuego de la verdad - Lc 12, 49-53 -  nos lleva a esos enfrentamientos.

No se trata de una guerra por cosas de este mundo, ni por bienes o riquezas. Tampoco por poder o prestigio, sino por la Verdad. Una Verdad que nos lleva a tener en nuestro corazón el amor como arma principal y, a través de él, la verdad, la justicia y la paz. Jesús, el Señor, quiere ver ese mundo arder con ese fuego y ese deseo le llena de angustia por querer que se cumpla.

Es eso lo que también nosotros desde este rincón de oración pedimos hoy. Queremos y pedimos que nuestros corazones ardan por defender la verdad y por establecer un Reino de justicia, amor y paz. Y sabemos que eso nos traerá enfrentamientos, luchas y hasta muertes. Nuestro Señor entregó su Vida precisamente por defender y proclamar ese Reino de los Cielos al que todos estamos llamados. Y, los que queremos y deseamos seguirle, tendremos que también entregar nuestras vidas, a pesar de los enfrentamientos, incluso con los nuestros, por proclamar ese Reino de Amor y de Paz.

Pidamos al Espíritu Santo, recibido en nuestro Bautismo, que tengamos la paciencia, la entereza, la fortaleza y la perseverancia de, poniéndonos en sus Manos, vivir en esa actitud de defender la Verdad y proclamar el Reino de Dios. Amén.