Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 7 de febrero de 2020

ME SIENTO MUY MAL, SEÑOR.

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

El camino se me hace duro, empinado y me cuesta subirlo. Cada día es una lucha por resistir las embestidas con las que el mundo, demonio y carne me atacan y me tientan. Hay momentos que me siento fuerte y firme, pero otros que me ocurre todo lo contrario, defallezco y me derrumbo. Admiro a Juan el bautista, su vida austera y sobria y su firmeza y voluntad. Experimento que me voluntad es frágil y débil y me desvanezco en muchos momentos. El aguijón de las tentaciones me afectan y me debilitan.

El camino se me hace cuesta arriba. A veces experimento cierta depresión y tristeza y eso me preocupa, porque, Tú, Señor, no eres nada de eso. Tú has vencido la muerte y la Cruz se ha convertido, a partir de ese momento, en camino de Gloria, Alegría y triunfo. Es verdad que, primero hay un camino duro y con espinas, pero, recorrido éste se hace la luz y viene la paz, el gozo y la alegría eterna.

Dame, Señor, esa luz, esa fortaleza y esa paz que vigorizan mi voluntad y alegran mi corazón para, a pesar de las cruces de mi camino no pierda de vista el gozo, la alegría y la paz que me esperan cuando llegue a encontrarme contigo. Gracias, Señor, porque sé que me escuchas y atiendes mis súplicas. Amén.

jueves, 6 de febrero de 2020

LIBRES DE TODA VANIDAD

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Mc 6, 7-13
Nos lo dices muy claro, Señor, poca cosa. Un bastón y lo necesario para libremente caminar, llegar a los demás y, confiado en tu Amor y Providencia, proclamar el Evangelio con libertad y desapego de todo aquello que nos puede esclavizar. No podemos evangelizar cuando estamos apegados a las cosas de este mundo, porque nuestras palabras saldrán contaminadas y adheridas a lo que nos sentimos apegados y en connivencia con nuestras apetencias.

Se necesita ser libre y no estar aferrado sino a la verdad, la justicia y el bien. Todo buen anunciador necesita hacerlo en función del bien común. Es decir, hablamos y predicamos la Buena Noticia que se concreta en el bien de todos los hombres y mujeres del planeta. Incluyendo al mismo planeta. Y eso pasa por hablar en verdad y justicia, pero una Verdad y una Justicia que sólo nos puede venir de nuestro Padre Dios y que, a través de su Hijo, el Mesías enviado, nos ha sido enseñada y vivida con su Palabra y su Vida.

Pidamos esa libertad para dar testimonio de esa Palabra y la Gracia que en nuestro bautismo hemos recibido por medio del Espíritu Santo para ser mensajeros de la Verdad y Justicia que nuestro Señor Jesús nos propone y de la Misericordia que, por su Amor, nos perdona todos nuestros pecados. Pidamos ese don de la fe para que, fortalecidos en nuestra voluntad y en nuestro espíritu podamos libremente dar testimonio del Amor del Señor y de sus promesas de eterna felicidad. Amén.

miércoles, 5 de febrero de 2020

¡SEÑOR,TÚ ERES MI FORTALEZA Y MI VIDA!

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A pesar de mis dudas, de mis pecados y mis fracasos, Señor, tú eres lo más importante de mi vida. Diría más, lo único importante de mi vida y lo que quiero conservar y guardar en lo más profundo de mi corazón. Y seguir tus enseñanzas ayudado por el Espíritu Santo. Señor, confío en Ti. No hay nadie como Tú y, sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna.

Por eso, reitero y me reafirmo en poner mi vida en tus Manos y confiar en tu Palabra. Porque, tu Palabra es coherente con tu Vida y en Ti se ha cumplido la Palabra del Padre. ¿A quien puedo recurrir, Señor, y en quien puedo confiar? Todo lo que el mundo me ofrece y me propone es falso y está apoyado en la mentira y en el egoísmo. Mundo, demonio y carne son los pecados y tentaciones con las que me enfrento cada día y a las que puedo vencer estando unido a Ti.

Sólo Tú, Señor, tienes Palabra de salvación. Nos lo has dejado claro con tu Resurrección y, sin embargo nos cuesta creerlo y, muchos no lo creen, te rechazan y renuncian a aceptar tu Palabra. Y es que renunciar a nuestras apetencias y satisfacciones nos resulta costoso y será imposible sin tu presencia, Señor, y, alejados de Ti el mundo nos tiene en sus Manos.

Danos, Señor, la fortaleza, la sabiduría, la paciencia, la perseverancia, el sosiego y la paz para, desde las entrañas de este mundo no dejar de permanecer a tu lado y de seguirte fielmente creyendo en tu Palabra y enseñanzas y, con la acción del Espíritu Santo, llevarlas a mi vida cada día. Amén.

martes, 4 de febrero de 2020

TU FE TE HA SALVADO

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Señor, quiero creer y serte fiel, pero, mi corazón impuro y apegado a las cosas de este mundo y tentado por mis concupiscencias y apetencias carnales se ciega y se endurece.

Estoy muerto como esa niña, hija de Jairo, o enfermo como esa mujer que padece flujos de sangre. Necesito, Señor, que me ordenes levantarme o que cures mis enfermedades para que mi corazón purificado y limpio por tu Gracia crea en Ti.

Te pido, Señor, que me des un corazón bien intencionado e inocente. Un corazón sin malicia y fortalecido en la voluntad de abrirse a la luz del Espíritu Santo y, fuera de toda duda e incredulidad, crea en Ti, Señor. Te pido, Padre mío que, por los méritos de tu Hijo Jesucristo, inundas mi impuro corazón de tu Gracia y, como Jairo y esa mujer, dame la fe de creer en Ti como mi libertador y salvador que me liberas del pecado del mundo por tu Infinita Misericordia. Amén.

lunes, 3 de febrero de 2020

DE ANIMALES Y PERSONAS

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Estamos comprobando que hemos avanzado muy poco en cuanto se refiere al aspecto humano y al valor de la dignidad de la persona. Hoy está, quizás más avanzado que antiguamente, el aprecio y valor de los animales hasta el punto de que parece que tienen más derechos o, al menos iguales, que la persona humana. Se puede condenar a una persona por un descuido o mal trato a un animal. Es verdad, y no queremos que se nos interprete mal, que los animales deben ser bien tratados y cuidados, pero nunca superiores al hombre ni antes que el hombre. Incluso en lo concerniente al valor económico.

Los animales han sido creados para provecho del hombre y para servir al hombre. Esto significa también que el hombre tiene el deber de cuidarlos, protegerlos y darle el provecho apropiado para beneficio del hombre, sin llegar a mal tratarlos. Igual que, de la misma forma, tiene el deber de cuidar el medio ambiente y la naturaleza que le ha sido dada para su provecho y cuidado.

Por todo ello, le pedimos al Señor que nos dé la fortaleza y la sabiduría para poner siempre las cosas en su justo medio y darle el verdadero sentido para el que han sido creadas. Nunca podemos valorar más a los animales que a los hombres y mujeres creados a imagen y semejanza de Dios tal y como ocurrió con aquellos gerasenos que prefirieron el valor económico que representaban los cerdos antes que el bienestar y la curación de aquel endemoniado.

Pidamos al Señor que nos dé la sabiduría de saber entender esto y de dar siempre preferencia al hombre, criatura preferida por Dios y creada a su imagen y semejanza. Y para lo que ha enviado a su único Hijo, para, entregando su vida voluntariamente, liberar a los hombres de la esclavitud del pecado y de la muerte, dándole la Vida Eterna. Amén.

domingo, 2 de febrero de 2020

PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO

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Himno
Iglesia santa, esposa bella,
sal al encuentro del Señor,
adorna y limpia tu morada
y recibe a tu Salvador.

Abre tus brazos a María,
Virgen Madre del Redentor,
puerta del cielo siempre abierta
por la que vino al mundo Dios.

¿A quién sostienes en tus manos,
dinos, anciano Simeón,
por qué te sientes tan alegre?
«Porque ya he visto al Salvador.

Este Niño será bandera
y signo de contradicción,
con su muerte, traerá la vida,
por la cruz, la resurrección.»

Jesús, el hijo de María,
es el Hijo eterno de Dios,
la luz que alumbra a las naciones
los caminos de salvación.

La Virgen Madre ofrece al Niño
como una hostia para Dios;
la espada de la profecía
atraviesa su corazón.

Honor y gloria al Padre eterno,
y al Hijo eterno que engendró,
y que, por obra del Espíritu,
de la Virgen Madre nació. Amén.
Laudes - la presentación del Selor

sábado, 1 de febrero de 2020

MI VIDA: VIENTO - HURACANES - TEMPESTADES

Resultado de imagen de Mc 4,35-41 por Fano
Mi vida y la vida de cualquier persona no es una balsa. No debe ser una balsa, porque de serlo se perdería. Aprendemos a fuerza de superar muchas olas, muchas tempestades y muchos huracanes. Los fuertes vientos nos enseñan a estar firmes, bien arraigados y echar fuertes raíces que nos sostengan fuertemente al suelo. Y esas tempestades, huracanes y fuertes vientos son los maestros que nos enseñan que la vida es una navegación imprevistas y llenas de momentos inesperados que nos exigen probar nuestra fe y nuestra confianza en nuestro Padre Dios.

Por eso, todo ahora recobra sentido en nuestro camino particular. Gracias, Señor, por esos duros momentos que he tenido que soportar y padecer en mi vida. Gracias por sentirme débil, desfallecer, necesitado y, sobre todo, confiado y asido a tu Mano salvadora. Gracias, Señor, porque esos momentos y circunstancias de mi vida me han dado la oportunidad de confiar y creer en Ti y en tu Palabra. Y esperar con alegría, paciencia y perseverancia tus promesas.

Gracia, Señor, por entender tu Amor y tu Misericordia y por aceptar, no resignado, sino esperanzado y confiado . que tu Promesa de Salvación y Buena Noticia tiene sentido, me llena de esperanza y me salva. Gracias por darme cuenta que el sufrimiento y todos los avatares de mi vida, aunque no deseados ni queridos, han sido inevitable, como a Ti mismo te sucedió entregando tu Vida por nosotros, y una hermosa posibilidad de probar mi fe y mi confianza en Ti. Gracias, Señor porque ahora lo entiendo.

Gracias por darme esa sabiduría, fortaleza y paz para poder reconocer la acción de tu Espíritu y darme cuenta de que tu presencia no consiste en solucionar mis problemas, ni darme una formula mágica que dé solución a todos mis problemas sino en aumentar mi fe fiándome de tu Palabra y creyendo en tus Promesas. Así, unido a Ti y sabiendo que no duermes sino que estás presente en cada instante de mi vida, mi camino, a pesar de sus fuertes vientos, impetuosos huracanes y terribles tempestades, ser llevadero y mi carga más suave hasta llegar al verdadero puerto donde Tú, mi Dios, me esperar con los brazos abiertos. Amén.