Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 7 de febrero de 2020

ME SIENTO MUY MAL, SEÑOR.

Resultado de imagen de Mc 6,14-29
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

El camino se me hace duro, empinado y me cuesta subirlo. Cada día es una lucha por resistir las embestidas con las que el mundo, demonio y carne me atacan y me tientan. Hay momentos que me siento fuerte y firme, pero otros que me ocurre todo lo contrario, defallezco y me derrumbo. Admiro a Juan el bautista, su vida austera y sobria y su firmeza y voluntad. Experimento que me voluntad es frágil y débil y me desvanezco en muchos momentos. El aguijón de las tentaciones me afectan y me debilitan.

El camino se me hace cuesta arriba. A veces experimento cierta depresión y tristeza y eso me preocupa, porque, Tú, Señor, no eres nada de eso. Tú has vencido la muerte y la Cruz se ha convertido, a partir de ese momento, en camino de Gloria, Alegría y triunfo. Es verdad que, primero hay un camino duro y con espinas, pero, recorrido éste se hace la luz y viene la paz, el gozo y la alegría eterna.

Dame, Señor, esa luz, esa fortaleza y esa paz que vigorizan mi voluntad y alegran mi corazón para, a pesar de las cruces de mi camino no pierda de vista el gozo, la alegría y la paz que me esperan cuando llegue a encontrarme contigo. Gracias, Señor, porque sé que me escuchas y atiendes mis súplicas. Amén.

sábado, 20 de julio de 2019

¡INJERTADOS EN TU ESPÍRITU, SEÑOR!

Resultado de imagen de Mt 12,14-21
No podemos obviar nuestra naturaleza humana. Es necesario aceptarnos tal y como somos, porque, así Dios nos ha creado y así nos quiere. Negarnos sería rechazar su obra y revelarnos contra su Voluntad. Él sabe la medida de nuestra capacidad y así nos ha creado y así nos ha salvado.

Es verdad que estamos inmerso en un mundo lleno de peligros. Mundo,demonio y carne nos presentan batalla cada día y nos amenazan con derrotarnos si nos desprendemos del Espíritu Santo, que, permaneciendo en Él, nos garantiza la victoria. Porque, el mal ha sido vencido en la Cruz de nuestro Señor. Nuestra victoria está garantizada sin lugar a duda. Sólo tendremos que confiar en el Señor y creer en Él. La fe es nuestra tabla de salvación.

Ahora, quizás estés preguntándote: luego, ¿por qué Dios permite entonces el mal? La respuesta es muy sencilla, porque lo necesitas para despertar y abrir los ojos y probar tu fe. En el tiempo que las cosas ruedan a tu favor todo se torna dulce, hermoso y no hay problemas. Tanto, que te olvidas hasta del Señor. Son los tiempos de escasez y de sacrificio los que humillan tu alma y levanta tus ojos para, humildemente, implorar ayuda a Dios. Por eso, la única manera de probar tu fe es resistiéndote y perseverando en los momentos difíciles de tu vida.

Pero, el mal no cuenta ya. Está vencido desde que Jesús abrazó voluntariamente su muerte en la Cruz. Esa misma cruz que te pide que abrases tú y yo. Porque, al abrazarla venceremos rotundamente el mal. Detrás de la cruz encontramos la Vida Eterna. Ese es el reto y el camino de cada día. No perdamos la confianza y segamos al Señor sin titubeos y con firmeza. Al mismo tiempo que caminamos en esa confianza y sin perder de vista al Señor, pidámosle que nuestra voluntad y fortaleza sea firme y que no desfallezcamos. No hay que tener miedo, pues la victoria ya ha sido ganada por el Señor. Amén.

domingo, 30 de junio de 2019

SIEMPRE CON LA MIRADA PUESTA EN EL SEÑOR

Resultado de imagen de Lc 9,51-62
No es fácil mantenerse firmes y esa dificultad nos exige estar siempre con la mirada atenta y puesta en el Señor. No es bueno mirar atrás, y mirar atrás no sólo consiste en volver la mirada a las cosas del pasado sino a distraerse con otras cosas justificando el descanso y el cambio de rutina. Podemos despistarnos y quedar enganchados a las cosas del mundo y eso nos aleja del seguimiento al Señor.

Por tanto, caminando por este mundo debemos ser consciente que estamos amenazados por los peligros que el propio mundo nos plantea, la tentación que el Maligno nos tiende y la debilidad de nuestra propia carne. Necesitamos estar cerca del Señor y abierto a la acción del Espíritu Santo para defendernos de esas amenazas y sostenernos en la fe y seguimiento del Señor. 

Pedimos fortaleza, sabiduría, capacidad de discernimiento, voluntad y lucha para contrarrestar todos esos peligros y tratan de que volvamos nuestras miradas atrás y nos distraigamos del seguimiento al Señor. Danos, Señor la capacidad de sostenernos unidos y fortalecidos en la comunidad para no volver nuestra mirada atrás ni reclinar la cabeza en las comodidades y bienestar que nos ofrece este mundo caduco y obsoleto.

Te pedimos, Señor, que Tú seas el centro de nuestros corazones y la primera opción de nuestra vida. Te pedimos que sepamos poner detrás de Ti todo lo demás y que nunca nos venza la tentación de dejarte en un lugar secundario para optar por la familia y las cosas que el mundo nos pone y con las que nos tienta. Sabemos y somos consciente que la empresa no es fácil, pero también sabemos que injertados en tu Espíritu. Señor, podemos vencer y permanecer siempre a tu lado. Amén.

sábado, 22 de junio de 2019

¿QUIÉN OCUPA EL CENTRO DE MI VIDA?

Resultado de imagen de Mt 6,24-34 Fano
Con mucha facilidad el mundo y sus atractivos fascinan nuestros apetitos y pasiones hasta el punto que nos duermen y alejan de nuestro Padre Dios. Es necesario estar bien despierto, reflexionar y no dejar de luchar ante tanta tentación, seducción y formas de embaucarnos, convencernos y, aparentemente, presentarnos un paraíso falso que como un espejismo desaparece cuando quedamos atrapados por sus garras.

Esa va a ser la tónica y la constante de nuestro camino que nos perseguirá en cada momento de nuestra vida. Y no hay otra alternativa ni otro camino. La batalla está planteada desde muy pronto y será el día a día lo que vaya determinando mi proximidad o alejamiento de mi Padre Dios. Por tanto, se hace necesario plantearme una estrategia que me ayude a sostenerme activo, despierto y diligente ante las ofertas del mundo. La batalla está planteada, el mundo o Dios. 

Y nos toca a nosotros decidir, pues, el Señor nos ha dado esa capacidad y voluntad para hacer la elección. No quiere que nos sintamos obligados, sino que decidamos libremente y por amor. Claro, nos será muy necesario contar con la Gracia del Dios en el auxilio del Espíritu Santo. Para ello, necesitamos las armas de la oración, la Eucaristía dominical o lo más frecuente que podamos, la reflexión a la luz del Espíritu Santo y la cercanía de la comunidad parroquial o grupos donde compartir.

Unas armas para usarlas en medio de la vorágine del mundo, demonio y carne, peligros y amenazas que están al acecho y pendientes de nuestras debilidades y caídas. Necesitamos el auxilio y fortalece del Espíritu Santo para superar todas esas adversidades y ataques de quienes buscan nuestra caída y abandono. 

Señor, te pedimos que nuestra primera opción seas siempre Tú y estar a tu lado. Todo lo demás, aunque necesario para nuestra vida, que quede subordinado a tu Voluntad. Amén.

jueves, 2 de mayo de 2019

MUNDO - DEMONIO - CARNE


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El mundo es el lugar escogido para nuestra salvación. No podemos irnos de él, porque es en él donde tenemos que salvarnos. Pero, sí tenemos que tener muy en cuenta que es un lugar de mucho peligro y que va a estar intentando seducirnos, auspiciado por el príncipe del mundo, el demonio, para rendirnos a sus encantos y ofertas seductoras. Nuestra naturaleza - carne - es débil y juega un papel muy importante que el demonio sabe aprovechar muy bien.

Por lo tanto, nuestra mirada tiene que estar alta, mirando a lo alto, porque es de lo alto de donde nos viene la salvación. No podemos bajarla ni por un instante, pues de hacerlo corremos el peligro de no poder levantarla de nuevo. Somos débiles y, el demonio, puede hacernos creer que somos fuertes y, confiados en ello, quedar presos en sus garras. Levantemos, pues, la mirada y pongámonos en Manos del Señor.

Creamos en la Palabra de Dios revelada por su Hijo Jesús, que encarnado en naturaleza humana como nosotros, nos señala el camino por donde tenemos que andar para encontrar nuestra salvación. El mundo es ese lugar por el que peregrinamos al Padre y es en el mundo donde nos tenemos que purificar y trabajar nuestra salvación. No estamos solos, tenemos la Palabra de Dios y, sobre todo, la acción del Espíritu Santo, que enviado por el Padre nos acompaña en nuestra lucha de cada día contra esos peligros ya señalados.

No tengamos miedo, porque no estamos solos. Confiemos en nuestro Padre Dios que nos ha entregado a su Hijo, para que con su Muerte y Resurrección, haga ganado para nosotros la oportunidad de salvarnos si creemos en Él. Por eso, abramos nuestros corazones a su Gracia y pongamos toda nuestra confianza en sus Manos. Confesemos nuestra fe y creamos en Él. 

Sí, Padre, creemos en Ti porque nos fiamos de tu Hijo, el que Tú has enviado y has declarado y anunciado como el amado, el predilecto. Él nos ha revelado tu Rostro y nos ha señalado el camino a seguir para reunirnos contigo. Y nosotros queremos seguirle y obedecer sus mandatos. Danos la Gracia, la Fortaleza y Sabiduría para lograrlo. Amén.