Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 18 de julio de 2016

LA POCA REFLEXIÓN TE VUELVE CIEGO



No se trata de hacer y hacer. Ni tampoco de llenarse de actividades que te hagan perder la capacidad de tomar conciencia de lo que haces y cómo lo haces. Se trata de ser y hacer. Se trata de controlar lo que haces y ponerlo al servicio del bien de los demás.

El camino necesita reflexión y tomar conciencia del destino a dónde vas. Sería absurdo caminar sin una meta prefijada a dónde dirigirse. Caminar sin saber dónde vas es lo mismo que agobiarse, desesperarse y de experimentarse angustiado y desorientado. El hombre necesita pararse y poner su camino en orden, porque la poca reflexión te impide ver y te vuelve ciego.

¿No te ha ocurrido pasar una y mil veces por la misma calle y preguntarte por ella y no saber dónde está? Pues a mí sí. En cierta ocasión me preguntaron por la calle la Gaviota y no supe decir donde estaba. Más tarde me enteré que era una calle por la que pasaba asiduamente. Igual nos puede ocurrir con nuestra propia vida. Nos la han dado. No nos han pedido permiso para regalárnosla, porque se supone que todos la aceptamos, pero tampoco nosotros, en muchos casos, nos preguntamos para qué nos la han dado y a dónde nos dirigimos.

Y si nos dejamos llevar por el ajetreo que la propia inercia de la vida nos envuelve, puede ocurrir que perdamos el norte y nos aventuremos en un mar sin rumbo ni brújula. Conviene, pues reflexionar y pensar que camino y rumbo tiene nuestra vida. En esa intención descubriremos que sólo hay una cosa importante, tal es saber nuestro destino. Porque conociéndolo nos conduciremos mejor y viviremos esforzándonos en ese sentido.

Por eso, en esta humilde y simple reflexión, Padre del Cielo, queremos pedirte que nos ilumines el camino para saber realmente a dónde nos dirigimos. Y ello nos exige prestarte atención y atenta escucha, y estar vigilantes para no distraernos ni perdernos con el ajetreo y las tentaciones que las cosas de este mundo nos ofrecen. Amén.

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