Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 22 de octubre de 2017

LA MONEDA DEL AMOR

Hay una moneda internacional que es válida en todo los lugares de este mundo, y también del otro. Es una moneda que no necesita identificarse ni revalorizarse, porque siempre está revalorizada y aceptada en todas parte y a todas horas. Es archiconocida, aunque no mucho utilizada.

Se trata de la moneda del amor. Es gratuita y se da desinteresadamente sin medida de tiempo ni de intereses. Es la moneda que nos da Dios y con la que, de alguna manera, le pagamos a Él. No tiene nada que ver con la del Cesar, pues esa moneda exige tributos y cumplimientos, y se cambia por otra clase de compensaciones. No es gratis y no está al alcance de todos, pues muchos no pueden acceder a ella incluso con grandes trabajos. Es una moneda que hace esclavos y quita libertades.

Danos, Señor, la verdadera moneda por la que vale la pena luchar y esclavizarse. No monedas que se corrompen y caducan. Esas monedas no merecen esfuerzos por conseguirla, pues de nada valen. Tienen sus días contados y su valor decrece y acaba. Queremos monedas que valgan para ganarse la otra vida, la verdadera y eterna. Esa es la moneda con la que queremos pagar y negociar nuestra salvación.

Damos al Cesar las monedas que son de él. No las queremos, porque son monedas llamadas a la caducidad. Queremos dar a Dios la moneda que está por encima de todas las monedas, el amor. Es esa moneda, Señor, la que queremos ganar para ofrecértela gratuita como Tú nos la has dado. Y la ganamos cuando somos capaces de cumplir con nuestras responsabilidades, siendo legales y justos, pero priorizando siempre que Tú, Señor, eres lo primero y a Ti pertenecen todas las monedas.

Porque, Tú, Señor, eres Señor de la Vida y la muerte y todo lo que hay en este mundo y en el otro, todo lo visible e invisible te pertenece. Danos la sabiduría y la capacidad de comprender estas cosas para saber y discernir lo que es del Cesar y lo que es Tuyo, sabiendo y teniendo siempre claro que Tú estás por encima de todos. Amén.

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