Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 25 de enero de 2018

POSIBLEMENTE NO DOY LA TALLA

Cuando oyes estas palabras del Evangelio de hoy, el primer pensamiento que me viene, al menos a mí, es que mi fe, si tengo alguna, es muy frágil y pequeña. Posiblemente, menos que un grano de mostaza. Y digo esto por lo que dijo el Señor con respecto al grano de mostaza -Mt, 17, 20-. Y porque me siento impotente de hacer lo que el Señor manda a hacer a los que tienen fe.

Indudablemente es un misterio. La Cruz es un misterio, porque es el signo de nuestra vida. No hay nadie que no admita que su vida tiene siempre una cruz. Cuando no es por él, es por otro o por cualquier circunstancia que se presenta. La cruz siempre está presente. Pero, para el cristiano esa cruz es signo de esperanza y de triunfo, porque en la Cruz nuestro Señor alcanzó el triunfo sobre la muerte y la venció. Desde entonces, la Cruz es signo de triunfo y esperanza para el Cristiano.

Detrás de cada cruz hay vida y esperanza, porque al final siempre hay victoria y triunfo. La Cruz es signo de Resurrección y siempre está al final, detrás de la tragedia, de la desesperanza, de la lucha, de la oscuridad, de la fatiga, del trabajo, del sacrificio, de la renuncia, de la aparente muerte...etc. La Cruz no tiene la última palabra, porque tras ella se erige la Resurrección, que nos llena de triunfo, de gozo y de plenitud eterna.

Por eso, mi fe es también una cruz, una cruz de dudas, de vacilaciones, de tentaciones, de lucha constante y de esfuerzo confiado en la Palabra del Señor. La fe exige una lucha constante y un fiarse y dejarse llevar por la fuerza y sabiduría del Espíritu Santo. La fe me exige silencio, obediencia y confianza, porque Jesús la ha ganado por mí en la Cruz, y me la dará a su debido tiempo. Confiar en su Palabra es lo que nos toca a nosotros ahora.

Confiemos, pues, y creamos que el Señor es nuestro Camino, nuestra Verdad y nuestra Vida. Él es la victoria y el triunfo sobre la muerte. La ha vencido en la Cruz, y también nosotros lo lograremos en Él venciendo nuestras propias cruces. Amén.

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