Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 12 de septiembre de 2019

DESDE LA HUMILDAD DE MI POBRE PERSONA

Resultado de imagen de Lc 6,27-38 por Fano
Hoy, Señor, quiero, primero, darte las gracias por la vida que me has dado. Segundo, por darme cuenta de la necesidad de darte las gracias y descubrir todo lo que se ha recibido. Gracias por este don de, si no bien, si, al menos, entendible de poder escribir mis humildes oraciones y reflexiones. Y, sobre todo, gracias por sentir esa necesidad de hacerlo y de decírtelo.

Gracias por sentir la inquietud de buscarte desde edad muy temprana. Gracias por confiar en tu Poder y tu Palabra. Gracias por amarme, no sólo de Palabra, sino con obras, sobre todo desde la entrega generosa de tu Vida. Gracias por hablarme tan claro, como el Evangelio de hoy. Gracias, porque, aunque mi vida está tan lejos de cumplir con lo que Tú me dices y me has demostrado con tus obras, yo creo en tu Palabra y, a pesar de mis pecados, debilidades y fracasos confío en Ti y me entrego en tus brazos para que seas Tú quien me transforme ese corazón mío endurecido e individualizado en un corazón como el Tuyo.

Gracias, Señor, Gracias, porque, aunque todo mi ser no puede entenderte ni comprenderte, Tú eres la razón de mi vida y sin Ti no sabría entender este mundo absurdo que te da la espalda. Gracias, Señor, en tus Manos me abandono. Amén.

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