Pienso en esas veces que, me he visto traicionado por gente que creía quererme y me utilizaba, para sacar provecho. Pienso en gente que, como Judas, eran seguidores de Jesús, sin embargo, como él, también fueron capaces de cometer una traición.
Ahora, pienso en las veces que, he sido yo el que he traicionado. El que he hecho sufrir. El que me creía seguidor de Jesús y, cuando las cosas se han puesto difíciles, no he dudado en traicionarle. Me detengo a ver mis justificaciones para hacerlo.
Pero daremos un paso más. Ahora, pondré cara y nombre a la persona a la que he traicionado. Y observaré ¿puedo mirarle de frente? ¿Me he dado cuenta de que cuando traiciono a una persona estoy traicionando a Jesús, lo mismo que Judas?
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