Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
Mostrando entradas con la etiqueta Fe y Misericordia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Fe y Misericordia. Mostrar todas las entradas

miércoles, 30 de junio de 2021

SEÑOR, DAME LA GRACIA DE ENTENDER QUE TÚ ESTÁS POR ENCIMA DE TODO

 

Tú, Dios mío, eres lo primero y lo que debe primar y reinar en el centro de mi corazón. Sin embargo, soy consciente de mis debilidades y de mis inclinaciones a las riquezas, al poder y a las comodidades que esta vida me presenta, me ofrecen y con las que me seducen. Hay momentos de mi vida en las que me siento atrapado como esos dos endemoniados de los que habla hoy el Evangelio. 

Y experimento la tentación de alejarme de Ti, incluso rechazarte y pedirte que salgas de mi vida. Llego incluso, Señor,  a pensar que mi dios es el dinero y el poder y, como aquellos hombres de la otra orilla te invito a salir de mi tierra - corazón - y a marcharte de mi vida. 

¡Perdóname, Señor! Perdóname mis disparates, mis debilidades, mis egoísmos y mis pecados. Perdóname mis impaciencias, mi poca y deficiente fe, mi inconstancia y vacilante perseverancia. Ten Misericordia de éste pobre ignorante pecador y libérame de las tentaciones del demonio, que acecha mi vida para encadenarme, como aquellos endemoniados, y sometido, destruirme. 

Dame la fortaleza, la sabiduría y la paciencia para sostenerme firme y perseverante en tu confianza y apoyarme en la fe de tu Palabra que da la Vida Eterna. Amén.

miércoles, 10 de marzo de 2021

AHORA ES TU TIEMPO, TU TIEMPO PARA AMAR

 

Dice el refrán que lo que puedas hacer hoy de bueno, no lo dejes para mañana. Porque, ese tiempo se ha perdido y mañana será otro tiempo que corresponde a otra hora y a otro día. Significa es que ese momento de instante de amor se ha perdido. El de mañana será otro instante de amor, que ya no suma con el perdido de ayer. Por tanto, queda claro, lo de hoy no lo dejes para mañana.

En consecuencia, afirmamos que ahora es tu tiempo de y para amar. Es el tiempo de tu vida en la que puedes y debes - es lo que más te conviene - vivir en una actitud amorosa de servicio al que más lo necesita. Oportunamente, ahora vivimos un tiempo de pandemia que, lejos de ser una tragedia, puede significar un tiempo para extremar y derrochar amor. Por eso, ahora, y siempre, es tiempo para amar.

E, inseparablemente, el amor está compuesto de misericordia, y la misericordia lleva el perdón en su misma sangre. No podrás amar sin misericordia y, por supuesto, perdón. Es, precisamente, la Misericordia infinita de Dios la que nos da esa oportunidad para ser perdonados de nuestros pecados. Y, al mismo tiempo, no ofrece esa hermosa posibilidad de redimirnos cargando también nosotros nuestra propia cruz de amor.

Pidamos, con fe y perseverancia, que la Gracia del Señor nos invada de su Infinita Misericordia y amor, para que, siguiendo su camino e injertado en su Palabra, vivamos ese estilo de vida misericordiosa de perdón por amor. Amén.

viernes, 12 de febrero de 2021

LA NECESIDAD DE ABRIR MI CORAZÓN A LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 

El peligro está siempre presente. Necesitamos abrirnos - effetat - a su acción y dejarnos guiar. Precisamente, esa necesidad de ser guiados supone que hay peligros que nos acechan y nos proponen nuevos caminos u otras maneras de interpretar la Palabra que, Tú, Señor, nos ha dejado y para lo que te quedas en el Espíritu Santo que nos defiende, nos protege y nos va guiando en la evolución  e interpretación de tu Palabra.

Porque, los tiempos evolucionan y las actitudes y costumbres también. De la misma forma, las leyes, sin dejar lo fundamental - el amor y la misericordia, mostrada por Ti, Señor - también cambian.

 En tu tiempo, Señor, salvarte a una mujer adultera - Jn 8, 1-11 - de morir lapidada - era la ley del aquel tiempo -, pero, hoy no parece que se pueda ni se tenga que matar a una mujer que haya pecado de adulterio. Hoy no pasa nada aunque el pecado está presente, pero, Tú también, para darle tu misericordia y perdón y encomendarle que no peque más.

Sin embargo, se hace necesario el arrepentimiento. Eso es lo fundamental. Sabemos que el Señor nos perdona, pero necesitamos, primero creérnoslo - Mc 2, 1-12 - y luego arrepentirnos para que la Misericordia de Dios haga efecto en nosotros. Y eso, de alguna manera, significa abrirnos a esa Misericordia que el Señor nos regala. De eso se trata, y eso es lo que hoy, postrado ante Él, le pedimos. Danos, Señor, la humildad de reconocer tu Misericordia y limpiar nuestros corazones aceptándola y acongiéndonos a ella. Gracias, Señor.

martes, 9 de abril de 2019

NO QUIERO QUEDARME EN ESTE MUNDO Y CREO EN TU PALABRA

Resultado de imagen de Jn 8,21-30
Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna y creo en Ti. No quiero quedarme en este mundo al que estoy sometido por mi naturaleza humana, pero que Tú, con tu muerte de cruz, has pagado para liberarme. Quiero seguirte a pesar de que en muchos momentos de mi camino surjan dificultades, dudas y misterios que no podré alcanzar, más tu Palabra es Palabra veraz porque vienes enviado por el Padre que nos ama infinitamente y misericordiosamente. Y todo lo que has recibido y oído al Padre nos lo enseñas y das a nosotros.

Yo confío en Ti, Señor, porque lo que Tú me dices lo siento dentro de mí y se corresponde con lo que está escrito en mi corazón. El mundo me engaña y su palabra no es veraz. Quedarme en este mundo es morir y perderme para siempre. Yo, Señor, quiero ir contigo y pedirte que me lleves a donde Tú vas. Quiero ir a esas moradas que Tú ya nos has dicho que nos prepara en la Casa de tu Padre - Jn 14, 2 - porque en ellas seré feliz junto a Ti, Señor, para toda la eternidad.

Nadie me escucha como me escuchas Tú, Señor; nadie me acoge como me acoges Tú, Señor; nadie me comprende como me comprendes Tú, Señor y nadie me salva, entregando su vida en la cruz de forma voluntaria y sin condiciones como lo has hecho Tú, mi Señor. Por todo ello, me fío de tu Palabra y creo firmemente en lo que me dices. No quiero quedarme en este mundo donde la mentira, la corrupción, la vanidad, el poder del más fuerte, la violencia, la explotación, la venganza lo hacen hostil e injusto. 

Llévame contigo, Señor, y, a pesar de mis pecados y errores; a pesar de mis debilidades y caídas, no las tengas en cuenta y sálvame por tu Infinito Amor y Misericordia. Gracias, Señor, en tus Manos me abandono y a ellas me confío. Amén.

domingo, 8 de abril de 2018

AMOR MISERICORDIOSO

Resultado de imagen de Jn 20,19-31 por Fano
Lo necesito y eso me ayuda a creer. Necesito tu perdón, Señor, misericordioso por mi incredulidad, por mis pecados, por mi poca fe y por mi exigencia de pedir pruebas que convenzan mi razón humana exigente y soberbia. Sé que por mí mismo me será imposible creer, pero, apelo, Señor, a tu Amor Misericordioso para que me des la fe y poder seguirte de palabra y de obras.

Gracias, Señor, por experimentarme necesitado, y también por reconocerme pecador. Gracias, porque ese tomar conciencia de mis limitaciones y necesidades me impulsa a buscarte y a escucharte. También te pido, Señor, que me des un corazón humilde, pequeño y dócil a tu Palabra. Porque, como los apóstoles, tengo miedo y debilidades que, fácilmente, me pueden y me apartan de Ti.

Yo quiero creer sin necesidad de ver, pero me es imposible sin tu Gracia. Como Tomás necesito meter mis dedos en tus llagas y adentrar mi mano en tu costado. Perdona, Señor, mi osadía y dame la fe que necesito para adorarte y reconocerte mi Dios y Señor. Sé que tengo que poner mucho de mi parte, pues esa libertad que has puesto en mí  me delata como responsable y me exige responder. Y trato de hacerlo, a pesar de las dificultades que la vida me presenta.

Dame, Señor, la sabiduría de saber esperar y aguardar tus señales y de perseverar en tu presencia humildemente sin desesperar ni exigir nada. Dame, Señor, el conocimiento de permanecer en tu silencio y de encontrarlo en mi humilde y pobre corazón. En él quisiera permanecer y abandonarme para dar respuesta a todas mis ambiciones, interrogantes y anhelos desde tu Amor Misericordioso.

Y, por último, Señor, te pido en este día la Paz. Esa Paz que Tú siempre ofreces y das a todos aquellos a los que te presentas y confían en Ti. Yo, Señor, quiero también acogerme a esa Paz que, viniendo de Ti, nos llena de gozo, de felicidad y de amor. Amén.

viernes, 2 de febrero de 2018

¿Y DÓNDE ESTOY YO, SEÑOR?

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Hay momentos en los que me experimento perdido y sin conciencia de que Tú, Señor, estás presente en mi vida. Y hay otros instantes en los que me veo muy lejano e indigno de tu Misericordia. Ni una cosa ni otra, Señor, quiero aceptar. A pesar de todos eso sentimientos y contradicciones, quiero seguir en el esfuerzo de experimentar tu presencia y de saber que Tú estás pendiente de mí.

Eso no cambia que me considere indigno, porque realmente lo soy. Está claro que no merezco tu Misericordia y que si la recibo es porque, por tu Gracia y por tu gran Amor Tú, Señor, me la das gratuitamente y por tu Voluntad. Gracias, Señor, porque me sostienes vivo y con la oportunidad de ser perdonado por tu Amor y Misericordia.

Pero, eso no es todo, sé que ese perdón y salvación tengo que ganármelo. Mi mérito, por decirlo de alguna manera, es la fe. Creer en Ti y fiarme de tu Palabra, pero no para permanecer pasivo y estático, sino para actuar y cosechar frutos cultivados por tu Amor. Y eso te pido, Señor, que me permitas verte y experimentarte cerca de mi vida. Sé que estás, pero viéndote mi fe será más firme y fuerte.

Realmente, tengo que confesarte que siento algo de miedo. Miedo de no corresponder a esa presencia tuya y de que me llames o me abras los ojos y yo te defraude. Sin embargo, Señor, creo en tu Palabra y pienso que contigo el miedo desaparecerá. De todas formas, gracias Señor por estas incomodidades, pruebas o dificultades que se presentan en mi vida. Éstas me hablan de Ti, porque sin ellas mi fe no sería probada.

Y todo eso me habla de tu presencia. Ya vez, te pido tu presencia y, antes de terminar la reflexión, Tú te haces presente, porque todas estas desganas, apatías, perezas, dudas, tentaciones, pasiones...etc.,hablan de ese barro que Tú pones en mis ojos para que sintiéndome incómodo y con dificultades persiga tu búsqueda suplicándote que vea y que cures mi ceguera. Y eso es precisamente fe. Gracias Señor.