Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 11 de septiembre de 2020

¡QUIERO LIMPIARME, SEÑOR!

LUCAS 6, 39-42 | Perdonar frases, Palabras de motivación, Citas sobre la  amistad

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Reconozco, Señor, que no estoy limpio, y si no lo estoy, ¿cómo pretendo limpiar a otros? Perdona, Señor, mi osadía y mi atrevimiento. Tú sabes que, quizás, lo único que puedo hacer es atreverme a escribir estas humildes reflexiones, que ahora, dicho sea de paso, te suplico y encomiendo que tratan de modificarlas  Es más, ya están implantándolas de forma que, al menos para mí, se hace difícil publicar. Por mucho que escribo aportando mis dudas y dificultades, no recibo ninguna explicación al respecto.

Según puedo ver, el nuevo formato no me deja, al menos yo no puedo, escribir el texto y irlo viendo según lo escribo. No me deja poner puntos y aparte, imagen, alineaciones, resaltar alguna frase, programar la fecha y otras ventajas que en este formato si puedo hacer con facilidad y comodidad. Es posible que yo no sepa, pero, según las ayudas y explicaciones que dan, que las entiendo, no se realizan después en las aplicaciones que te salen. No sé si alguien lo entiende y me lo puede explicar.

Esta es mi oración de hoy, Señor. Como puedes ver busco un guía que me enseñe a publicar en el nuevo formato que van a implantar. Como puedo escribir mis humildes reflexiones si no veo la forma de publicarlas. Alumbra, Señor, mi camino y envíame la luz que me guíe y me enseñe a entender la nueva forma de hacer y realizar estas humildes reflexiones. Gracias, Señor.

martes, 31 de marzo de 2020

GRACIAS, SEÑOR, POR TU IGLESIA

Sergio E. Valdez Sauad: "YO NO SOY DE ESTE MUNDO" Juan 8,21-30 ...
A veces pienso lo afortunados que somos los que hemos nacidos con la Iglesia ya en marcha. Muchas veces me pregunto que seríamos sin la Iglesia guiada por el Espíritu Santo. Porque, pensemos, los primeros años de la Iglesia fueron muy difíciles. Gracias a esos apóstoles que perseveraron en la fe y, a pesar de todos los obstáculos y dificultades, que fueron muchas hasta dar sus vidas, la Iglesia está presente hoy entre nosotros. Y, luego, a todos los cristianos, padres santos que siguieron sus enseñanzas hasta transmitírnosla a nosotros. ¡Cuánto le debemos!

Pero, sobre todo, al Espíritu Santo, que los ha guiado y fortalecido hasta hoy. Hasta este momento exactamente. Sería imposible que sin el auxilio del Espíritu Santo la Iglesia estuviese hoy presente. Son dos mil veinte años que la Iglesia se mantiene firme continuando la obra de salvación en el mundo. Y nosotros somos unos privilegiados entre otros muchos. Y lo somos porque, por la Gracia de Dios y la acción del Espíritu Santo en nosotros creemos en el Señor.

Sí, sabemos que Jesús es el Hijo de Dios y que, enviado por el Padre, ha venido a hacer su Voluntad, que no es otra que la de entregar su Vida en la Cruz para salvación de todos los hombres que crean en Él. Porque, creer en Jesús es creer en el Padre. Y en eso, la Iglesia, nuestra Iglesia, a la que también todos los creyentes pertenecen, tiene enorme mérito. 

Una Iglesia santa y pecadora. Santa como muy bien se reflejaba en las lecturas de la Eucaristía de ayer, y que el Santo Padre nos mostraba en su homilía de Santa Marta. Una Iglesia inocente, como aquella mujer, Susana de la primera lectura, a la que se le hizo justicia por la acción de Dios, y otra mujer, en el Evangelio, que reconoce su culpabilidad y obtiene el perdón por la Misericordia de Dios. Justicia y perdón que se hacen compatibles en la Infinita Misericordia de Dios.

Y damos gracias a Dios que por su Infinita Misericordia alcanzamos el perdón de nuestros pecados. Pecados que, primero, para ser perdonados, tenemos que reconocer y mostrar arrepentimiento sincero, porque de no ser así no serán perdonados.

sábado, 7 de marzo de 2020

PERDONAR NO ESTÁ EN MIS MANOS

Resultado de imagen de Mt 5,43-48
No puedo atreverme a perdonar, sobre todo a los enemigos, con sólo mis fuerzas. Me es del todo imposible porque mi naturaleza está herida por la envidia, el odio, la venganza, el poder y el egoísmo. Mi inclinación es espontánea y responde con la misma condición: a ofensa recibida, ofensa como respuesta. Es la condición humana la que prevalece y a la que no puedo escapar.

Saber que estaré vencido y a merced del Maligno es cierto y sería disparatado intentarlo vencer con mis propias fuerzas. Eso lo he de tener muy claro: sin el concurso, la asistencia y el auxilio del Espíritu Santo no podré perdonar. La fuente de mi misericordia debo de encontrarla en la fuerza y la Gracia del Espíritu Santo. Para eso ha venido a mí en la hora de mi bautismo.

Por tanto, consciente de mi debilidad y flaqueza,  te pido, Señor, la Gracia de perdonar y ser misericordioso, en y por tu Nombre, con y a todos los hombres sin distinción ni condición, actuando tal y como Tú lo haces conmigo. De forma gratuita y desinteresad, sólo por verdadera Amor. Gracias, Señor, por tu Inmenso Amor y Misericordia. Amén.

jueves, 4 de julio de 2019

UN DIOS MISERICORDIOSO

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La realidad es que estamos vivos por la Misericordia de Dios. La necedad del hombre es tan grande que, volviendo la vista para otro lado, disipa la presencia de Dios y se muestra indiferente a ella. Su necedad llega a tal extremo que se revela contra quien lo ha creado y lo sostiene en su Mano. Supongo que el día que se dé cuenta su sufrimiento sera interminable y su desesperación no tendrá descanso.

Porque, tan bobamente perder el gran Tesoro de su vida, que, encima no para de buscarlo, cuando lo tiene dentro de sí mismo, es el disparate y la ocasión más desaprovechada de todas que la existencia nos puede presentar. La vida es un don de Dios y todo lo que nos sucede a lo largo de esa vida regalada viene a ayudarnos a descubrir la presencia de su Autor. Porque, de otra forma lo marginaríamos y olvidaríamos plenamente. Necesitamos experimentar la necesidad de ser curados y perdonados para descubrir su presencia.

Y el Señor Jesús aprovecha esos momentos que nuestras necesidades nos presenta. Así, a ese paralitico le perdona sus pecados, y ante la incredulidad de los presentes, le da también la curación de su parálisis. Sería bueno darnos cuentas de nuestras necesidades y pedirle al Señor que nos ayude a descubrirlas y a ponerlas en sus Manos para que nos las sane. Nuestras necesidades espirituales y físicas también, pero, sobre todo, las espirituales, porque esas son las que pueden matar nuestra alma y esa es el gran Tesoro que Dios, nuestro Padre nos ha dado, para conservarlo y llevarlo limpio ante su presencia.

Pidamos al Señor que nos dé la sabiduría de saber discernir sobre nuestra parálisis, que nos impiden permanecer a su lado y, descubiertas, ponerlas en sus Manos para que por su Infinita Misericordia quedemos limpios y sanados para continuar nuestro camino hacia la Casa del Padre. Amén.

viernes, 18 de enero de 2019

YO TAMBIÉN NECESITO PERDÓN

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


Resultado de imagen de Mc 2,1-12Muchas veces nos cuesta encontrar nuestras faltas y pecados. Quizás, reflexiónamos poco y no nos miramos con paciencia y serenidad. Así, se nos escapan muchas actitudes y murmuraciones que pasan desapercibidas a nuestra vista, pero que son ocasiones y faltas que, por negligencia, cometemos. Tan responsables somos de no cuidarnos y reflexionar sobre nosotros que de las faltas de amor que cometemos imprudentemente y por negligencia extrema.

Necesitamos pararnos y meditar sobre nuestros actos y ver cual es la relación con las personas que a diario nos relaciónamos. En esta línea también nosotros tenemos muchas parálisis que necesitamos presentarlas ante el Señor para ser curados. Parálisis que están ocasionadas por nuestros pecados y que, limpiados estos, podemos quedar liberados de nuestras parálisis.

Por eso, consciente de todo eso y arrepentidos contritamente ante el Señor, pedimos perdón por todos nuestros pecados y también fortaleza para no volver a caer. Pedimos sabiduría y voluntad por la lucha diaria contra las tentaciones y circunstancia que nos provocan y arrastran a cometerlos. Pedimos que siempre tengamos a mano una camilla y quienes nos lleven delante del Señor y tengamos la posibilidad de ser perdonados de nuestros pecados.

Damos gracias también al Señor por dejarnos esa puerta de la Penitencia abierta para, acudiendo a ella, alcanzar tu Miserícordia, Padre, y limpiar nuestros pecados. Gracias por tener la posibilidad de empezar cada día una vida nueva llena de esperanza y buenos propósitos. Gracias, Señor, por darnos esa hermosa oportunidad de poder levantarnos y arrepentirnos de nuestras malas acciones.

Quiero, Señor, presentarte hoy mis parálisis y ponerlas en tu presencia confiado y abandonado a tu Perdón y Misericordia. Gracias, Padre por la comunidad de hermanos que me ayudan a encontrarte y a ponerme delante de Ti para alcanzar tu perdón. Yo, Señor, confieso y quiero también tu Misericordia y Perdón. Amén.