Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 12 de noviembre de 2021

DAME, SEÑOR, SABIDURÍA PARA SABER TOMAR LA BUENA DECISIÓN

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Es bueno preguntarnos qué pasará al final de nuestra vida. Nos parece que estamos muy lejos de esa hora, pero, sin darnos cuenta nos aproximamos a toda velocidad. Y nuestra tarde llegará tarde o temprano, lo que nos advierte que debemos estar preparados. ¿Preparados para qué? Puede ser esa la pregunta que quizás ahora nos suena algo fuera de contexto. Preparados para recibir la llamada e invitación del Señor a esa morada de Vid

a Eterna que nos ha preparado – Jn 12, 14 – para cuando partamos de este mundo. Porque, esa es la cuestión. Este mundo es un camino de paso y, para aprovecharlo, tendremos que estar muy atentos a la Palabra del Señor. Palabra que nos va señalando y abriendo el camino para, el día de nuestra tarde, responder y estar preparado a la venida del Señor.

Por eso, ahora, despiertos y consciente de la presencia del Señor en nuestras vidas, le pedimos desde este humilde rincón de oración la Gracia y la Sabiduría de permanecer, cada instante de nuestro camino en nuestra vida, atentos y escuchante a su Palabra y preparados y disponibles a acudir a su llamada de Vida Eterna. Amén.

lunes, 9 de agosto de 2021

SALVAME, SEÑOR, DE LAS DISTRACCIONES DE ESTE MUNDO

 

No pertenecemos a este mundo, pues esperamos llegar a ese mundo que Jesús, el Hijo de Dios, nos ha prometido y nos prepara un lugar tan extraordinario que no podemos imaginar. Pero, el camino no será fácil, nos lo ha estado diciendo en estos pasados días. Son caminos de Pascua y de Pasión. Como Él también tenemos nosotros que padecer y sufrir. Ha y muchos obstáculos que el mundo - este mundo - nos pone para que permanezcamos dormidos a la hora de abrirse esa puerta en la hora de nuestra llamada y, dormidos, perdamos la oportunidad de entrar.

La parábola que el Evangelio nos relata hoy de boca de Jesús nos lo expone muy claramente. Pidamos, pues, la Gracia de permanecer vigilantes mientras caminamos hacia esa puerta. Estemos preparados con nuestras alcuzas bien repletas de aceite para que, llamados por el Novio, acudamos prestos en el momento que se abra la puerta de nuestra hora final.

No nos resultará fácil permanecer vigilantes y preparados. Este mundo donde permanecemos y por el que caminamos hacia el que nos invita Jesús, quiere retenernos y nos seduce con muchas tentaciones que nos distraen y nos entretienen despistándonos hasta adormecernos cuando la puerta de nuestra vida se abra. Tengamos el coraje y la fortaleza de estar siempre vigilantes y atentos y para ello imploremos siempre al Espíritu Santo para que nos dé fortaleza, sabiduría y paz. De modo que, este mundo, no nos distraiga ni nos adormece cuando el Novio abra la puerta y nos llame.

martes, 24 de noviembre de 2020

¡SOSTENNOS FIRMES, SEÑOR, EN EL CAMINO DE LA FE

 

 

Con toda certeza vamos a encontrar en nuestro camino momentos de zozobra, de tempestades y obstáculos que van a tratar de impedirnos seguir adelante. Son las consabidas cruces, de las que ya hablamos y asumimos, en muchas ocasiones, No son imaginarias, ni tampoco abstractas. Son esas, pequeñas cruces que se esconden en el vivir de cada día y que, quizás, no descubrimos ni aceptamos.

Son, precisamente, las cruces que nos irán crucificando en muchos momentos del camino y que nos tentarán a que abandonemos y demos la espalda al Señor. Por eso, Señor, conscientes de nuestras flaquezas y debilidades y amenazados por nuestra tendencia e inclinación a desfallecer, te suplicamos que nos des firmeza y fortaleza para sostenernos firmes en el camino de la fe y de tu seguimiento.

Somos conscientes de las dificultades y queremos seguirte, a pesar de los acontecimientos que se produzcan y que nos inducen a engaño provocándonos para que renunciemos a la escucha de tu Palabra. Por eso, te pedimos, Señor, que nos des esa valentía, sabiduría y fortaleza para soportar todos esos avatares y signos sin titubear para, confiando en tu Palabra, aguardar tu llegada. Amén.

jueves, 15 de noviembre de 2018

DENTRO DE MI CORAZÓN

Resultado de imagen de Lc 17,20-25
El hombre no puede escapar a la incertidumbre de su destino. Sabe con certeza que le llegará la hora de su muerte y, mirar para otro lado es echar más angustia a su destino vital. La vida, nuestra vida mundana, tiene un tiempo y, como todo tiempo, se acaba y se agota. La pregunta que brota desde lo más profundo de nuestros corazones es: ¿Vale la pena tanta ambición, poder, riquezas o bienes para luego perder el alma, la vida eterna en gozo y plenitud?

Esa es la cuestión, medir bien nuestros pasos y reflexionar sobre el verdadero Tesoro, aquel que da la felicidad, no para un poco de tiempo, sino para siempre, la eternidad. Por lo tanto, no andemos preocupados por las cosas de este mundo ni tampoco por el momento final. El Reino de Dios está presente en nosotros mismos y, desde ese momento, podemos empezar a saborearlo con el gusto de sabernos asistidos por el Espíritu Santo y la Misericordia del Padre Dios.

Es verdad que el camino no es fácil ni cómodo, pero ese es el precio de lo que nos espera y a lo que aspiramos. Seguir a Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y en Él está el Reino de Dios, que se nos hace presente cada día. Estemos vigilante cada día en la presencia de Dios, que nos ve y sabe todo lo concerniente a nosotros, exteriormente e interiormente. Sabe y ve lo que hacemos y también lo que pensamos. Por lo tanto, tranquilos y confiados en su Manos.

Vigilantes de vivir en su Voluntad cada instante de nuestras vidas y no preocuparnos por su llegada, porque será repentina y clara: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir. Y no dirán: ‘Vedlo aquí o allá’, porque el Reino de Dios ya está entre vosotros». «Días vendrán en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis. Y os dirán: ‘Vedlo aquí, vedlo allá’. No vayáis, ni corráis detrás. Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su día.

jueves, 24 de noviembre de 2016

LA HORA DE LA VERDAD

Nadie ignora que tendrá su hora final. Todos lo sabemos, pero no reaccionamos. Algo así como si no nos diésemos cuenta o estuviésemos hipnotizados. O que no tenemos capacidad para comprenderlo, pues de tener eso en cuenta, quizás no pudiéramos vivir. El resultado es que vemos morir a los demás, pero no pensamos en nuestra propia muerte, y menos nos preparamos para ese mágico momento.

Sí, porque la muerte es un momento mágico, donde terminan las calamidades de este mundo y empieza el verdadero gozo pleno y eterno junto al Padre. Claro, pero para eso tenemos que hacer los deberes. Es decir, la Voluntad de Dios, que no es otra sino la de amarnos todos como Él nos ama. Así de sencillo, pero tan complicado y difícil que sin Él no podremos realizarlo ni vivirlo.

Todo se complica y se tiñe de desesperanza cuando observamos como el mundo se viste de terror, sangre y muerte. Cada día vivimos tensamente la aparición de nuevas tragedias, de terrorismo y de ensangrentadas guerras y muertes. En este contexto, Señor, nos llena de esperanza tu Palabra y nos da paz y sosiego. Confiamos en Ti, Señor, y te pedimos paz, sabiduría y fortaleza para soportar todas esas pruebas que nos amenazan con confundirnos, con hacernos caer y perder tu camino.

El mundo se nos viene encima y nos aplasta. Sin embargo, el hombre, empecinado y esclavizado, continua erre que erre rechazando tu Plan de salvación. Sí, Señor, nos lo has dicho muchas veces y le has abierto los ojos a muchos ciegos. No sólo de vista solar, sino de vista espiritual, porque esa es la más necesitada y más importante. Pues la de los sentido se acaba y sólo permanece la espiritual, la Luz que nos viene de Ti y la que Tú, Señor, nos dará en esa hora final de nuestra vida.

Eso te pedimos, Señor, que veamos esa Luz que viene de Ti y que, esperanzados y alegres, te recibamos, a pesar de la destrucción de este mundo opaco y esclavizado, que nos quiere sepultar. En Ti, Señor, ponemos todas nuestras esperanzas. Amén.