Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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domingo, 5 de mayo de 2019

NECESITO TU ALIMENTO, SEÑOR

Resultado de imagen de Jn 21,1-19
El Señor nos sacia nuestra hambre. Nos da el pan y el pez y nos alimenta. Y donde aquellos pescadores no habían pescado nada durante toda la noche, el Señor les llena las redes de peces con una sola señal diciéndoles que echaran las redes a la derecha. Un signo claro de que, en y con Él, nuestras obras darán frutos.

Y nos alimenta para que recuperemos fuerzas y podamos seguir nuestra misión continuadora de pescar hombres para su Reino. Sabemos que nuestros frutos no son obra nuestra sino todo nos viene de Dios, y en esa confianza apoyamos nuestra esperanza y nuestra actitud de esfuerzo y trabajo. Y eso nos mueva a estar siempre a su lado. Y lo hacemos con la oración, con la reflexión de su Palabra, con la frecuencia de los sacramentos y la perseverancia fiel en la comunidad, grupo o parroquia.

No debemos alejarnos ni sacar la barca de nuestra vida por nuestra sola cuenta. Debemos, como decíamos ayer, tener al Señor siempre invitado en nuestra barca y pescar acompañados de Él., porque es Él quien realmente hace todo sirviéndose de nuestra torpe y limitada colaboración. Pero, eso sí, necesita de nuestra colaboración, pues nos ha hecho libre y cuenta con nosotros. Él nos respetará siempre y sólo actuará si le entregamos nuestra libertad. Libertad que en sus Manos nos hará más libres.

Pidamos al Señor que nos de la vista, la fuerza y la prontitud de correr hacia Él. Tal y como hizo Pedro cuando oyó que era el Señor quien estaba en la orilla. Estemos atento y prestos, porque, también para nosotros el Señor está en la orilla de nuestra vida indicándonos que echemos nuestra red a la derecha. Se trata de creer en Él y de, como hicieron los apóstoles, echar la red confiado en su Palabra.

No perdamos la confianza y la fe en el Señor y abramos los ojos para poder descubrirlo en las orillas de nuestra vida y estar siempre presto y disponible a invitarlo a subir a nuestra barca. Amén.

viernes, 21 de abril de 2017

¿DÓNDE ESTÁ MI PESCA, SEÑOR?

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDA


¿Dónde está mi derecha, Señor? ¿El lado bueno de mi vida donde puedo encontrarte y presentarte a los demás? Porque, quizás mis caminos son torcidos y erróneos. ¿Dónde está mi barca y mis redes para echarlas en tu nombre y sacarla llenas de peces? ¿Cuál es el lado bueno de mi vida y en dónde tengo que echar mis redes?

¿Donde estás, Señor? Miro hacia el horizonte y mi vista se pierde sin llegar a vislumbrarte. Y, como los apóstoles, pierdo mi tiempo dedicándolo a otros menesteres de menor importancia y trascendencia. ¿Dónde está mi orilla, Señor? Esa orilla a la que tengo que llegar como hizo Pedro, sin dudarlo y arrojándose al mar. Yo también quiero hacerlo.  

Quiero encontrar mi derecha, ese lugar donde mi vida debe echar sus redes y salvar a muchos peces de las aguas contaminadas de ese mar del mundo intoxicado y podrido. Quiero descubrir el lado derecho, correcto y misericordioso donde pueda echar mis humildes manos, para ayudar a nadar hacia donde, Tú, Señor, me esperas y me aguardas. Ese Mar Inmenso de tu Misericordioso Amor que nos limpia y nos inunda de paz y de gozo y nos llena plenamente.

Quiero llegar a esa orilla donde Tú, Señor estás. Dónde Tú, Dios mío, me aguardas y me esperas y llevarte mis pecados para compartirlo contigo. Y recibir de Ti, mi Señor, tu bendición y tu Pan. Aumenta, pues, Dios mío mi fe, para que yo también te descubra en la orilla de mi vida y sepa escuchar donde tengo que echar mis redes y recoger esos frutos que Tú esperas de mí. Amén.