Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 25 de octubre de 2013

DAME SABIDURÍA PARA DESCUBRIR EL CAMINO



Alardeamos de conocer el tiempo y de barruntar que va a llover o hacer viento. Presagiamos cuando la tormenta va a hacer acto de presencia, pero no somos capaces de interpretar los tiempos en que vivimos. Quizás no ponemos el empeño necesario para tratar de corregirlos o modificarlos.

No movemos un dedo en esforzarnos y preocuparnos por buscar salidas o encontrar soluciones que ayuden a resolver el problema importante y verdadero, tal es la meta de la vida. Porque poco importa que llueva o el viento sople mientras andamos por el camino. Lo verdaderamente importante es que al final del camino, en el atardecer de nuestra vida, lo que reluzca y brille sea el amor.

Ese es el tiempo que hoy nos debe de preocupar. ¿Dónde lo gastamos? ¿Y cómo lo gastamos? Esa debe de se nuestra prioridad.

Pidamos al Padre que nos de la sabiduría de interpretar el tiempo de nuestra vida. Hoy, cuando caminamos hacia ella, que sepamos discernir y buscar cómo conservarla para siempre.

jueves, 24 de octubre de 2013

CUANDO ME HIERVE LA SANGRE



Hay muchos momentos que tu sangre es un volcán en fuego. La sangre fluye hirviendo por tus venas y tu corazón late a toda velocidad. Estás envenenado de furia y rabia. En esos instantes puedes cometer una locura y necesitas mucha paciencia y toda la ayuda posible del Ángel de la guarda. ¡Dios mío!, te sientes impotente y desorientado.

Hay, en esos instantes, una lucha entre el bien y el mal. Lo que, en verdad y justicia, debes hacer, y lo que tú deseas hacer. Sin lugar a duda que deseamos tomarnos la justicia por nuestra cuenta y rápido. Pero actuar en justicia y verdad requiere paciencia, serenidad y proceder justamente, pero con caridad y amor.

No es nada fácil, y ese fuego ardiendo debemos controlarlo para hacer justicia por amor. Nuestro Padre Dios nos lo da cada día, y por su Misericordia somos perdonados a cada instante. ¿Cómo no vamos nosotros a esforzarnos en perdonar? Sí, nos sabemos impotentes, pobres y necesitados de las fuerzas necesarias para hacerlo, pero tenemos al Espíritu Santo que nos fortalece y nos asiste.

Pidamos, pues, la Gracia del Espíritu para encontrar la forma de ser pacientes y apagar esa llama incandescente de soberbia y venganza, y alimentar el verdadero fuego del amor que Jesús ha venido a prender en nuestros corazones. 

Recemos todos juntos un Padre nuestro... y parémosno unos segundo cuando pronunciamos... "así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden"...

miércoles, 23 de octubre de 2013

VIVIR EN TU PRESENCIA PADRE DIOS



Esa es mi oración de hoy, y la oración que invito a compartir con todos aquellos que se unan en el camino de pedirle al Señor que todo nuestro ser y obrar en cada instante de nuestra vida sea un hacerlo para Él. De forma que, tomemos conciencia que es el Padre Dios quien nos mira y recibe nuestro trabajo.

Porque mis actos en relación con otras personas, son mis actos en relación con el Padre Dios. Porque, Él está en todos, y todos estamos en y con Él. Por lo tanto, lo que haga a cada uno de sus hijos, se lo hago a Él también. Así que, cuando realizo mi trabajo, a pesar de estar ausente el que me paga, y por supuesto no me ve, estoy delante del Padre que ve todo lo que hago.

Te suplicamos Señor que nos des esa conciencia de actuar, aun fuera de la vista de los hombres, como si todos los hombres del mundo nos miraran, para que nuestros actos sean de tu agrado y con el esfuerzo  veraz y auténtico de todas nuestras fuerzas en hacerlo bien.

Danos la Gracia de ser sorprendidos en buena actuación, en verdad y justicia, tal y como desearíamos que otros actuaran para nosotros, y Tú, Padre Bueno, deseas. Danos la virtud de esperar tu venida vigilantes y en constante esfuerzo de actuar según tu Palabra.

martes, 22 de octubre de 2013

¡CÓMO PASA EL TIEMPO!



Suele ocurrir que mientras no nos paramos a reflexionar no nos damos cuenta de nada. Y en el instante que lo hacemos tomamos conciencia que la vida es un soplo. Los años pasan volando y nos parecen instantes los años que hemos vivido. Pues bien, esta reflexión-oración va encaminada a tomar conciencia que nuestra vida es un viaje en tren, y que en cada estación podemos bajarnos y no subir más.

Por eso, en presencia del Señor, le imploramos que nos dé el coraje y la prontitud de estar siempre alerta y preparado. No vale para nada caminar si no hacemos camino para llegar. Caminar a lo loco sin saber donde vamos es caminar sin sentido. Necesitamos mirarnos y orientarnos en cada instante y en cada paso de nuestra vida.

Y el camino es saber donde nos podemos bajar. O mejor, tomar conciencia y pensar que cada estación del tren de nuestra vida puede ser la estación en la que tenga que quedarme. Eso nos ayudará a estar preparados. A llevar en el viaje lo necesario para que, en la parada, no nos sorprendan y estemos atento a abrir la puerta de nuestro corazón al verdadero y único Señor de la vida y la muerte.

Señor, ayudame a descubrir cada instante de mi vida, desde que me levanto hasta que me acuesto, que Tú estás invitado a mi casa, y necesito no dormirme, estar despierto para abrirte la puerta de mi vida. Porque Tú, Señor, lo que prometes lo cumples, y eres el Camino, la Verdad y la Vida.

lunes, 21 de octubre de 2013

¡APARTAME DE LAS RIQUEZAS, SEÑOR!



Sé que las riquezas no son malas. Lo verdaderamente malo es apoyar mi vida en las riquezas y creerme fuerte y capaz de ser feliz por las riquezas. Más peligroso aún es creerme que en las riquezas puedo conseguir todo lo necesario para ser feliz y para satisfacer mi vida. E incluso llegar a pensar que soy mejor que el otro porque soy más rico.

Pensar así es estar totalmente equivocado de rumbo. Simplemente porque la experiencia de mi propia vida me lo descubre. Observo que mucha gente se ha quedado en el camino. Su riqueza no le ha servido para que su corazón siguiera latiendo. Se ha acabado, bien por negligencia o por enfermedad. Le ha llegado su hora cuando, quizás, menos lo esperaba. ¿Para qué tanto atesorar bienes y riquezas?

Sabemos que con la riqueza se pueden conseguir muchas cosas, pero también sabemos que salvar nuestra vida, que es lo que definitivamente importa, no depende de ser rico. Ni tampoco pobre. Se trata de algo más sencillo y gratuito. Se trata de reconocernos hijos de Dios, y de saber que de Él hemos recibido todo lo que tenemos, incluso la riqueza. Y eso que nos ha sido dado gratuitamente y por Amor, nos lo ha entregado para usarlo en nuestra salvación.

Y lo hacemos así cuando, no apoyamos nuestra vida en las riquezas de este mundo, sino que compartimos y vivimos el amor que Dios nos da con los demás. Vivir no pensando en mí, sino pensando en el bien de todos aquellos cercanos física y espiritualmente que salen al paso en mi camino. 

Ilumina Señor mi vida para que, con la fuerza del Espíritu Santo, sea capaz de compartirla integralmente con todos aquellos que la necesitan. Y de forma especial para llegar y conocerte a Ti.

domingo, 20 de octubre de 2013

A VECES ME OLVIDO DE PEDIR



Sucede que en muchos momentos de euforia, de sentirnos fuertes y satisfechos, obviamos la necesidad de pedir. Parece que sólo pedimos cuando la necesidad nos apremia, y fuera de eso, el pedir se nos olvida. Sin embargo, cada día nuestros pecados se acumulan en montones: entran malos pensamientos, muchos impuros; se nos cuelan sentimientos de codicia, de odio, de avaricia, de ambición; nuestros apegos doblan nuestras espaldas y nos someten y encadenan. Experimentamos que nuestra libertad es sólo aparente, pues estamos sometidos a nuestra humanidad débil y pecadora.

Sin embargo, nos olvidamos de pedir; sin embargo, desfallecemos a nuestra insistencia y persistencia en el pedir. Ese desfallecer descubre nuestra poca confianza y nuestra frágil fe. Pensamos que nuestro Padre Dios no nos escucha ni nos oye. ¡Para qué pedir! Seguimos igual y no ocurre nada.

¿Dónde está nuestra fe? ¿Es que no somos hijos de Padre Dios? Y a un Padre tan Bueno, ¿cómo nos olvidamos y desfallecemos en nuestra insistencia de pedir? Queda al descubierto que nuestra oración no es una oración necesitada sino impuesta por el sistema rutinario de la práctica y el cumplimiento. Y el efecto es el contrario: cuanto más dejo de rezar, más se deteriora mi vida en relación con mi Padre Dios.

¡Señor, necesito de Ti! Hazme raíz que busca el agua para poder vivir y que sin ella muere. No permitas que mi vida se complazca en las cosas de este mundo, caducas y vacías, sino lléname de tu Gracia y de tu Amor para que sienta siempre el hambre y la sed de mendigar tu Misericordia.

sábado, 19 de octubre de 2013

SOLAMENTE GRACIAS



Gracias Señor por todos los bienes recibidos. Si miro detenidamente mi vida, sólo percibo bienes y regalos que no merezco. El Amor y la Misericordia de Dios han sido grandemente generosos conmigo. Por eso, Señor, repito desde lo más profundo de mi corazón: "Gracias Señor".

Gracias por los padres que elegiste para mí. Gracias por esos padres que me educaron y que, sin ser practicantes y religiosos, no impidieron, al revés, que yo me acercara a Ti. 

Gracias por darme las fuerzas para formarme y conocerte. No sé mucho, pero me basta saber que Tú, Señor Jesús, eres el Hijo de Dios Vivo. Y eso no lo sé por mis conocimientos, sino por tu Gracia. Gracias Señor por tu protección antes las enfermedades en el recorrido de mi vida. No han sido graves, salvo la última, muerte súbita. Una arritmia que me dejó muerto aproximadamente veinte minutos. Recuerdo que estaba en apuros económicos y llevaba una vida desordenada y alejada de Ti.

Bueno, no tanto, porque Tú nunca te has ido de mi vida. Fui yo quien se alejó demasiado y te di la espalda. ¡Señor, no permitas que tu Rostro se aleje de mí! Estaba en apuros, decía, y me acordé de Ti. No podía acordarme de otro, porque sólo Tú puedes salvarme. Y me tumbaste para levantarme de nuevo. Fue como un sueño, y de nuevo volví a la vida. Me pusiste en el camino, pero, ¡qué camino! Estaba lleno de espinos, peligros, trampas...etc. Más mi mayor sorpresa y alegría fue experimentar que Tú seguías ahí. ¡No te habías ido! Y seguías mi misma ruta.

Así me atreví a seguir yo también. ¡Qué buena compañías eres Señor! Gracias porque, unos años más tarde, me distes la oportunidad de escribir en un blog. ¡Qué maravilla! ¡Siempre había deseado eso, hablar de Ti al mundo, y ahora lo podía conseguir! Gracias Dios mío, pero todavía quedaba más: "Los Blogueros con el Papa". Un grupo de creyentes hermanados en la fe en Ti, que caminamos juntos fortaleciéndonos, apoyándonos y reconciliándonos en tu Amor.

Pero por encima de todo Señor, gracias por ese hermoso regalo que es el Espíritu Santo. Él, experimento, ha guiado mis pasos; alumbra mi camino y abre mi corazón a la reconciliación con todos mis hermanos.