Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 28 de marzo de 2015

HOY TAMBIÉN LE MATAMOS DESECHÁNDOLO DE NUESTRAS VIDAS



Hoy no le inferimos una muerte cruenta, pero, en cierto modo, le herimos y le matamos cuando le rechazamos con indiferencia, alejándonos de su presencia con nuestras infidelidades y con nuestros pecados. No nos importa Jesús, ni sus Palabras, ni tampoco sus promesas. 

La experiencia nos descubre muchas respuestas que dicen: no me interesa eso, cuando le hablas de la Palabra de Dios. Andamos ciegos buscando en el mundo lo que en él nunca encontraremos. Porque el hombre busca la felicidad y la eternidad, y, por mucho que busque y se afane, nunca las encontrará en el mundo.

Lo que el mundo te puede ofrecer es caduco y vacío. No te llenará plenamente. Incluso la verdadera felicidad siempre te hará sentir insatisfecho, porque el mundo es un camino hacia la plenitud. Estaremos siempre inquietos hasta descansar en la única y verdadera Fuente de Felicidad y Eternidad que está en la Casa del Padre.

Eso que todos buscamos nos lo ofrece Jesús. Sus signos son pruebas que nos adelantan el tesoro que todos buscamos. Lázaro fue resucitado, pero una resurrección que sirvió de signo para que los testigos creyeran, pero tendría que morir a su hora. Más, cuando venga el Señor de nuevo, en su segunda venida, todos resucitaremos para no morir nunca. 

Te pedimos, Señor, que nuestra fe en Ti no descanse, y que se mantenga siempre fiel a tu Palabra, de vida y obra, para que cuando decidas venir por segunda vez, nuestros cuerpos sean levantados para gozar junto a Ti la Gloria que nos has prometido junto al Padre, para toda la eternidad.

viernes, 27 de marzo de 2015

TUS OBRAS TE DESCUBREN HIJO DEL PADRE

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS 




Tú, Señor, has entregado tu vida por los hombres. ¿Y qué hemos hecho los hombres para merecer tan alto precio? Simplemente nada. Te hemos recibido con indiferencia y exigiéndote pruebas para demostrar tu Divinidad. El hombre, la criatura, exigiendo pruebas al Creador. Diríamos que el mundo al revés.

¿Y encima nos atrevemos a coger piedras para apedrearte? ¡Es inaudito! ¡Cuánto amor hay en tu Corazón, Señor, para amarnos tanto, hasta humillarte y pasar como uno de nosotros sin hacer ruido ni alardes de tu condición Divina! Y todavía seguimos empeñados en perseguirte. Y lo hacemos cuando explotamos, condenamos, juzgamos, despreciamos, minusvaloramos, sometemos o no servimos a tus otros hijos. Porque todos somos hijos tuyos.

Por eso, Tú, Padre, nos has hecho hermanos y coherederos con tu Hijos Jesús, de tu Gloria. Y encima te exigimos pruebas. ¿Es qué hay más prueba de amor que la de dar tu Vida por cada uno de nosotros sin pedir nada a cambio, sino para salvarnos? ¿Es qué hay más prueba de amor que morir en una muerte de Cruz para ofrecerte gratuitamente la salvación eterna? 

¿Es qué encima te exijo más prueba? Tú, Señor, que todo lo profetizado se ha cumplido en Ti hasta culminar en la Resurrección, no me tenga en cuenta mis rechazos y protestas, porque soy un pobre pecador. Ablanda mi corazón de piedra y conviértelo en un corazón de carne, capaz de amarte y de servirte en los hermanos.

Acepta, Señor, mi débil fe, y cuéntame entre tus seguidores, y vierte en mi pobre corazón la Gracia de tu Amor para que, transformado por Él, viva según tu Voluntad y tu Palabra. Amén.

jueves, 26 de marzo de 2015

RESIGNADOS A MORIR



Parece mentira, pero es la pura realidad. Hay mucha gente que se resigna a morir. Hay mucha gente que no quieren sufrir. Y no hablamos de eso como si de buscar sufrir se tratara, sino del sufrimiento que la propia vida nos puede deparar. Ese accidente ocurrido ayer en el Airbus germanwings de Barcelona a Dusseldorf lo expresa claramente.

No sabemos el año, ni el día, ni la hora. Ni incluso el cómo o dónde. El dolor y sufrimiento nos viene de repente, y hay que aceptarlo. No queda más remedio. Pero dependerá de cómo lo aceptes para que tu vida continúe con esperanza y sentido. A eso me refiero. Porque de no hacerlo así, terminarás desquiciado, amargado y condenado a morir.

Hay mucha gente desquiciada, amargada y viviendo a toda velocidad. Preocupada por las cosas de este mundo porque no salen como ellas quieren. Mira, las cosas son como son, y aunque algunas puedes evitar y cambiar con tu trabajo, otras no podrás, porque no dependen de ti, o porque, simplemente, tú no puedes cambiarla. Y, lo mejor, es aceptarlas y ponerle mucho amor.

Ese es el sufrimiento que hay que aceptar y encajar. Encajar bien en nuestro corazón, para bien digerido convertirlo en buenos frutos que hagan la vida más llevadera y en paz a los demás. No te empeñes en arreglar la vida a tu manera, sino vivirla según la Voluntad de Dios, y descubrirás que así tiene sentido y todo se ve de otra manera.

Nuestros sentimientos, que no podemos evitar, pero si dominar, nos ponen a prueba cada momento. Sentimientos de todo tipo que tientan nuestra responsabilidad, nuestra justicia y nuestra paz. Sentimientos que muchas veces nos hacen sufrir, y que hay que saber dirigirlos y encarrilarlos por el camino de la responsabilidad y el compromiso.

Las cosas y los acontecimientos están para que sepamos aceptarlos, pero con la esperanza que de ello dependerá nuestra salvación, porque de aceptarlo como nos enseña y propone Jesús, nuestra vida no terminará, sino que será para siempre. Y Jesús tiene autoridad para decirlo, porque en Él se ha cumplido-

Te pedimos, Señor, la sabiduría de creer en tus Palabras, y de esperar, confiados en tu promesa, que nuestras vidas permanezcan en Ti y alcancen la salvación eterna. Amén.

miércoles, 25 de marzo de 2015

´QUISIÉRAMOS RESPONDER COMO MARÍA Y JOSÉ



No es fácil responder como lo hicieron María y José. Porque eso, en primer lugar, exige una fe activa, que no se queda en el pensamiento, sino que pasa a la acción. María abre su corazón a la acción del Espíritu Santo porque esa es la Voluntad de Dios. Y José, asume dócilmente el embarazo de María a la insinuación que le hace el Ángel.

Están abiertos y atento a la acción del Señor. Esa actitud, tanto de María como de José, nos cuestiona y nos descubre nuestra propia actitud. ¿Tengo yo en el centro de mi vida la escucha atenta a la Palabra de Dios? ¿Y organizo mi vida en función de lo que Dios me indique? ¿Me esfuerzo en esa dirección?

Se hace difícil y cuesta arriba mantener esa perseverancia y esa actitud de disponibilidad. Pero, no por eso debemos desistir, sino siempre esperanzados y confiados en la Gracia del Señor, que nos dará la fuerza y constancia para perseverar en su Palabra. El camino es duro, se nos resiste a la renuncia, y nos ofrece comodidades y confort. Y nos cuesta complicarnos la vida. El amor exige mucho compromiso.

¡Señor, conscientes de que la labor es dura, te pedimos la Gracia de mantenernos firmes en tu Palabra, y fieles a tu Voluntad. Una vez más sabemos que la labor es imposible si vamos solos. Sin Ti nada podemos hacer, y ese es nuestro objetivo, mantenernos injertado en Ti, para que bebiendo de tu Sangre y comiendo tu Cuerpo, seamos alimentado en tu Espíritu y podamos llegar a vivir en tu Palabra y Voluntad. Amén.

martes, 24 de marzo de 2015

NECESITO UN PADRE QUE ME QUIERA Y PERDONE



Está escrito en mi corazón y así lo experimento y lo descubro. Necesito un Padre que me quiera como Padre. Un Padre bueno, que me acoja y me llene de cariño y besos. Un Padre que me proteja y me perdone todas mis faltas, porque tendré muchas faltas.

Los hijos les fallamos a los padres. Precisamente, por eso somos hijos. Necesitamos la guía y la mano de un padre. Un padre bueno que nos enseñe a caminar por la vida, y que nos dirija y nos marque un objetivo bueno. Todos buscamos ese padre.

Y Jesús, el Hijo de Dios, enviado al mundo, nos lo viene a mostrar. Él nos revela que ha sido enviado a mostrarnos el Amor que su Padre nos tiene a cada uno de nosotros. Nos descubre un Padre, no implacable como lo identifican los fariseos, sino un Padre amoroso y bondadoso y lleno de Misericordia. Un Padre que nos quiere y nos perdona.

Gracias Señor Jesús por esta buena noticia. Una noticia que llena nuestra vida de esperanza y de consuelo. Una noticia que alimenta nuestra fe y nos da fuerza para caminar por nuestras vidas abandonados en tu Perdón y Misericordia. Porque experimentamos nuestras debilidades y nuestras miserias; nos descubrimos impotentes, soberbios, envidiosos y limitados, y somos conscientes de nuestros pecados.

Por eso, Padre del Cielo, gracias por Jesús, el Hijo amado, que nos enseña y descubre tu Amor, Perdón y Misericordia, y llena nuestro corazón de paz y esperanza para continuar la marcha por nuestras vidas agarrados y confiados en tu Amor. Amén.

lunes, 23 de marzo de 2015

ES FÁCIL VER LOS PECADOS DE OTRO



No resulta difícil ver los fallos y errores de otro, e incluso sus debilidades y pecados. Ni tampoco nos es muy difícil juzgarlos y hasta condenarlos. Cuando no me atañe a mí, las cosas de los otros no me resultan difícil juzgarlas y condenarlas.

Sin embargo, con un simple acto de lugar, todo puede cambiar. Simplemente, poniéndonos en su lugar vemos las cosas de otra manera, y hasta las llegamos a comprender. No hay mejor remedio que experimentar tus propios pecados. Porque todos somos pecadores. Ese es el primer punto de partida.

Así ocurrió con aquella mujer sorprendida en adulterio. Queriéndola condenar todos aquellos, quedaron sorprendidos ante el reto de mirarse ellos también. Y resultó que nadie se atrevió a levantar la mano contra aquella mujer, porque se vieron retratado como pecadores y posibles condenados, también por ellos mismos. Así que, en silencio, se fueron retirando uno a uno, empezando, dicen, por los más viejos. Es decir, por los que precisamente tendrían más pecados.

¡Señor!, danos la sabiduría y humildad de reconocernos pecadores, y de no atrevernos a juzgar a nadie. Porque un pecador no es digno de juzgar a otro pecador. Sólo Tú, Señor, que eres infinitamente Bueno y Misericordioso, sin mancha de pecado alguno, eres digno de juzgar nuestras vidas.

Y, a Ti, como ocurrió con la mujer adultera, te pedimos clemencia y perdón por todos nuestros pecados. Amén.

domingo, 22 de marzo de 2015

MORIR PARA VIVIR



Parece una contradicción. Y no sólo lo parece, sino que en la normalidad de la vida se nos hace difícil descubrir que para alcanzar la vida se hace necesario morir. Morir al egoísmo de vivir encerrado en mí mismo dando satisfacción a mis apetencias, gustos e intereses.

Morir al esfuerzo de cosechar los frutos de mi vida en mi propio interés, y revertir ese esfuerzo en ofrecerlo para el bien de los demás. Morir para vivir entregando los frutos de mi cosecha al bien común. En este sentido, la muerte significa la Vida, porque si no hay muerte que origine frutos de vida, se perderá la verdadera vida.

Danos Señor, te lo pedimos con toda la fuerza de nuestro corazón, la sabiduría de, no sólo conocer el sentido de nuestro paso por esta corta vida, sino la fuerza de llevarla a nuestra vivencia de cada día, para que, empleándola, cultivemos los frutos que dan verdadera vida. Esos frutos de entrega, de generosidad, de disponibilidad, de compartir, de comprensión, de escucha atenta, de mansedumbre, de bondad, de caridad y de amor.

Enciende en nosotros, Señor, la Luz que nos alumbre el camino de, entender y trabajar, porque las palabras se escuchan cuando las obras nacen de ellas en la realidad de la vida. No dejes que nuestra vida se parta en dos, la palabra y las obras, porque de ser así estamos falseando y mintiendo.

Por eso, Señor, conscientes de nuestras debilidades y pecados, acudimos a Ti para que con Tu Gracia nos llenes de tu Fuerza y de tu Amor. Amén.