Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 17 de marzo de 2017

LA VIDA SE NOS HA REGALADO, PERO SE NOS PEDIRÁ CUENTA



HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS


La vida se nos ha regalado, y con ella una mochila con talentos y cualidades. Pero, no nos ha sido dada para emplearla como cada uno quiera, ni sólo en provecho propio. Se nos ha dado para compartirla y para buscar el bien para todos. El mundo, esa hermosa viña donde moramos todos, no es un regalo personal para uno, ni tampoco para dos. Es la hermosa Viña que todos debemos trabajar para todos.

Por eso, la verdadera agua, cristalina y pura, con la que debemos atenderla es el Amor. Es el Amor el agua que hará que sea fértil y que dé hermosos frutos. Es el agua amorosa la que logrará que los frutos se repartan de manera equitativa y en bien de todos. Es la caridad la que conseguirá que todos los hombres, movidos por su afán de buscar la felicidad, migren y encuentren espacios donde cultivar sus vidas con esa maravilla de agua que es el Amor.

De tal forma que todos los lugares se conviertan en verdaderos oasis de paz, justicia y amor y nadie tenga que huir de su propia tierra por razones de hambre, de persecuciones, de violencias y muertes. Pidamos revestirnos de esa agua amorosa, y llenos de ella cultivemos nuestra propia viña, porque añadiendo unas a otras formarán la gran Viña que hemos recibido de nuestro Padre Dios para bien y disfrute de todos los hombres.

Unamos a los sentimientos del Papa Francisco y, junto a él, hagamos oración por un mundo fraterno y en paz, donde los deseos no sea interesados ni motivados por intereses personales y egoístas. Y pasemos de la oración a nuestra vida personal. Porque, allá, dónde tengamos nuestra propia viña, nuestro particular terruño, tú y yo podemos también actuar con fraternidad, con generosidad y con deseos de trabajar por el bien del mundo y de todos, precisamente, de aquellos que más cerca tenemos.

Señor, que nuestra propia viña sea trabajada y cultivada pensando en devolverte todos nuestros frutos. Porque todo lo hemos recibido de Ti, y a Ti queremos devolvertelos cuando Tú los reclames. Devolvertelos tal y como Tú nos has enseñado a cultivarlos. Amén.

jueves, 16 de marzo de 2017

UNA VIDA: UNA OPORTUNIDAD DE SALVACIÓN

Puede sonar a manía, o a impertinencia, pero merece y vale la pena repetirlo hasta la saciedad. Nos ha sido regalada una vida para vivirla, pero no vivirla de cualquier manera. Sabemos que estamos inclinados a gastarla pensando en nosotros, es decir, fe forma egoísta. Y que nos cuesta mucho ir contra esa corriente, pero es el camino que nos interesa aunque sea más duro, angosto y difícil de recorrer.

La vida, nuestra vida, la convertiremos en oro si la empleamos desde y con amor. La vida será más hermosa y resplandeciente si la vivimos desde y por amor. La vida, nuestra propia vida, será gozosa y eterna si la vivimos injertados en el Espíritu Santo y siguiendo sus impulsos y dirección. Sólo de esa manera, nuestra vida, será gozosa y feliz.

Las apariencias engañan, y lo que la vida nos ofrece hoy son espejismos que, de la misma forma que aparecen, desaparecen. La vida de este mundo no tiene esperanza, puesto que es caduca, y todo lo que te ofrece está revestido de la caducidad y la muerte. El gozo que este mundo te ofrece es un gozo limitado, nunca pleno, y un gozo tenido de angustia, de remordimientos y desprecios. 

Un gozo apoyado en la indiferencia y en el olvido de los demás, para sólo pensar en ti y en tus intereses y apetencias. La vida, nuestra vida, vivida así nos conduce al mismo camino en el que terminó aquel rico epulón, que sólo pensó en eso, en darse fiestas, comilonas y buena vida. Una vida que vivida así cava tu propia tumba de sufrimientos eternos.

Pidamos al Padre que sepamos entender nuestra vida. Y, más que entender, también aprovechar todo momento de vida que se nos regala, para vivirla con amor en servicio y atención a los problemas de los demás. La oración es un regalo que todos tenemos en nuestras manos en abundancia y que podemos compartir con todos aquellos que sufren y lo pasan mal. Pidamos al Padre Dios que nos dé la sabiduría y fortaleza para ayudarnos unos a otros y vivir nuestra vidas tal y como el Padre quiere hasta que nos llegue el momento de reunirnos con Él. Amén.

miércoles, 15 de marzo de 2017

SE APROXIMA LA PASCUA

¿No es la declaración de lo que va a suceder a Jesús, su Pascua, una prueba más de su Divinidad? Nadie le da crédito ni tampoco lo entienden. No se pueden imaginar ese final trágico, pues Jesús pasa haciendo el bien y salvando a mucha gente. Su fama se extendía por toda Galilea y todos acudían a Él para que les curara. ¿Cómo es posible que supiese lo que le iba a suceder? ¿Y más de la manera que sucedió? ¿No es eso un milagro mayor aún?

Hoy queremos pedirte, Señor, que mi mente y corazón se abran a tu Verdad. Tú eres nuestra esperanza, y sin Ti, ¿qué sería la vida para nosotros? No podemos entender como hay gente que no cree en Ti. No podemos entender que mucha gente viva sin esperanza. Esperanza de una vida eterna. Y sin embargo eso ocurre. Por mucho que se le diga a la gente y se proclame una y mil veces, la gente sigue en el mismo lugar y no se mueven. ¿Cómo es posible que esperen pasivamente inmóviles dejando pasar el tiempo y sin ninguna reacción. ¿Acaso están ciegos?

Pues sí, no hay otra respuesta ni otra explicación. La gente está ciega y sometida. Dominada por las pasiones y apetencias de este mundo. Sin libertad ni voluntad para reaccionar. No entienden que el Señor nos libera y nos salva. Por eso se ha entregado a esta muerte de Cruz voluntariamente por amor. No podemos explicar esto de otra manera, porque no se entendería.

Y nunca dejaremos de pedirte, Señor, luz y sabiduría para entender tu Amor y Misericordia y seguir tus pasos con fidelidad y voluntad firme. Esa Gracia es la que te pedimos hoy, Señor. No permitas que las fuerzas del mal nos puedan y nos alejen de Ti. Nosotros queremos perseverar, pero la corriente de este mundo amenaza con alejarnos y apartarnos de Ti.

En Ti, una vez más, confiamos y nos abandonamos pacientemente en tus brazos con la seguridad de ser escuchado, atendido, fortalecidos e iluminado, para no desfallecer y continuar con gozo y alegría el ritmo de tus pasos. Amén.

martes, 14 de marzo de 2017

LA DEBILIDAD DE NUESTRA NATURALEZA

Somos débiles y propensos a las apariencias. Nos experimentamos inclinados a aparentar. Escondemos nuestras debilidades delante de los demás, y eso nos trae graves consecuencias. Muchas rupturas entre matrimonios son consecuencia de las apariencias, que, luego, en la convivencia, no se pueden esconder y salen a la luz. Mostrarse tal como se es es la mejor carta de presentación. Al menos no tiene engaños ni tampoco sorpresas futuras. Se sabe con quien se va.

En la vida de la Iglesia ocurre lo mismo. Ya ocurrió en la cátedra de Moisés, donde se sentaron escribas y fariseos y gustaron de aparentar y falsear su fe y santidad. Y ocurre ahora también. Muchos se esconden en sus propias apariencias para figurar y parecer lo que no son. Todo lo que hacen está recubierto de segundas intenciones que persiguen sus propios intereses y satisfacer sus egoísmos.

Tampoco nosotros estamos excluidos. Nuestra naturaleza es débil y propensa a caer en esas tentaciones. Necesitamos el camino cuaresmal para advertirnos de estos pecados y para prepararnos y no caer en estas tentaciones. Necesitamos prepararnos y revestirnos de la Gracia del Espíritu para sortear todas estas ofertas y tentaciones que nos amenazan.

Por eso, te pedimos, Señor, que nos des la sabiduría de ser auténticos y no aparentar. Mostrarnos tal y como somos y reflejar nuestra humanidad débil pero deseosa de mejorar y crecer asistido por la fuerza del Espíritu Santo. Queremos caminar y convertirnos a vivir una vida tal y como Tú, Señor, nos la presenta y señalas. Una vida escondida en la humildad, el servicio y el amor. Una vida donde, despojado de todo título, honores y alabanza, seamos humillados para en Ti, Señor, alcanzar el honor de ser enzalzado.

Y en esa actitud y esfuerzo nos abandonamos en tus Manos, Señor, para abrirnos a la acción del Espíritu Santo, que nos guia y nos dirige por las caminos de este mundo tentador y lleno de peligros. Danos, Señor, un corazón humilde y servicial. Amén.

lunes, 13 de marzo de 2017

PERDÓN Y MISERICORDIA

Lo justo es que lo que recibes, tú también desees que otro lo reciba. Es decir, amar como deseas ser amado. O lo que es lo mismo, desear que traten a los demás, tal y como tú quieres ser tratado. Eso ya nos lo había dicho Jesús. Viene desde la Ley y los profetas: "Amar al prójimo como a ti mismo".

Sin embargo, Jesús da un giro de tuerca y se pone Él como ejemplo: "Ámesen unos a otros como yo los he amado". Él es la referencia y el ejemplo a seguir. De modo que, ya no vale amar como a mí mismo, sino como nos ama Jesús. Esa es la perfección y el criterio. Así, cuando te presentas delante de Él adviertes que sí tú no estás dispuesto a perdonar las ofensas recibidas, tampoco el Padre te perdonará tus ofensas.

Eso lo recordamos todos los días en el Padre nuestro, pero quizás lo olvidamos con relativa frecuencia. Cuando el perdón se me atraganta, recuerda que Dios te está perdonando a ti, y que, en su presencia, te exigirá que tú también perdones. Luego, perdonar las ofensas recibidas de otro, es recibir el perdón de Dios. El premio no es proporcional, porque recibir el perdón por tus ofensas y pecados al Señor no tiene precio, ni tus méritos tienen valor para ello, pues son finitos, mientras lo recibido de Dios es Infinito. Su Amor es Infinito.

Dios mío, te pedimos que nos revistas de sabiduría para, si no entender, sí, al menos, perseverar con paciencia y fidelidad a tu Palabra. Y aumentar nuestra fe y esperanza a la gratuidad de tu Amor, que nos llena de tu Gracia, gozo y alegría eterna. Amén.

domingo, 12 de marzo de 2017

¡¡TRANSFIGURADO!!

No hay palabras para expresar lo que significa tu Transfiguración, Señor. Nos adelanta tu Resurrección y nos llenas de esperanza contemplarte Transfigurado en compañía de Moisés y Elías. Es para quedarse, como expresó Pedro, contemplandote sorprendido por tu figura. La Transfiguración explica muchas cosas de las que van a suceder poco después y tu entrega voluntaria a dar tu vida por redimir de sus pecados a todos los hombres.

Hoy, Señor, como ocurrió con Pedro, Santiago y Juan ayer, queremos pedirte que nos des sabiduría para entender el misterio de tu redencción. Nosotros sabemo lo ocurrido, pero, como ellos - Pedro, Santiago y Juan - que no entendieron nada, también nosotros no terminamos de creérnoslo ni de comprometernos. Y, como tal, no lo contamos, porque lo que no crees no puedes transmitirlo.

Hoy, en este "rincón de oración-reflexión", queremos reflexionar, valga la redundancia, sobre este hecho que Tú, Señor, nos has regalado, y pedirte que nos des la fe necesaria para creer y vivir en la esperanza de verte Transfigurado algún día con todo tu esplendor y divinidad. 

*Cuando la cara resplandece como el sol y la ropa, transformada en luz,
parece estar definitivamente a salvo de las manchas, podrías pensar
que, por fin, estás lanzado fuera del espacio y del tiempo.
Pero no es así: Moisés y Elías aparecen y, con ellos,
vuelve toda la memoria del Israel. Lo Nuevo
no se concibe sin lo Antiguo. La Gloria
no es una fuga fuera de la historia.

Eres Tú que quieres salvar Dios, Tú minúsculo, al que han conducido,
a pesar de todo, las generaciones anteriores y la evolución del 
universo. Te llama por tu apellido y, si le respondes, va a
justificar todo tu linaje. Ya que Tú también estás aquí
para aprovechar bien el tiempo (Ef.5, 16), para
cumplir con la gracia del Mesías, las 
expectativas de todos los que 
te han precedido.


*Textos: Fabrice Hadjadj-Tradución:Romain Gillain

sábado, 11 de marzo de 2017

CONTIGO, SEÑOR, MAYORÍA APLASTANTE

Quizás nuestro mayor pecado sea el de andar mucho camino de forma individual. No ya alejado de la comunidad, sino sin la presencia del Espíritu Santo. En la medida que avanzamos y nos experimentamos fuertes, confiamos en nuestras fuerzas y nos olvidamos del Señor. Y, claro, cuando más confiados estamos nos viene la caída y la debilidad.

Muy claro debemos tener que nuestro camino es un camino acompañado, comunitario. Un camino de ir de la Mano del Espíritu Santo y también de la comunidad. Caminar solo es una locura y una temeridad. Estamos hecho para amar y no hacerlo es una irresponsabilidad por nuestra parte. Porque nuestro corazón arde y está vivo en la medida que es capaz de amar. El amor lo sostiene en llama viva.

Y arde más en la medida que ama, sobre todo, a los que no nos simpatizan y a los enemigos. Esa es nuestra petición de hoy, Señor. Te pedimos un corazón grande para mar. Amar a los que se nos atragantan; amar a los que me incordian y hacen imposible mi vida; amar a los que me injurian e insultan. Amar en una palabra a todos mis enemigos.

Porque esa es tu consigna y es también tu testimonio. Abrazastes y aceptastes la Cruz perdonándonos a todos desde ella. También nosotros, siguiendo tu ejemplo, queremos hacer lo mismo, amparados e injertados en Ti. Amén.