Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 5 de febrero de 2012

EN ÉL ENCONTRAMOS LA FUERZA REGENERADORA

Marcos 1, 29-39. Cuando salió de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa ...

Decíamos que toda nuestra vida es un ir y correr hasta sentirnos muchas veces agobiados. Y en ese devenir no encontramos salidas a nuestras preocupaciones hasta el punto de cansarnos y desanimarnos. ¿Dónde descansar y liberarnos de tantas esclavitudes?, porque en el fondo de todo lo que nos pasa nos sentimos atados, encadenados por apegos, sentimientos y formas de pensar que nos encadenan.

JESÚS es nuestra liberación. ÉL viene a salvarnos de nuestra esclavitud y a darnos la libertad de conducirnos libremente y no encadenados por todo aquello que nos alegra al principio, pero que después no esclaviza y entristece. 

Tengamos la confianza de alargarle nuestra mano, de confiar, como Simón le llevo a su suegra, en que ÉL nos aliviará y nos dará las fuerzas para continuar el servicio, la lucha, la batalla, pero sin agobios, sin desesperanzas. Quizás lleguemos a cansarnos, pero nunca a desesperarnos ni a perder el ánimo y las fuerzas para continuar el camino.

Pidamos a JESÚS que interceda por todos nosotros al PADRE, pues se retiró a hacer oración, algo que nunca faltó en su vida, y que tampoco debe faltar en la nuestra. Nos da ejemplo y nos señala el camino y la forma.

sábado, 4 de febrero de 2012

SEÑOR...ENSÉÑANOS A ORAR

Primera Parte


 Es de imaginar a los apóstoles acostumbrados a ver a Jesús sumergido y abismado en esa oración intima, sabrosa, en ese dialogo amoroso con el Padre Dios, haya despertado en ellos el deseo irresistible de vivir la experiencia de oración a lo Jesús. ¿Y quién no? Que no daríamos por tener esa experiencia divina de orar como Jesús. 

¿Pero es que los apóstoles no sabían orar, no tenían ni la más remota idea de oración? ¿Acaso no asistían a las Sinagogas participando de la oración de los sacerdotes del templo, de los fariseos, de los saduceos, de los maestros de la ley? 


He ahí la gran diferencia para los apóstoles… comparar la oración de Jesús con la oración de los demás. La pregunta apremiante que nos hacemos… ¿Cómo sería la oración de Jesús que provoca deseos de poseer?  

¿Pero es que los apóstoles no sabían orar, no tenían ni la más remota idea de oración? ¿Acaso no asistían a las Sinagogas participando de la oración de los sacerdotes del templo, de los fariseos, de los saduceos, de los maestros de la ley? 
He ahí la gran diferencia para los apóstoles… comparar la oración de Jesús con la oración de los demás. La pregunta apremiante que nos hacemos… ¿Cómo sería la oración de Jesús que provoca deseos de poseer?  

Primeramente los apóstoles conocían el gusto de Jesús por la oración. Siempre buscaba la oportunidad y el lugar para orar, para detenerse en el camino, hacer un alto y recogerse en oración.  A Jesús le gusta orar, no hay dudas.  Jesús siente la necesidad de orar.  Les queda muy claro a los apóstoles. Jesús consulta todo con el Padre.  Escucha al Padre y obedece al Padre en sus consejos y en sus deseos… su voluntad era realizada plenamente.  Se percibe una amistad intima, calidad, indisoluble y una confianza plena en el Padre como nadie.  Jesús les había dicho: “El Padre y yo somos uno.”   

Si al serafín San Francisco de Asís sus discípulos lo vigilaban escondidos a distancia, cuando el santo se retiraba a orar; con más razón los apóstoles habrán buscado la oportunidad,  mas de una,  de llegar hasta Jesús y desde la distancia contemplarlo en plena oración. 

Jesús en oración… ¿Cómo sería esa oración? ¿Cómo sería ese dialogo amoroso entre Hijo y Padre? Él que conocía tan bien al Padre.
Si a Moisés después de hablar con Dios en el monte Sinaí,  el rostro se le encendía irradiando luz,  ¿Cómo sería el rostro de Jesús en plena oración, Él que contemplaba “cara a cara” al Padre?
Podemos imaginarnos esa oración de fuego… esa oración ardiente… esa oración donde las palabras sobran… y si las hay son música al oído… esa oración donde el alma es una porque siempre lo ha sido… con el Padre.
Si los habitantes de Asís, corrieron hacia el monte porque ardía en fuego, encontrando a santa Clara de Asís y san Francisco de Asís en plena contemplación, en oración subida… ¿Cómo sería Jesús y el Padre en esa oración mutua?...un verdadero holocausto de Amor divino…  Imaginemos a Jesús en plena oración y los apóstoles contemplando a distancia la hermosura de tan celestial acontecimiento. ¿No es para quedar embriagados en esa corriente y desearla beber también en la medida propia?

La oración de Jesús, ese rostro encendido por el Amor pleno y eterno que se desborda en manifestaciones delicadas, exquisitas de corazón del Hijo al corazón del Padre.

Esa presencia viva del Espíritu Santo… corriente de Amor consumiendo y dando vida al mismo Amor.

¿Cómo no pedirle a Jesús le enseñe a gustar del manjar que saborea y alimenta su espíritu? ¿Cómo no desear con ardor, con locura esa experiencia enriquecedora que es deleite de corazones divinos?
Señor…por favor… por piedad… ten compasión…enséñame a orar con el gusto…con el deseo…con la necesidad apremiante…con la pasión desbordante…con la alegría nupcial…con la pureza de intención…con los detalles delicados y exquisitos del Amor… con la simplicidad y sencillez de corazon…

Señor enseñarme a orar como Tu oras, colocándome en las manos del Padre, postrándome en la presencia del Padre, bajándome hasta mi nada para ser subida y encerrada en el corazón del Padre.
Señor  enséñame a orar, pero enséñame tomando mi corazón y amando al Padre con mi pequeño y pobrísimo corazón.

Señor, enséñame a orar, dejándome penetrar en tu corazón, alimentándome de tu Amor, encendiéndome y consumiéndome en esas llamas eucarísticas de ese corazón divino que ama tanto, tanto, para así poder amar al Padre como Tu le amas. Señor, como Tu le amas… en mi pobre medida… colmada con tu divina medida…

Señor, tu espíritu nos consuma en el fuego de tu oración para gloria del Padre…, para salvación propia…para salvación de las almas…

viernes, 3 de febrero de 2012

SÉ, MI SEÑOR, QUE TODO DEPENDE DE TI

TODO ES GRACIA

Quiero pedirte perdón, SEÑOR, porque, aunque no lo quiera, caigo muchas veces en el error y la tentación de creerme suficiente, y que dependen de mis fuerzas y voluntad el que otros crean en TI. A veces soy tan tonto que llego a pensar que gracias a mí se logran metas y objetivos. Llego a pensar que mis logros son obra mía, con tu ayuda, y que TÚ me asistes, pero yo colaboro también.

No sé si será así, ¡ves, SEÑOR, todavía estoy confuso!, pero, aunque no lo comprenda del todo bien, sé que todo depende de TI. Sólo TÚ me puedes hacer un hombre nuevo, un hombre nacido de nuevo, limpio, con un corazón convertido y entregado.

Por ello me invitas a bautizarme, como a Nicodemo. Me ofreces la oportunidad de volver a empezar, volver a nacer de nuevo. ¿Será es la nueva evangelización que todavía no hemos entendido? Ver los acontecimientos y la vida desde esa nueva concepción, desde ese hombre nuevo injertado en TI. Ver tus nupcias como un don y regalo tuyo. Ver que sólo nos toca a nosotros devolverte el amor que TÚ nos regalas gratuitamente, también gratuito en los hermanos.

Sólo TÚ me puedes llenar de Gracia, como hiciste con tu Madre María, y dirigir mis pasos, realizar tus proyectos en mí, y guiar mi camino. Razón tenía Pablo cuando dijo que eras TÚ quien vivías en él.

Y, yo, ¿qué puedo hacer yo? Porque al hacerme libre me has dado capacidad de respuesta, de decidir, de rechazarte, de soreírte o no... Ayer oí y hoy parece que me lo estás haciendo comprender, que sólo puedo sentirme agradecido por tanta Gracia, y en gratitud a tanto don, esforzarme en responderte haciendo obras buenas con tu Gracia por tu Amor.

Por eso, termino dándote gracias por tu Misericordia y tu Amor. Bendiciendo cada momento de mi vida, regalo Tuyo, y pidiéndote tu Gracia para, en gratitud a Ella, servirte en los hermanos con el amor que TÚ me amas.