Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 31 de enero de 2013

HIMNO

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Ignorando mi vida,
golpeado por la luz de las estrellas,
como un ciego que extiende,
al caminar, las manos en la sombra,
todo yo, Cristo mío,
todo mi corazón, sin mengua, entero,
virginal y encendido, se reclina
en la futura vida, como el árbol
en la savia se apoya, que le nutre
y le enflora y verdea.

Todo mi corazón, ascua de hombre,
inútil sin tu amor, sin ti vacío,
en la noche te busca;
le siento que te busca, como un ciego
que extiende, al caminar, las manos llenas
de anchura y de alegría. Amén.

miércoles, 30 de enero de 2013

ABONA MI CORAZÓN CON EL ESTIERCO DEL AMOR

 

No dejes que mi corazón esté abonado con riquezas y oro que lo conviertan en un corazón cómodo, instalado, insensible, indiferente y egoísta. Húndelo en tierra húmeda, surcada por los clavos del arado y mezclada con el estiércol de la vida humana, sus miserias y lágrimas, que lo hagan germinar, romper ese hielo de piedra, y transformarse en un corazón de carne para ser comido en la entrega y servicio por los demás.

Necesito, Señor, que Tú seas mi sembrador y la Gracia del Espíritu sea quien me cultive y abone con sus dones y asistencia para dar los frutos que Tu esperas. Frutos de tu amor cultivados por tu Gracia que solo Tu, Dios mío, sabes cultivar. Aportaré mi débil voluntad y mi humilde miseria para que, en tu Mano Omnipotente, puedan ser transformadas en frutos de tu cosecha.

No sé de qué forma abonar mis acciones y darle sentido de esperanza y de verdadero amor. Me pierdo en el arenado de mis esfuerzos y testimonios. No podré nunca llegar a ser buen sembrador y menos labriego de mis propios frutos. Serían malos y no darían buena cosecha. Necesito un buen Labrador que sea capaz de cuidar mi propia tierra y llenarla de buenos frutos. Y eso solo lo puedes hacer Tú, Señor.

Dame, Dios mío, la paciencia de dejarme herir por los surcos de tu arado, y de soportar los clavos que se hunde en la tierra de mi corazón para que, bañada por el agua de tu costado, fructifique en abundante cosecha de buenos y esperanzadores frutos que acreciente tu Reino y llenen de paz la faz de la tierra. Amén.

martes, 29 de enero de 2013

SIN AMOR NADA SOY


Cuando me cierro al amor me estoy cerrado al Espíritu Santo que me asiste y fortalece para amar. Porque sin amor nada soy. Pues el amor es lo verdadero, y toda verdad se apoya y se funda en el amor. El amor es la última expresión de nuestras acciones. Sin él nada es verdadero y todo se reduce a hipocresía.

No hay vuelta de hoja, o se ama, o no se ama. Y solo aquellos que se entregan al amor son los que verdaderamente tratan de cumplir la Voluntad de Dios. Cuando me cierro al amor, estoy diciendo que no quiero cumplir la Voluntad de Dios. Sólo pienso en mí y nada está primero sino mi bienestar, mis ambiciones y egoísmos. Sólo me quiero a mí, y en mí acaba todo.

Por eso, Dios mío, tengo miedo de mis debilidades, de mis egoísmos, de mi cerrazón. Quiero dejar mi corazón abierto, de par en par, para que el Espíritu Santo entre en él y lo transforme en un corazón dado, entregado a buscar el bien de los demás. Un corazón fraterno y solidario con todos aquellos que lo pasan mal o se encuentran en dificultades.

O lo que es peor, te rechazan y buscan la felicidad en las cosas de este mundo. Dame la capacidad de saber proclamarte y de expresar que Tú eres la única fuente de vida eterna, que calmas la sed con un agua que nos sacia eternamente. Amén.