Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 30 de enero de 2013

ABONA MI CORAZÓN CON EL ESTIERCO DEL AMOR

 

No dejes que mi corazón esté abonado con riquezas y oro que lo conviertan en un corazón cómodo, instalado, insensible, indiferente y egoísta. Húndelo en tierra húmeda, surcada por los clavos del arado y mezclada con el estiércol de la vida humana, sus miserias y lágrimas, que lo hagan germinar, romper ese hielo de piedra, y transformarse en un corazón de carne para ser comido en la entrega y servicio por los demás.

Necesito, Señor, que Tú seas mi sembrador y la Gracia del Espíritu sea quien me cultive y abone con sus dones y asistencia para dar los frutos que Tu esperas. Frutos de tu amor cultivados por tu Gracia que solo Tu, Dios mío, sabes cultivar. Aportaré mi débil voluntad y mi humilde miseria para que, en tu Mano Omnipotente, puedan ser transformadas en frutos de tu cosecha.

No sé de qué forma abonar mis acciones y darle sentido de esperanza y de verdadero amor. Me pierdo en el arenado de mis esfuerzos y testimonios. No podré nunca llegar a ser buen sembrador y menos labriego de mis propios frutos. Serían malos y no darían buena cosecha. Necesito un buen Labrador que sea capaz de cuidar mi propia tierra y llenarla de buenos frutos. Y eso solo lo puedes hacer Tú, Señor.

Dame, Dios mío, la paciencia de dejarme herir por los surcos de tu arado, y de soportar los clavos que se hunde en la tierra de mi corazón para que, bañada por el agua de tu costado, fructifique en abundante cosecha de buenos y esperanzadores frutos que acreciente tu Reino y llenen de paz la faz de la tierra. Amén.

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