Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 14 de febrero de 2015

LLEVADOS POR TU GRACIA, SEÑOR



Corremos el peligro, al menos a mí me pasa, de creernos causa de los frutos de nuestra proclamación y acciones apostólicas; los autores de los frutos de nuestra cosecha. Es verdad que decimos que no, pero en el fondo de nuestro corazón late esa tentación que nos puede traicionar en cualquier momento.

Muchas veces manifestamos la satisfacción de sentirnos contentos por cómo van las cosas en el campo de nuestro apostolado. Incluso, sin darnos cuenta, nos creemos mejores que otros que, aparentemente, las cosas parecen irles peor. Sin embargo, en caso contrario, buscamos justificaciones fuera de nosotros. Difícilmente entonamos el mea culpa.

Esa actitud nos lleva, Señor, a desesperarnos; a desanimarnos, o a abandonar cuando las cosas no salen o responden tal como pensamos y queremos. Sentimos el fracaso y el deseo de abandonar, de desistir, y si no lo hacemos, desilusionados nos instalamos y nos dejamos llevar alojados en la resignación y mediocridad. ¿Es que no confiamos en el Señor? ¿Es qué no oímos lo que hizo con los panes y los peces?

Si miramos en el interior de nuestra Iglesia, encontramos actitudes instaladas y acomodadas en normas y preceptos que ocupan y constituyen el núcleo de su ser cristiano. Y ahí no está el Reino de Dios, porque Jesús no vive, ni en la mediocridad, ni en la acomodación. Jesús vive en el servicio y la entrega, por amor, a los demás. Él nos trae la esperanza de un mundo nuevo, de una vida nueva donde reina la Verdad, la Justicia y la Paz.

Y eso queremos nosotros, Señor, pedirte desde este rincón para orar por todos los hombres y mujeres de este mundo, te busquen o no, para que despierten y abriendo los ojos vean que el Reino que buscan lo tienen cerca, muy cerca, hasta el punto que está entre todos nosotros. Amén.

viernes, 13 de febrero de 2015

¿Y NOSOTROS, NO ESTAMOS SORDOS Y MUDOS?

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




No pensemos solamente en limitaciones físicas, como puede ser la sordera y no poder casi hablar, sino pensemos que, oyendo no escuchamos ni entendemos, y hablando, no somos capaces de proclamar el Evangelio. 

Porque ocurre que estamos más pendiente a los ruidos de nuestro mundo que a la Palabra de Dios. Y nos cuesta aceptarla y nos justificamos cerrando nuestros oídos para no escucharla. Y hacemos silencio porque proclamarla nos puede complicar la vida. Quizás necesitamos ser también curados de nuestra sordera y tartamudez en las cosas del Evangelio.

Danos, Señor, la capacidad de escuchar y entender tu Palabra, y abre también nuestros oídos y desata nuestra lengua para, iluminado por la acción del Espíritu, y fortalecidos por su fuerza, podamos, sin miedos ni temores, proclamar con firmeza tu Palabra.

jueves, 12 de febrero de 2015

ORAR ES PEDIR BIEN



Podemos orar y no conseguir nada. Es verdad que nunca sabremos los resultados de nuestra oración, si bien, en ocasiones se cumple lo que pedimos. Pero siempre quedará la duda de si ha sido el Señor quien nos ha respondido. Eso piensan los no creyentes. Sin embargo, los creyentes creemos que el Señor está, y si está nos responde.

El Evangelio de hoy nos da una de las muchas pruebas del resultado de la oración. Una oración de petición de ayuda, pero de insistencia y búsqueda hasta conseguirlo. Y una oración de respuesta, a pesar de quedar despreciada y comparada con los perrillos que comen las migajas que caen de la mesa de sus amos. Una oración que salta todas las dificultades, porque lo que persigue es la curación de su hija.

Una oración que esconde amor sin condiciones. Nos preguntamos: ¿es nuestra oración así? O al menos intentamos que sea así. La oración, en mi humilde opinión, más importante es la de petición. Y digo esto porque somos seres necesitados. Necesitados de salud, de alimento y de curaciones, pero también, quizás lo más importante y lo más ignorado por nuestra naturaleza caída, de salvación.

Necesitamos pedir, pero pedir bien. Pedir, porque no podemos escapar a las necesidades que tiene nuestra materialidad corporal, pero pedir por nuestra verdadera salud y salvación, tal es el bien de nuestra alma. Pedir por todo aquello que representa lo mejor para vivir en el Amor y Voluntad de Dios, porque esa será nuestra principal y verdadera salud y salvación.

Por todo eso, Señor, te pedimos que nos ilumines, nos des fuerza y voluntad para, llenos de tu sabiduría, saber conducirnos por el camino verdadero que nos conduce a Ti. Amén.

miércoles, 11 de febrero de 2015

AGUA Y VINO



Me he quedado pensando en el agua y el vino. El agua es fuente de vida y sin agua la vida no existe. Es necesaria el agua para que la tierra viva y respire, y nos dé todo lo que necesitamos para alimentarnos, porque de ella comen también los animales que luego nos sirven para el trabajo, vestido y alimento.

Pero la vida necesita alegría y fiesta. Detrás del trabajo de la cosecha viene la fiesta que lo celebra. Y la fiesta necesita alegría. Ahí entra el vino, que nacido de la tierra injertado en la vid, nos alegra el corazón y nos impulsa a festejar los frutos conseguidos por el trabajo. Luego llegará el descanso.

Todo nos son necesario. El agua, el vino y el descanso, pero siempre tomados con moderación y disciplina. Porque demasiada agua puede incluso ocasionar muerte, y no digamos del vino ingerido en demasía. También, el descanso puede sentarnos mal cuando de él se abusa. Necesitamos saber usarlos y aplicarlos en tiempo y momento.

Pidamos al Señor que nos dé esa fertilidad del agua para cultivar y germinar la tierra y dar verdadero frutos de amor. Pidamos al Señor que seamos también vino alegre que transmita deseos de vivir y de contagiar la fe, que nos lleva al verdadero camino de salvación. Y seamos prudente y humildes, y descubramos nuestra pobreza y la necesidad de descansar para recuperar fuerzas. 

Fuerzas para continuar el camino injertado en el Espíritu Santo y fortalecidos por su Espíritu, que nos transforma en manantiales de agua viva, que da vida. Vino alegre para transmitir alegría y ganas de vivir, y el descanso reparador para empezar de nuevo cada día con fuerzas renovadas. Amén.

martes, 10 de febrero de 2015

APLICAMOS NUESTROS INTERESES A LAS LEYES



No es cosa antigua, porque hoy también se hace. ¿No tiene la ley que protege a los parlamentarios, aforados, olor a la de los fariseos y escribas? ¿Cuántos privilegios tienen los poderosos para saltarse las leyes y aplicarlas en beneficio propio? ¿Se entiende que algunos con pena de cárcel alcance el privilegio del tercer grado en muy poco tiempo?

Al parecer la ley está hecha para que la cumpla el pobre, el desgraciado, el carente de todo o el condenado por exigir que se cumpla la ley y se aplique la justicia por igual para todos. Experimentamos, y es una realidad, que los tiempos siguen igual, aunque las formas sean otras. Esa actitud farisaica persiste en los substratos de la naturaleza egoísta del hombre tocada por el pecado.

Necesitamos denunciarla, tal y como hizo Jesús en su tiempo, mirándoles a la cara a los fariseos y escribas. Diciéndoles que lo importante es el espíritu de la ley, y ese espíritu mira, como más importante, al hombre. Todo en función del hombre, sobre todo la familia, los padres a quienes debemos prestar servicio y cuidados por todo lo que nos han dado.

Pidamos al Espíritu de Dios que nos dé la sabiduría y la fuerza de entender correctamente el espíritu de la ley y no ceñirnos a los preceptos erróneos y egoísta de los hombres, que buscan satisfacer sus propios egoísmos.

lunes, 9 de febrero de 2015

¿CREES QUE EL CONTACTO CON JESÚS PUEDE CURARTE?



¿Sabes realmente lo que estás haciendo? O dicho de otra forma, ¿sabes lo que te estás perdiendo? ¿No crees que el contacto con Jesús pueda curarte? Curarte ahora, pero más importante salvarte para siempre. Te por seguro que Jesús lo puede hacer si esa es su Voluntad. Simplemente tienes que pedírselo como lo han hecho muchos otros. Aquellos de su tiempo, pero también muchos de nuestro tiempo.

¿Cómo puedo tocar a Jesús? ¿No lo sabes? Puedes más que tocarlo. Puedes comer su Cuerpo y su Sangre bajo las especies de pan y vino. Cada vez que tomas la comunión en la Eucaristía, estás recibiendo al Señor. Es decir, tocándolo íntegramente, y quedando curado de todas tus enfermedades físicas si así lo crees, porque Jesús tiene poder para eso.

Pero también quedas curados de los males que afectan al alma, como son el individualismo, el egoísmo, la insolidaridad, el ensimismamiento y cerrazón de pensar en nosotros por encima de todo y todos los demás. El vencer nuestras envidias, soberbias y vanidades. Porque Jesús ha venido para eso. Hoy nos lo relata claramente el Evangelio: Y dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos en las plazas y le pedían que les dejara tocar la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaban salvados.

Jesús no ha cambiado, y está entre nosotros. Cada día se hace presente en la Eucaristía, y tienes la oportunidad de tocarlo. No lo dudes, el puede curarte con la mejor medicina que tú necesitas, la que te conviene y la mejor para ti. Confía, acercarte y tócalo.

domingo, 8 de febrero de 2015

ORACIÓN SUPONE ACCIÓN



Cuando se ora es porque necesitamos un favor, fuerza o capacidad para hacer algo que pensamos debemos hacer. De cualquier forma, la oración supone siempre acción. Acción que a veces necesitamos de afuera, otras veces nos corresponde a nosotros actuar, y siempre será Dios quien nos ayude a una cosa u otra.

Lo que si está claro es que necesitamos orar. Y orar es hablar con Dios. Pedirle por nuestras necesidades, que tenemos muchas, pero, sobre todo, pedirle por nuestra salvación final. Porque ahora, el Señor, nos puede sacar de muchos apuros y enfermedades. Tal es el caso de la suegra de Pedro, pero, hoy o mañana llegará el final de nuestra vida en este mundo, y ese es el momento importante y la hora crucial de nuestra salvación. Es ahí donde necesitamos ser curados y salvados.

A ese objetivo debe ir dirigido nuestra oración. Pedirle al Señor por nuestra salvación, y pedirle fuerza y capacidad de ir superando todos los momentos presentes, alegres y tristes, que conforman nuestro futuro y que terminan en su presencia. Y para eso es vital la oración. Jesús nos lo enseña con la práctica en su propia vida. Se levantó de madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, y se puso a hacer oración.

Te pedimos Señor que la oración forme parte de nuestra vida y sea el nexo de unión contigo para que, fortalecidos en ella, seamos capaces de vivir una vida, en la Voluntad del Padre, entregada por amor al servicio y la caridad con los demás. Amén.