Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 26 de febrero de 2015

ES BUENO PEDIR



A nadie le amarga un dulce, ni a caballo regalado se le miran los dientes. Son refranes que algunas veces hemos oído en el refranero popular y que experimentamos que coinciden con la realidad. Es bueno pedir y recibir, sobre todo, y así se entiende, cosas buenas.

El hecho de pedir nos tranquiliza y nos fortalece, pero cuando se trata de pedir a un padre, todo es diferente. Porque sabemos que un padre nos atiende siempre. Al menos eso es lo que esperamos todos. Pero, todavía es más diferente, cuando ese Padre es Dios. En Él confiamos y sabemos que somos escuchados.

Pero, más todavía, sabemos que ese Padre lo puede todo, y todo nos lo puede dar. Sucede, sin embargo, que, como buen Padre, quiere lo mejor para nosotros, y evitará darnos lo que no nos conviene,  a pesar de que nosotros no lo entendamos. Ocurre que podemos creer que no nos escucha, porque no vemos que nos ha dado lo que hemos pedido.

Posiblemente, eso que tú y yo pedimos no sabemos si es lo que nos conviene, aunque nosotros estemos convencidos que sí. Más tarde, en el tiempo, vemos más claro y nos damos cuenta que aquello hubiese sido malo. Por eso confiamos en Él, porque no solo nos da lo que necesitamos, sino que evita darnos cosas malas que nos pierdan.

Gracias, Señor, por sentir tu Gracia y tu ayuda,  a pesar de en algunos momentos no entender tus respuestas o silencios. Gracias, Señor, por estar ahí, por ser mi esperanza y por sostener mi caminar de cada día. Gracias, Señor, por esperar confiadamente el momento de mi partida y vivir con gozo ese momento glorioso de estar en tu presencia y conocerte tan directo que ya no me haga falta la fe de creer en Ti.

Gracias Señor porque espero confiado en tu Palabra que el momento de mi muerte sea el momento más glorioso de mi vida. Pues a él me dirijo y camino abandonado en tu brazos. Dame la sabiduría y la ocasión de verlo llegar. Amén.

miércoles, 25 de febrero de 2015

FORTALÉCENOS, SEÑOR





PRECES 

Bendigamos a Cristo, pan vivo bajado del cielo, y digámosle:
Cristo, pan de las almas y salvación de los hombres, fortalece nuestra debilidad. 

Señor, sacia nuestra hambre en el banquete de tu Eucaristía 
— y haznos que participemos plenamente de los bienes de tu sacrificio pascual. 

Concédenos, Maestro bueno, escuchar tu palabra con un corazón noble 
— y haz que perseveremos hasta dar fruto. 

Que con nuestro trabajo, Señor, cooperemos contigo para mejorar el mundo, 
— para que así, por la acción de tu Iglesia, reine en él la paz. 

Reconocemos, Señor, que hemos pecado; 
— perdona nuestras faltas por tu gran misericordia. 

Danos, Señor, tu gracia para acoger el Evangelio de la vida como un don nuevo;
— y que sepamos a lo largo de esta jornada celebrarlo con alegría y gratitud, y anunciarlo con firmeza y amor.

Se pueden añadir algunas intenciones libres. Agrégalas y compártelas en tu comentario.


24 de febrero de 2015, 
martes de la semana I de Cuaresma.
Oración de la mañana (laudes) 

martes, 24 de febrero de 2015

¿DÓNDE ELEVAMOS NUESTRA MIRADA PARA PEDIR?



No podemos esconder las necesidades que tenemos. Si es verdad que solemos esconder nuestras carencias ante la presencia de los demás. Vivimos de la apariencia y nos apetece presentarnos delante de los demás sin nuestras carencias y necesidades.

En el fondo nos descubrimos suficientes. Porque suficientes no es ser y creerse más que los demás, sino también aparentar serlo escondiendo nuestras necesidades. Pero, tarde o temprano, no podremos ocultarlo ni resistirlo, y levantaremos la mirada para pedir ayuda. Y sólo a Ti, Padre del Cielo, podremos recurrir.

Porque la verdadera ayuda que necesitamos sólo nos la puede dar Tú, Señor. Porque sólo Tú nos conoces; porque sólo Tú eres bueno y puedes darnos lo que realmente necesitamos; porque sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna y Misericordia Infinita que nos perdona y nos das la verdadera Vida plena de gozo y eternidad.

Gracias Señor por hacerte presente en nuestra Vida. Gracias, Señor, porque nos acompañas y nos perdona, y nos espera pacientemente a que volvamos a Ti. Gracias Señor por aguantar nuestros rechazos, nuestras dudas, nuestras rebeldías y, sobre todo, nuestra ignorancia. Porque en el fondo somos unos pobres ignorantes que no entendemos la maravilla de tu Amor.

Perdona Señor nuestro atrevimiento e ignorante osadía. Perdona nuestra incapacidad de entenderte y de, incluso, exigirte nuestras apetencias y caprichos. Perdona Señor por tanta pobreza y pecados. Danos la sabiduría de ponernos en tu presencia y humildemente aceptar todo lo bueno que Tú quieras darnos. Amén.