Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 3 de agosto de 2015

¿A DÓNDE VAMOS SIN EL SEÑOR?



La tarea es ingente, pero por muchos obreros que tengamos, vano será nuestro esfuerzo si el Arquitecto no construye la casa. Y es que sin el Señor todo esfuerzo es vano. Pero con el Señor todo es posible. Esa es nuestra experiencia y nuestra esperanza.

Y por eso nos atrevemos a iniciar el camino, poniend siempre el poder del Señor y contando con su Gracia. Sin ella no seríamos capaces de dar un paso. Somo instrumentos inútiles e indigno e incapaces de hacer algo bueno, y menos la misión que el Señor nos encarga y espera de nosotros. 

Igual que el milagro de los panes y peces, Jesús sabe de nuestras posibilidades y capacidades, y cuenta con nosotros, pero Él está por detrás. Nuestros cálculos no cuadran, pero Jesús los cuadra y hace que nuestra labor fructifique.

Te damos gracia, Señor, por todo lo que nos has dado y te pedimos sabiduría, fortaleza y voluntad para, contando contigo, seamos capaces de vivir y cumplir tu Voluntad. De eso se trata. De nada vale cumplir normas, preceptos y leyes si no vivimos en Ti y actuamos en tu Palabra. Y actuar significa estar disponible y al servicio de entregar los talentos recibido de tu Mano generosa en beneficio de todos los hombres. Sobre todo de aquellos más necesitados.

Danos, Señor, esa fuerza en nuestra voluntad para hacer el bien que entendemos podemos y debemos hacer. Y a aceptar también nuestras debilidades y fracasos. No desanimarnos, sino esforzarnos y persistir en ser perseverantes, constantes y esperanzados en su Misericordia. Porque al final sólo nos salva su Gracia.

En ti, Señor, ponemos toda nuestra confianza y te pedimos que aumentes nuestra fe y voluntad con la intención de ponerla en tu servicio, que es, porque así lo quieres Tú al servicio de todos los hombres, sobre todo los más pobres. Amén.

domingo, 2 de agosto de 2015

NUESTRA EXPERIENCIA ES LA DE BUSCAR CUANDO LO NECESITAMOS



No nos cuesta mucho darnos cuenta, si hacemos una seria reflexión, de que buscamos al Señor cuando la vida se nos pone difícil. Lo del sabio refrán: "Nos acordamos de santa Bárbara cuando hay truenos", o algo parecido, es la pura realidad contrastada en la experiencia de nuestra propia vida.

Es verdad que nuestra naturaleza débil y frágil necesita de muchas cosas. No solo de pan vive el hombre, sino también de toda Palabra que sale de la boca de Dios. Y esa debe ser nuestra dirección en esta vida. Buscar, a parte del pan material, que necesitamos, el Pan espiritual que se nos ofrece en Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed».

Por eso, Señor, hoy te pedimos esa Gracia. La Gracia de movernos, no sólo por el pan material, sino de forma muy especial por el Pan espiritual que da la Vida Eterna. Ese Pan que eres Tú mismo, Señor, y, por amor, te nos ofrece a cada uno de nosotros.

Te pedimos, Señor, que nos liberes de las apetencias materiales que nos alejan de Ti, y que sólo nos mueven a buscarte por los intereses de la carne y del egoísmo que encadena nuestra naturaleza humana. Danos la fuerza de romper nuestras cadenas carnales y liberarnos, para siendo libres, movernos a seguirte por el puro y verdadero amor.

Creemos en Ti, Señor, y queremos pedirte que nos des ese Pan de vida para saciar nuestra hambre y nuestra sed para toda la vida. Amén.

sábado, 1 de agosto de 2015

SIN VERDAD NO HAY VIDA SINO MENTIRA



Da verdadera lástima cuando oímos hablar mal de una persona. Y sobre todo de una persona que practica una vida de piedad religiosa. Y digo que da lástima porque su vida en lugar de ser fermento que acerca y contagia, produce el efecto contrario. Y es motivo de escándalo y de gran responsabilidad.

No por hablar mal pensamos que actuamos mal, porque Jesús fue muy criticado. Y en muchas ocasiones, más de las que pensamos, se habla mal de la gente por exigir cumplir con el deber. Pero, también es cierto que en muchas ocasiones no se es lo suficientemente astuto, misericordioso para ayudar y ser nexo con las personas en aras de facilitarles el cumplimiento y bien obrar.

Contaminamos y alejamos más que acercamos. Y eso si que es malo. Jesús no se callaba, denunciaba, pero lo hacía de forma que acogía y predisponía a ser escuchado y a deponer actitudes con ánimo de cumplir con las reglas y leyes. Por eso, conviene revisarnos y ver cuál es nuestra verdadera actitud. La de mandar por mandar y exigir al pie de la letra, o la de ayudar y concienciar a colaborar y a ser honrado en verdad y justicia.

Hoy, Señor, consciente de nuestras mentiras por la herida de nuestro pecado, nos postramos a tus pies y te pedimos sabiduría, fortaleza y paz para ser en cada momento de nuestra vida instrumento de tu verdad y artífice de tu justicia. Sabemos de nuestras limitaciones, errores y fracasos. Sabemos que no damos la talla y que dejamos mucho que desear. Sin embargo, nos sorprendemos a nosotros mismos atreviéndonos a proclamar tu Palabra, de la cual no somos dignos ni merecedores.

Perdona nuestra osadía y atrevimiento, y humildemente nos postramos a tus pies en la confianza y esperanza de tu Misericordia y de tu Amor. Gracias Señor por tu perdón. Amén.