Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 20 de mayo de 2016

TODO CONSISTE EN AMAR

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS



Hagas lo que hagas el resultado será el amor, porque todos tus esfuerzos si no van dirigidos a eso serán vanos. El amor es el objetivo que todos buscamos, porque sin amor no podríamos vivir. Necesitamos, no sólo amar, sino también ser amados. Aunque se experimenta más gozo y felicidad en dar que recibir.

Por eso, Padre, aprovechamos este momento de oración para, unidos a todos los que, frecuentemente lo visitan y hacen una breve parada reflexiva, pedirte fuerzas para amar. Amar con un amor dispuesto a servir, a perdonar, a soportar, a ser paciente, a escuchar, a comprender y, sobre todo, a amar. Porque todo eso es precisamente lo que es el amor.

Porque así nos ama nuestro Padre Dios, y si nosotros somos reflejo de Él, para eso le invitamos a nuestro matrimonio, en Él lograremos amarnos como él nos ama. Por eso el matrimonio es un sacramento, porque en él recibimos la Gracia para, fortalecido en ella, poder superar las tempestades, los terremotos y todos los obstáculos que la vida nos va presentando. Porque el amor necesita de ellos para poder ejercitarse y reflejar su amor.

Porque a favor de la corriente no hace falta esforzarnos en amar. Es fácil, nos gusta y es hasta placentero. El amor se descubre en las dificultades y en el camino contra corriente. Es ahí donde hace falta y cuesta amar. Y es ahí donde el uno sabe y conoce el amor del otro. Porque hasta ese momento todo puede ser fingido, apariencias, intereses, satisfacciones...etc. 

El amor necesita de pruebas, y las pruebas llegan, quieras o no quieras. Y son esas pruebas las que afloran el verdadero amor, que si está siempre permanece. Y conscientes de que nosotros solos no podemos y fracasaríamos, te pedimos, Padre que nos des la luz de permanecer en Ti y apoyarnos en el Espíritu Santo, enviado por Ti, para así, en Él, superar todas las inclemencias que la vida matrimonial, familiar, social, laboral, consagrada y de apostolado nos presenta.

Y, en todo momento amar y amar con un compromiso de amor como el que nuestro Padre Dios tiene con cada uno de nosotros. Te pedimos, Señor, por encima de todas las cosas, que nuestro corazón se llene de verdadero amor semejante al Tuyo. Amén.

jueves, 19 de mayo de 2016

HIMNO

V. Dios mío, ven en mi auxilio. 
R. Señor date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo. 
Como era en el principio, ahora y siempre, 
Por los siglos de los siglos. Amén.


Cantan tu gloria, Cristo Sacerdote,
los cielos y la tierra:
a ti que por amor te hiciste hombre
y al Padre como víctima te ofrendas.

Tu sacrificio nos abrió las puertas,
de par en par, del cielo;
ante el trono de Dios, es elocuente
tu holocausto en la cruz y tu silencio.

Todos los sacrificios del los hombres 
quedaron abolidos:
todos eran figuras que anunciaban
al Sacerdote eterno, Jesucristo.

No te basta el morir, que quieres darnos
alimento de vida:
quedarte con nosotros y ofrecerte
sobre el altar: hacerte eucaristía.

Clavado en cruz nos miras, te miramos,
crece el amor, la entrega.
Al Padre, en el Espíritu, contigo,
eleva nuestro canto y nuestra ofrenda. Amén.


19 de mayo de 2016, 
jueves después de Pentecostés. 
Jesucristo, sumo y eterno sacerdote. 
Oración de la mañana (laudes) 

miércoles, 18 de mayo de 2016

LO QUE IMPORTA ES SUMAR EN VERDAD



La verdad no puede negar a Jesús, porque, precisamente, Él es Camino, Verdad y Vida. Y todo aquel que suma diciendo la verdad, está hablando en favor de Jesús. Por tanto, aunque no parezca de los nuestros y no vaya con los nuestros, dejémosle porque no está en contra, sino a favor de nosotros.

Son Palabras de Jesús: "Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros". Y nuestra propia experiencia nos lo demuestra. Solemos decir que aquel que no nos contradice y no se opone a lo nuestro es que está con nosotros, pues quien permite está a favor. Y eso es lo que verdaderamente importa. Se trata de sumar, sumar en verdad y en justicia. Se trata de denunciar la mentira y el mal, y descubrir y emerger el bien y el amor.

Y eso pedimos en esta oportunidad desde un Rincón para orar, que nos unamos y que nos respetemos. Que lo importante no es decir lo mismo, ni tampoco hacer lo mismo, ni siquiera trabajar en lo mismo. Lo que importa es vivir lo mismo, y eso consiste en amar a Dios y al prójimo como Jesús, el Hijo de Dios, nos ha enseñado a amar. 

Y quienes vivan en esa intención y en ese esfuerzo están en el camino del Señor y, a pesar de ir por otras veredas y atajos, van junto a los demás unidos en el Espíritu de Dios. Por eso, Señor, te pedimos sabiduría para entender esto y para que sepamos respetarnos, querernos, ayudarnos y, en definitiva, amarnos como Tú nos ha enseñado en tu Hijo Jesús.

Danos ese entendimiento y esa paz que nos permita aceptarnos y querernos, y llenarnos de paciencia, para soportarnos y, solidariamente, comprendernos y apoyarnos para, como uno sólo, al igual que Tú y el Padre son uno, vivamos en la paz y el amor. Amén.