Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 25 de marzo de 2017

MARÍA, EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO

Tú, Madre, ha sido elegida por Dios desde el primer momento de tu nacimiento. Fuistes adornada con la Gracia de Dios para ser la Madre de su Hijo. Pero, también, Él, en el momento de su Muerte en la Cruz te ofreció como Madre de todos los hombres. Y, a Ti, Madre, recurrimos para pedirte que intercedas por nosotros.

Queremos responderle a tu Hijo como tú lo has hecho, con ese sí responsable y dispuesto a hacer su Voluntad del Padre. Y, para eso, pedimos tus consejos y tu asesoramiento y compañía, a fin de que nos instruyas en las virtudes de la humildad, de la sencillez, de la obediencia y, sobre todo, de la fe. Queremos unirnos a ti para que nos enseñes a pedir la fe. Esa fe que tú supiste sostener siempre firme a pesar de las dificultades y tropiezos que te salieron al paso.

Madre, a ti nos unimos y agarramos para que nos ayudes a sostenernos y a caminar hacia el encuentro con tu Hijo. Tú lo acompañaste, junto a tu esposo José, durante su infancia, y conocistes muchos de sus secretos e intenciones. Fuiste su educadora y su, con José, protectores de su vida y formación. Sabes de que forma pedirle consejos y su Gracia, para que seamos también fortalecidos para el camino.

Ayúdanos a decir contigo: «He aquí el esclavo del Señor; hágase en mí según tu palabra», para, mirándonos en ti podamos esforzarnos en seguir, tomados de tu Mano, el mismo camino perseverante y obediente que tú, Madre, has recorrido. Amén.

viernes, 24 de marzo de 2017

SOLO SIENDO PEQUEÑO SEREMOS SALVADOS


HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS


La experiencia nos va diciendo que son los pequeños los que alcanza la salvación. Los grandes y poderosos se hunden y terminan ahogados por las olas descontroladas de las ambiciones de este mundo absurdo que los hombres vamos fabricando y destruyendo.Y por pequeño entendemos aquellos que saben compartir, poner su confianza en Dios y saber que todo está en sus Manos. 

Esa es la verdadera medida de nuestra altura, la de la humildad y el servicio. Porque, siendo así todo lo demás pierde valor y se utiliza fraternalmente para bien de todos. Y eso, sólo se puede hacer cuando somos consciente de lo que realmente somos, valga la redundancia. Es decir, lo primero es el Amor a Dios, y lo segundo, muy unido y superpuesto, el amor al prójimo. Porque amar a Dios se confunde con el amor al prójimo. Ambos se descubren mutuamente, pues si amas al prójimo está amando a Dios, y viceversa.

Experimentamos que nos es imposible amar con ese Amor con el que nos ama Dios. Nos es imposible, porque nuestro corazón está contaminado, herido de egoísmo e imposible de controlarse. Necesitamos, luego, volvernos a Dios y rogarle porque nuestro corazón se transforme, por su Gracia, en un corazón capaz de amar como nos Ama Él. 

Por eso, Él es lo primero, y quienes no lo descubramos estamos equivocados y perdidos. Es necesario redescubrir nuestro amor a Dios sobre todas las cosas, porque a partir de ahí todo lo demás irá cambiando en nosotros. Un amor que nos transforma y nos va perfeccionando. Un amor que nos lleva a crucificarnos también nosotros por los demás como Él lo hizo por nosotros. Un amor que sin Él no seremos capaces de lograrlo.

Y cuando queremos amar así estamos en el buen camino. Porque eso nos acerca al Reino de Dios. Son las palabras que Jesús responde a aquel maestro: «No estás lejos del Reino de Dios» Tampoco nosotros si nos empeñamos en, agarrados e injertados en Él, pedirle sin desfallecer que nos enseñe a amar.

jueves, 23 de marzo de 2017

LA AMENAZA DEL DIABLO

No es broma, aunque mucha gente se lo toma a broma, o, simplemente, no cree en el diablo. Y eso, a parte de ser un gran peligro, porque le deja espacio de maniobra, es un grave error. Jesús empieza su misión por el desierto, y allí se enfrenta al diablo. Es como una declaración de intenciones antes de empezar su obra evangelizadora. Es como una prueba de fuego de resistencia al poder del Maligno. Y también como una lección didáctica para que tomemos nota y nos preparemos nosotros también.

Pidamos al Señor que nos dé la Gracia de también nosotros resistir a los ataques del diablo y que sepamos en todo momento resistirnos y luchar contra sus poderes y engaños. Porque, sus pretensiones son dividirnos y enfrentarnos para sembrar las separaciones, las luchas y guerras que nos alejen y siembren la muerte. Y, si miramos a nuestro derredor observamos que sucede todo eso. Incluso hasta dentro de la Iglesia, y hasta de nuestras parroquias.

Necesitamos estar unidos y en oración constante. Oración en nuestras vidas y a cada instante. Oración desde que empezamos el día hasta que termina. Oración con nuestro sentir y obrar, sobre todo en los momentos más débiles y arriesgado del día. Oración en la enfermedad, en los problemas y en todas las circunstancias de nuestras vidas.

Pidamos, estando unidos, que la fuerza del Espíritu Santo nos proteja y nos ilumine y nos llene de sabiduría para resistir las embestidas del demonio. Pero, también nosotros, pongamos todo nuestro esfuerzo en colaborar y poner en juego todas nuestras fuerzas y cualidades para, en colaboración con el Espíritu de Dios, contrarrestar todas las tentaciones e influencias del Maligno y vencerlas.

Me ha impresionado mucho esas últimas palabras del Señor: El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. Yo, Señor, quiero estar contigo y recoger contigo, para no ir contra Ti ni tampoco desparramar. Amén.